VALÈNCIA. Las cajas rurales en España en general y en la Comunitat Valenciana en particular han dejado de ser un mero invitado en el sector financiero para convertirse en el gran animador. Y los números siguen dando fe de ello, tal y como viene contando este diario. Si hace un mes informaba que el beneficio conjunto de la treintena de cooperativas de crédito autonómicas había alcanzado una nueva plusmarca con 10,97 millones al cierre del primer trimestre, en el mismo periodo de tiempo lograron batir otro récord: el del volumen de depósitos. Hablamos de las 17 del Grupo Cooperativo Cajamar, las 11 del Grupo Caja Rural y las 2 integradas en el de Solventia.
Al cierre del pasado año, Valencia Plaza ya informó que habían alcanzado un nuevo hito con 18.753 millones de euros. Pues bien acaba de ser batido con 19.083 millones entre enero y marzo del año en curso, según el último informe de 'Las entidades de depósito en la Comunitat Valenciana' de la conselleria de Hacienda y Modelo Económico de la Generalitat Valenciana. Además, con la particularidad que la variación anual (+7,92%) fue superior al de bancos y cajas de ahorros -mejor dicho Caixa Ontinyent- que operan en algún punto de València, Alicante y Castellón, dado que fue del 7,70%.
El informe que anteriormente elaboraba el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que incluye los números tanto del sector público como del sector privado residente, deja bien a las claras la pujanza de las cajas rurales en lo que a captación de depósitos se refiere. La marcha de no pocas entidades financieras de pequeñas localidades ha derivado en el trasvase de cuentas hacia las cooperativas de crédito, que siguen abriendo oficinas en pleno desapalancamiento de un sector cada vez más tocado después del anuncio del Gobierno de imponer un nuevo impuesto a la banca.
Unos depósitos que, sin duda, van a seguir creciendo ante la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que se iniciará el jueves 21 de julio. Hablamos de uno de los activos de ahorro con más tradición entre las familias españolas, que junto al efectivo sigue en máximos históricos como contó ayer este diario. Nada más y nada menos que 1,049 billones de euros, es decir, casi el 40% sobre los 2,65 billones de los activos financieros que tenían las familias españolas al pasado 31 de marzo.
El total de los depósitos de la banca que opera en la Comunitat Valenciana alcanzó al cierre trimestral los 127.293 millones de euros, lo que representa una tasa de participación del 8,58% en el conjunto nacional. Por delante se mantienen Madrid (403.012 millones y un 27,16%), Cataluña (209.669 millones y un 14,13%) y Andalucía (150.834 millones y un 10,17%).
En cuanto a créditos, tanto al sector público como al privado residente, la banca sigue mandando. En estas tierras alcanzaron una cuota del 89,76% frente a la del 10,24% de las cooperativas de crédito con 102.180 millones de euros (+1,09%) respecto a los 11.654 millones de las cajas rurales (+0,87%).
En total sumaron 113.835 millones de euros, un 1,07% más, lo que también mantuvo a la Comunitat Valenciana en el cuarto escalón del escalafón con un porcentaje del 9,15% sobre el total nacional. Por delante, las mismas: Madrid con 353.980 millones y una tasa de participación del 28,46%), Cataluña (209.122 millones y un 16,82%) y Andalucía (154.074 millones y un 12,39%).
Lo que no cambia es el persistente cierre de oficinas -y las que quedan- en la autonomía. Entre enero y marzo bajaron la persiana otras 34, al pasar de las 1.800 del último día de 2021 hasta las 1.766. Conviene recordar que al cierre de 2008, cuando se generó la crisis de las 'hipotecas basura', la Comunitat Valenciana marcó un récord histórico con 5.061 sucursales.
De este modo, y de momento porque todavía queda mucha tela por cortar, se han esfumado dos tercios de las redes comerciales de la banca por estos pagos. En España el impacto ha sido algo menor -cerca del 60%-, al pasar de las 45.662 oficinas a las 18.467 a 31 de marzo de 2022.
De las 34 sucursales que bajaron la persiana durante el primer trimestre del año en curso, 21 estaban situadas en la provincia de Valencia, que pasó de las 931 a las 910. Once lo hacían en territorio alicantino, cuyo número descendió desde las 638 hasta las 627. Y las otras dos en tierras castellonenses, que a finales de 2021 tenía una red comercial de 231 y tres meses más tarde eran 229.