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Desayuno VP con motivo del día mundial del cáncer de próstata

El cáncer de próstata, una enfermedad con muchas opciones de curación

11/06/2024 - 

VALÈNCIA. El 11 de junio se celebra el día mundial del cáncer de próstata, una enfermedad que afecta especialmente a varones de elevadas edades y que ha mejorado en las últimas décadas las tasas de curación hasta más del 90%. A pesar de que el 22% de los cánceres detectados son de este tipo y que aqueja a unas 30.000 personas cada año, los expertos creen que esta dolencia sufre cierta invisibilidad social, en parte provocada por el pudor y el perfil de los pacientes.

Como cada año, Valencia Plaza organizó un desayuno con el objetivo de concienciar a la población en torno a esta enfermedad, la detección precoz y los avances médicos que se han ido consiguiendo en los últimos años. A este encuentro asistió el Dr. Juan Casanova (jefe de Servicio de Urología del IVO); el Dr. Manel Beamud (médico adjunto Servicio de Urología del IVO); la Dra. Isabel Chirivella (Servicio de Oncología del hospital Clínico universitario de Valencia); el Dr. Francisco Celada (Servicio de Oncología Radioterápica de la FE); Iñaki Posada (Psicólogo de la Asociación Española Contra el Cáncer Valencia); Oscar Pellicer (Universidad de Valencia); y José Mateo López (paciente del IVO).

El evento fue inaugurado por el Dr. Juan Casanova, que destacó que en las últimas cuatro décadas los avances médicos han permitido “dar la vuelta a la tortilla” a las cifras de mortalidad del cáncer y convertirlo en “prácticamente una enfermedad crónica” con una tasa de curación de en torno al 90% - 94%. Unas cifras que se han podido alcanzar gracias a los avances médicos, a la prevención y a marcadores como el PSA, una prueba del antígeno prostático específico, es decir, un indicador del nivel prostático. Se trata de una herramienta que sirve como una variable más para la detección temprana ante este tipo de tumores y que es estudiada en las analíticas, lo que permite hacer una campaña importante de diagnóstico precoz.

El doctor Juan Casanova. Foto: KIKE TABERNER

“El PSA es como el warning naranja de un coche. No tiene por qué pasar nada, pero hay que mirarlo”, sintetizó Casanova, que explicó que a partir del número 4 es cuando empieza a tener especial importancia. No obstante, señaló que el PSA es simplemente un marcador y que existen algunos cánceres que prácticamente no tienen reflejo en el mismo. Por ello, instó a la ciudadanía a realizarse un tacto rectal a partir de los 40 años o 45-50 años en función de si se tienen o no antecedentes.

“El PSA es un marcador prostático y, en manos de un urólogo, hay que contextualizarlo y pedir más pruebas si es necesario”, valoró el Dr. Beamud. Sobre las causas que pueden producir tumores en la próstata, los profesionales explicaron que no se ha detectado un motivo concreto, aunque tradicionalmente se ha asociado a un elevado consumo de grasas o a una dieta basada en muy pocos vegetales.

El doctor Manel Beamud. Foto: KIKE TABERNER

Por su parte, la doctora Isabel Chirivella explicó que la edad media de los pacientes que sufren esta dolencia está en torno a los 65-70 años y que es muy poco frecuente que la padezcan personas jóvenes. Además, en materia de las posibles metástasis que puedan producir, señaló que puede ser en cualquier zona del cuerpo, aunque recordó que en los hospitales se tienen reuniones de equipos multidisciplinares para acometer “la mejor estrategia”, en especial “en casos complejos y dudosos”. Esta profesional también señaló que es “muy raro” que un cáncer en otra parte del cuerpo acabe produciendo metástasis en la próstata y recordó a la población que, si tiene antecedentes, el riesgo de tres veces superior al de la población general, por lo que invitó a la ciudadanía a realizar una prevención.

Gran variedad de soluciones, según la necesidad del paciente

“Para el cáncer de próstata contamos con varias opciones de tratamiento y el paciente no se va a equivocar, elija lo que elija, porque todas las opciones que le damos son válidas. Pero cada una tiene unos efectos secundarios y el paciente debe elegir en función de cuáles sean sus preferencias”, expresó el doctor Beamud, algo que también corroboró el doctor Celada. En este sentido, añadió que no existe un tratamiento adecuado para todos los pacientes, lo que es “una ventaja” para los pacientes y “un reto” para los médicos: “Hay un abanico grande de posibilidades, desde hacer un simple control hasta medidas como la cirugía o la radioterapia”.

Este profesional también quiso aclarar que es “muy difícil” poder comparar la situación de dos pacientes. Explicó que muchos afectados tratan de equiparar su situación a la de un caso conocido, pero la realidad es que “los tumores son muy diferentes, las personas y los tratamientos también lo son”. “Es muy complicado que si te diagnostican de cáncer de próstata te hagan el mismo tratamiento que a tu vecino o a tu primo. En medicina es complicado comparar a dos pacientes, pero en el caso del cáncer de próstata es aún más”, añadió.

