Una gran amenaza se cierne sobre la Tierra: el cambio climático que provocamos con nuestro modelo económico es como un gran meteorito que fuera a golpear el planeta.
Recientemente asistí, como miembro de la Asociación de Ingenieros de la Energía, al congreso que celebró en Madrid. Dos ponencias magistrales de Elvira Carles, directora de la Fundación Empresa y Clima, y Álvaro Rodríguez, representante en España de The Climate Reality Project, mostraron datos dramáticos. Por esto comparo el cambio climático con un gran meteorito que se dirige a la Tierra en rumbo de colisión. Y hay una fecha de no retorno: según los expertos, es el año 2030. Y la reciente Cumbre del Clima ha puesto de manifiesto el convencimiento creciente de la necesidad de actuar con urgencia, porque:
En este ya tardío momento, como en otros acontecimientos de la historia de España, urgen medidas, especialmente en el modelo energético. Desde mi perspectiva profesional, nuestros gobernantes no prestan la atención que el problema requiere, más allá de pequeñas acciones inconexas y electoralistas. Además, frenan medidas al colocar, por intereses partidistas, a sus elefantes en el retiro en las empresas energéticas. España viene saltándose sistemáticamente las directivas europeas en asuntos energéticos.
El problema merece un Plan Director con medidas concretas y una dirección técnica, no política. Para evidenciar los palos de ciego de nuestros gobernantes (y no me refiero únicamente al actual gobierno en funciones) comentaré algunos puntos que debiera contemplar este plan:
España, como país desarrollado, debe hacer frente en primera línea a la guerra contra el cambio climático, dejando al margen consideraciones políticas, para alcanzar la implicación de los países más involucrados del planeta.
Los dinosaurios no vieron llegar el asteroide que los extinguió, nosotros llevamos años viendo llegar el calentamiento global, ¿cuál es nuestra excusa?
Rafael Mínguez Martí, Ingeniero Industrial y gerente de Germanía Instalaciones