La nueva consellera Ana Barceló recibe la cartera junto a Montón, Oltra y Puig. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. El pleno del Consell celebrado este viernes resolvió diferentes nombramientos en la cartera de Sanidad que ahora capitanea Ana Barceló en sustitución de la nueva ministra Carmen Montón. Unas designaciones, publicadas este mismo viernes en el DOCV con carácter extraordinario, que apuntan a una continuidad en la gestión sanitaria que venía desarrollándose pero con importantes variaciones dentro de las lealtades internas del Ejecutivo.
Así, la mayoría de nombramientos se enmarcan en ascensos de dirigentes que ya formaban parte del equipo de la conselleria o se encontraban en áreas de dirección hospitalaria con relación estrecha con la cúpula sanitaria, lo que indica un respaldo claro al grupo existente en el departamento -especialmente en el tercer escalón- y, por tanto, a las líneas maestras de gestión que se estaban llevando a cabo.
De esto se desliza que buena parte de los problemas detectados en el área de Sanidad procedían más bien de la relación entre la consellera y su entorno con Presidencia de la Generalitat que de la propia acción de gobierno que se ejercía desde la citada cartera. Una clara muestra es la emigración de la cúpula del departamento a Madrid con Montón pero el impulso a los distintos subdirectores que venían ocupándose del día a día en la conselleria o que habían realizado estas funciones en el pasado.
Así pues, la entrada de la nueva responsable autonómica, Ana Barceló, apunta a una línea continuista en la gestión con un matiz importante: las grandes decisiones y medidas estratégicas que se adopten en este departamento serán supervisadas desde Presidencia y serán dirigidas para reforzar la figura del jefe del Ejecutivo, Ximo Puig, y no de la nueva consellera al frente. Algo que, al parecer, no terminaba de ocurrir con Montón, una dirigente con alta predisposición a potenciar su propia figura. De hecho, algunas de las tensiones surgidas -al margen de las internas del PSPV- vinieron precisamente por desacuerdos respecto a grandes asuntos en los que tuvo que intervenir el presidente como ocurrió con la relación con el IVO.
Por lo pronto, tal y como informó Valencia Plaza, una de las primeras medidas ha sido la devolución de las competencias a la directora general de Eficiencia y Régimen Económico, Carmelina Pla, designada pocos meses atrás por orden de Puig y que se había visto despojada de su firma por la consellera.
De esta manera, según se hizo público este viernes, la hasta ahora directora general de la Alta Inspección Sanitaria, Isabel Castelló, quien antes fue asesora de Puig y técnico jurídico de la central de compras de la Conselleria de Sanidad durante 11 años, se convierte ahora en nueva subsecretaria en sustitución de Ricardo Campos, que ha viajado al ministerio con Montón como secretario general de Sanidad y Consumo. El puesto que deja Castelló será ocupado por María Victoria Garrido Manzano, hasta ahora subdirectora general y miembro destacado del PSPV en Castellón, donde ha dirigido el área de Sanidad.
Asimismo, este viernes se aprobó el nombramiento de la ex subdirectora general de Recursos humanos de la conselleria y, desde el pasado marzo, directora económica del Hospital de La Ribera, Carmen López Delgado, como directora general de Recursos Humanos en sustitución de Justo Herrera. También se hizo público el cese de Rafael Sotoca como director general de Asistencia Sanitaria, cargo que ahora desempeñará María Amparo García, quien ocupaba el puesto de subdirectora general de actividad asistencial. Finalmente, en sustitución de Patricia Lacruz, se incorpora como director general de Farmacia y productos sanitarios José Manuel Ventura, quien ha sido subdirector de optimización e integración terapéutica en ese departamento.