Foto: KIKE TABERNER

Al hilo de ello, el doctor Casanova lanzó un mensaje de calma a las personas afectadas e incidió en diversas ocasiones en el lento avance del cáncer de próstata: “Un cáncer de testículo, o lo opero ayer o se me va de las manos; un cáncer de próstata se puede operar dentro de seis meses”. “Decirle a un paciente que tiene cáncer y no le vas a hacer nada es algo que suele preocupar, pero es que no deberíamos hablar de la palabra cáncer, sino de distintos tipos de tumores”, señaló.

De hecho, un buen número de pacientes apenas necesitan una vigilancia activa debido al lento avance. Los afectados realizan controles habitualmente semestrales, que incluyen el marcador, el tacto de la próstata y la resonancia, con el objetivo de ver la evolución del caso. Ello provoca que no se pase por el quirófano o por la radioterapia y de esta manera se sorteen los efectos secundarios de muchos de los tratamientos, como es el caso de incontinencia o la pérdida de potencia.

Entre otras fórmulas, los expertos destacaron la terapia focal, especialmente la crioterapia. Esta técnica, basada en la congelación de la parte de la próstata donde está el tumor, era considerada hasta hace apenas un año como un tratamiento experimental, aunque a día de hoy ya está recogida en las guías terapéuticas. Se trata de una fórmula bastante demandada por la gente joven (por sus pocos efectos secundarios en pérdida de potencia) y que consiste en inyectar gas argón donde se encuentra el tumor para crear unas bolas de hielo a -40 grados que permiten atacar la enfermedad.

La doctora Isabel Chirivella. Foto: KIKE TABERNER

Además de los ya mencionados, existen otras técnicas como la radioterapia y la cirugía robótica. Esta última tiene diferentes modalidades según la situación del paciente y consiste en quitar la próstata, aunque algunas veces también se eliminan los ganglios con el objetivo de analizar si el tumor ha podido salir o no de la próstata. Entre los avances en la radioterapia, los ponentes destacaron que antes se realizaban muchas sesiones de baja carga, lo que implicaba que el paciente tuviera que asistir muchos días a tratarse; mientras que en la actualidad hay casos en los que los afectados apenas acuden a cinco sesiones.

La atención psicológica, un complemento fundamental

Los expertos presentes en este evento coincidieron en que la atención psicológica debe ir de la mano del paciente y sus allegados durante todo el proceso que dure la enfermedad e incluso después de ella. En este sentido, el psicólogo Iñaki Posada destacó la importancia de una buena atención en materia de salud mental desde el momento del diagnóstico. “Si ya existe una individualidad médica a nivel de tratamiento médico, a nivel psicológico es lo mismo. A cada persona le afecta de una forma distinta. Debemos entender y concienciarnos que esto no es un proceso único, depende de cada paciente”, explicó

Este profesional centró como uno de los momentos más delicados el proceso de elección del tratamiento, donde los pacientes suelen tener “incertidumbre y duda”. “Necesita saber qué hay y qué secuelas puede tener para una correcta toma de decisiones. No debe ser decisión sólo del médico o del paciente, sino que tienen que ir de la mano sabiendo el paciente todos los efectos secundarios”, consideró. De hecho, las secuelas de los diferentes tipos de tratamiento pueden llegar a producir un shock en los pacientes si no se tienen en consideración antes del inicio del mismo: “Si el paciente, antes del tratamiento, está bien informado y sabe las secuelas que va a tener, la asimilación posterior es mejor”.

El psicólogo Iñaki Posada. Foto: KIKE TABERNER

“Todo servicio de urología debería tener un psicólogo de cabecera, porque hay que explicar al paciente que se puede quedar impotente o incontinente, algo que realmente va a transformar su vida social”, apuntó el doctor Casanova, que opinó que los afectados deberían pasar inmediatamente por el psicólogo una vez conocido su diagnóstico, algo que les permitiría “descargar” sus sensaciones y poder empezar a esclarecer cómo se sienten. “Me encantaría tener al lado de mi consulta un psicólogo para que el paciente pueda digerir todo ello”, aseveró.

En esta materia, el paciente presente en el desayuno suscribió las palabras de los expertos y explicó su propia situación, que pasa por acudir a revisión con una frecuencia de entre tres y cuatro meses: “Es importante el tema psicológico y lo digo por mi propia experiencia. El día anterior a las revisiones no lo paso bien, evidentemente, mientras que el día después es maravilloso”.

