La presentación del Plan de lucha contra los incendios forestales 2020 fue calificado por la consellera Gabriela Bravo, como “un verano singular, complicado pero seguro”, pues mientras muchas personas piensan en los efectos de la covid y en cómo ocupar las parcelas de la playa este verano, en el sector de las emergencias nos hacemos algunas reflexiones sobre las causas y potencialidad de los incendios forestales de esta singular campaña:
El abandono de las zonas rurales de los últimos 50 años hace que tengamos unas masas forestales en crecimiento continuo y con escasa gestión.
El agua que ha caído esta primavera en la Comunidad Valenciana ha sido abundante según la Agencia Estatal de Meteorología, esto implica un crecimiento de la vegetación que posteriormente se transformará, al secarse, en el combustible de potenciales incendios; a más vegetación mayor, riesgo de incendios. Hoy es verde, mañana se secará y algún día arderá.
Las temperaturas serán elevadas y con la evidencia del cambio climático, los expertos meteorólogos ya vaticinan un caluroso verano este año 2020 en el área mediterránea.
Los posibles efectos de esta predicción, más calor, menos humedad en el ambiente y los fuertes vientos que acompañan las clásicas tormentas de verano en agosto y setiembre, es obvia. Si a esto añadimos las grandes masas forestales en continuidad y el gran crecimiento de la vegetación acentuado por las fuertes lluvias de esta primavera , se nos presenta un verano con las condiciones óptimas para que se den los grandes incendios forestales. Las zonas de la Sierra Calderona, Espadan, áreas adyacentes a Peñagolosa , o los territorios de la Tinensa de Benifasar, por citar solamente algunas, son candidatas a sufrir un gran incendio forestal.
El confinamiento dado por el estado de alarma, consecuencia de la pandemia de la covid-19, ha supuesto una importante restricción de la libertad de movimiento, que con la llegada de la desescalada, será aprovechada, legítimamente, para saciar la necesidad de esparcimiento al aire libre de la población. El aumento de la actividades humanas en el monte, ya sea practicando deporte, haciendo turismo, o visitando familiares y el desplazamiento a las segundas residencias, son un factor de riesgo añadido. Sin duda, la reactivación de la economía en el interior de las provincias, es extremadamente positivo, pero ello comporta una mayor afluencia de personas a nuestros bosques y hay que recordar que un porcentaje elevado de incendios es producido por la mano del humano.
El Servicio de Bomberos estamos en mínimos de efectivos, pues está pendiente la creación de una OPE o bolsa de pública de empleo para el personal destinado a la lucha contra incendios en Generalitat a través de la SGISE. El Servicio de bomberos forestales de la Generalitat en este estado de alarma hemos estado trabajando arduamente en las tareas encomendadas por el 112, tales como la desinfección de pueblos y lugares concurridos, el reparto de material médico y mascarillas, comida de extrema necesidad, la construcción de los hospitales de campaña y todo ello, sin desatender las emergencias propias: incendios , inundaciones , búsqueda de personas ,etc. Todo este intensísimo trabajo extra, ha impedido que tengamos tiempo material para los indispensables entrenamientos, adiestramiento y formación continua, para afrontar como es debido los GIF (grandes incendios forestales). Sin Convenio unificado y sin poder realizar los simulacros, las practicas , la revisión y mantenimiento de puntos de agua y un largo etcétera, estamos ante una situación extremadamente inquietante.
Con la finalidad de evitar incendios grandes y la recurrencia en fuegos de alta severidad en el territorio valenciano es necesario dar continuidad al proyecto de Prevención de la Generalitat y las Diputaciones con las brigadas de mitigación de riesgos, trabajando y creando mosaicos agroforestales de discontinuidad, manteniendo la biodiversidad, limpiando, desbrozando zonas estratégicas y otras medidas urgentes. Pues la prevención se debe reforzar para que no tengamos que lamentar, de nuevo, las catástrofes acaecidas por la gran velocidad y voracidad de los fuegos en verano y otoño. Con la actual situación necesitamos por lo menos seis más de contratación de las Brigadas de limpieza de nuestros bosques.
Así mismo la Generalitat Valenciana cuenta con un dispositivo activo diario de 432 profesionales de bomberos forestales terrestres en 45 dotaciones de autobombas , 56 unidades de bomberos forestales y 6 unidades de bomberos Helitrasportados y sus medios aéreos para cubrir toda el territorio valenciano al que hay que sumarle la UME y SEPEIS con lo que, pese a las dificultades descritas se logra un buen dispositivo para hacer frente a cualquier contingencia en el territorio de la Comunidad Valenciana.
Dionis Montesinos, bombero forestal de la Generalitat Valenciana.