ahonda en su giro discursivo para recuperar el orgullo en el partido pese al caso 'taula'

Cambio de piel del PP con Mazón: ¡Viva Rita! y se acabó pedir perdón

22/10/2021 - 

VALÈNCIA. El presidente del PPCV, Carlos Mazón, está "harto". El procesamiento en el caso del 'pitufeo' de 49 personas (entre ellos varios exconcejales y exasesores de la formación), cuatro de los cuales todavía están en activo -tres en el Ayuntamiento de València y una en la Diputación-, ha vuelto a tensionar al partido que lidera y ha reavivado el otrora importante debate sobre las 'líneas rojas'. ¿Cuándo se debe dimitir?

Un dilema que el líder del partido de la gaviota ha decidido barrer de una brazada como quien aparta los trastos viejos de un escritorio. Se acabó pedir perdón para el PPCV por hechos pasados y se acabó no reivindicar figuras que lograron gestas electorales históricas y que estuvieron gobernando las instituciones, aseguran desde su entorno. Mazón está decidido a no verse atrapado en un debate sobre el pasado ni a lidiar con declaraciones equidistantes mientras no haya sentencias en firme. Algo que sí ocurrió con sus predecesores, Alberto Fabra o Isabel Bonig.

Es más, fuentes próximas a Mazón, señalan que la última líder del PPCV ya pidió perdón por los "errores" y la "corrupción" en 2017 y también en diversas ocasiones con posterioridad. Desde la formación popular se quejan de que años después, cuando el Botànic está al frente de las instituciones desde 2015, tengan que seguir disculpándose. En este sentido, recuerdan cómo la propia Bonig pidió perdón en su adiós este mismo año precisamente por la reprobación que apoyó en Les Corts contra Rita Barberá: "Es un error que no vamos a cometer", subrayan.

En esta línea se sitúa Mazón, tal y como demostró este jueves al ser preguntado por los medios en Alicante. "Estoy harto de la campaña contra Rita Barberá. No van a conseguir que bajemos los brazos, ni los hombros, ni nos avergoncemos de ella. Que la dejen descansar en paz de una vez", exigió el presidente del PPCV, quien lamentó las "ganas" que percibe por "ensombrecer su figura". 

"La voy a seguir defendiendo con orgullo. Ha sido la alcaldesa de Ciudad de Les Arts, la alcaldesa de la Copa América y de la València que tenemos hoy. Cuanto más ataquen y señalen con el dedo, los que quizás tengan más que esconder y tapar, se van a encontrar con un PP que defiende todos los días y cada día más a Rita Barberá porque nos sentimos muy orgullosos de la València que construyó", sentenció el líder de los populares valencianos.

Una enconada defensa que llega después de que el juzgado de Instrucción número 18 de Valencia, encargado del caso Taula, haya procesado a casi medio centenar de personas, entre ellas los concejales y asesores del PP de la última etapa de Rita Barberá en el Ayuntamiento de València, por blanqueo de capitales. También al propio partido, que se encontraba imputado en esta pieza de la causa como persona jurídica por los hechos de 2015. Una decisión que supone el paso previo a la apertura de juicio oral.

 

Una resolución temida por los populares, especialmente por la portavoz municipal y secretaria general del PPCV, María José Catalá, que todavía tiene en su estructura a asesores en esta situación y que, por su condición como heredera en el Cap i Casal y síndica en Les Corts, debe medirse diariamente en el cuerpo a cuerpo con PSPV y Compromís, las fuerzas más poderosas del Botànic en consistorio y Generalitat.

De hecho, algunos dirigentes populares, especialmente en el entorno de Catalá, se mostraban temerosos en las últimas semanas de que pudiera salir el auto de este caso a sabiendas que podía obstaculizar la labor y credibilidad de la síndica del PPCV frente a Ximo Puig y a Joan Ribó. Sin embargo, la actitud de su propio jefe de filas va en una dirección totalmente opuesta: nada de arrugarse, reivindicar lo que consideran hitos de gobernantes del partido y, respecto a los casos de corrupción, contragolpear con ataques hacia el Botànic centrándose en puntos flacos judiciales abiertos (la causa de Rubén Trenzano en relación al hermano de Puig) o en otros casos como el del exmarido de Mónica Oltra.

Al choque por la visibilidad y por el orgullo

Con esta estrategia, Mazón y los suyos pretenden lograr tres objetivos: el primero, tener un discurso cerrado y sin fisuras para defenderse ante lo que pueda venir de los casos en marcha; el segundo, apelar al orgullo de los votantes del PP de las mayorías absolutas y, en tercer lugar, aprovechar si el Botànic entra el trapo para así realzar la figura de su presidente regional y tratar así de aumentar su notoriedad, dado que los últimos sondeos le siguen situando con un grado de conocimiento bajo.

Una estrategia, sin dejar a un lado el problema ético que pueda acarrear, también arriesgada ante el desconocimiento de lo que puedan arrojar las causas pendientes. En este sentido, el procesamiento atribuye las operativas más graves a dos de las personas de máxima confianza de Rita Barberá, Alfonso Grau y Mari Carmen García Fuster. El hecho de que salga este auto ahora tras seis años supone reavivar mediáticamente la causa judicial, en la que está por llegar la calificación de la Fiscalía con la petición de penas (un trago siempre difícil de superar) y la apertura formal de juicio oral.

No obstante, desde el entorno de Mazón tienen claro que no pueden seguir la táctica empleada por sus predecesores si quieren lograr un resurgir de las siglas en la Comunitat Valenciana. "Los que llevan gobernando seis años y medio son ellos, no nosotros", zanjaba un dirigente próximo al líder, refiriéndose al objetivo de poner el foco en la gestión y problemas del Botànic.

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