Importancia de visibilizar

Relacionado con el ámbito psicológico, Iñaki Posada explicó que hablar y concienciar sobre esta enfermedad puede tener efectos muy positivos: “Si esto se va hablando y conociendo, igual más hombres van a hacerse más estudios y se puede crear incluso un círculo de apoyo”. “Hablarlo y compartirlo puede tener beneficios instantáneos. Si queremos seguir avanzando en la lucha contra el cáncer, también están los avances en cómo conseguir que el paciente tenga mayor confianza en el sistema sanitario que le va a cuidar. El beneficio es tremendo”, añadió.

En este punto también se trataron las diferentes connotaciones de la palabra cáncer y los efectos negativos de tratar esta enfermedad como una batalla o lucha de la persona afectada. En este sentido, el doctor Celada apuntó que el paciente “entre comillas, no puede hacer nada”, más allá de seguir ciertas recomendaciones y hábitos saludables. “Presentar al paciente ante una lucha contra el cáncer es algo que incluso me da muchísima rabia, porque no pueden hacer nada contra ello”, señaló.

Tras estas declaraciones, el psicólogo añadió que muchas personas “rechazan el discurso de valentía”: “La dictadura del optimismo niega el derecho al paciente a estar mal y casi que le fuerza a mostrar que está bien y a descargar en él mismo la responsabilidad de curarse según su fortaleza”. El paciente, José Mateo, explicó que es “normal sentirse mal” en muchos momentos por los efectos de la enfermedad, pero que la única opción es “continuar y hacerle frente”.

El paciente, José Mateo. Foto: KIKE TABERNER

“Hay que ensalzar el paciente que tiene dificultades y las reconoce, que ayuda a otras personas que pasan por el mismo problema y que tienen una buena actitud. Comunicar las cosas que nos pesan es un buen manejo”, consideró Posada, que explicó que en la asociación de la que forma parte atienden tanto al paciente como a su familia directa: “No cerramos la puerta a nadie. El entorno cercano es fundamental”.

En materia de visibilización, los expertos también coincidieron que, por lo general, las mujeres con cáncer de mama tienen una tendencia más asociativa, en parte porque son personas más jóvenes de media que los afectados por cáncer de próstata y por el pudor de los hombres a contar su situación. “En la asociación el número de pacientes femeninas es mucho mayor que el de los hombres”, afirmó Posada, que reivindicó la importancia de que la ciudadanía vaya conociendo cada vez más esta enfermedad. Entre las medidas que se están tomando para ello, destacó las terapias de grupo, que están dando sus primeros pasos, tanto en la mencionada asociación como en el IVO.

El impacto de la Inteligencia Artificial

La Inteligencia Artificial lleva más de una década avanzando de forma exponencial y planteando soluciones y mejoras para la vida y el trabajo de las personas. Si en el encuentro organizado el pasado año, Óscar Pellicer ya sacó a la palestra las bondades de la IA, en el presente se pudieron despejar incógnitas y hablar de aplicaciones reales en el día a día del diagnóstico y tratamiento médico.

Los expertos destacaron la existencia de un software capaz de leer una resonancia en tres dimensiones para determinar exactamente donde se encuentra el cáncer. “Vamos a ser más precisos a la hora de diagnosticar, además de ahorrar biopsias y, por lo tanto, costes”, valoró Casanova. Por su parte, Pellicer recordó que la IA es capaz de ver y recordar miles de casos distintos, por lo que puede hacer un diagnóstico teniendo en cuenta un bagaje mucho mayor que el de los médicos, limitados por su capacidad de memoria.

El experto en Inteligencia Artificial, Óscar Pellicer. Foto: KIKE TABERNER

“En el peor de los casos la IA será una segunda opinión externa y en el mejor de los casos te va a decir dónde está el tumor y cuál es el riesgo con el mejor diagnóstico posible”, añadió este experto en IA que auguró un buen futuro a esta tecnología: “Se está invirtiendo más dinero que nunca y creando modelos que han leído todos los diagnósticos, procesos e informes; Nadie sabe qué pasará a largo plazo, pero la IA va a revolucionar todos los sectores”.

Los diferentes ponentes coincidieron en que esta herramienta no pretende, por ejemplo, eliminar las biopsias, pero sí reducir su número y contar con un diagnóstico previo “mucho más preciso”. “Antes, la gente iba directamente a la biopsia. Ahora estamos haciendo biopsias de nueva generación apoyadas por resonancia y la IA puede también hacer cambios en este ámbito”, señaló Casanova. Los expertos aprovecharon esta ventana del debate para tratar también los beneficios y usos de otras herramientas, como es el caso de las resonancias o el PET PSMA. Este último ya se está utilizando en algunos centros concretos, aunque tardará aún un tiempo para estandarizarse.

La sanidad valenciana, un buen lugar para ser atendido

Como ideas finales del desayuno, el doctor Celada destacó el buen hacer de la sanidad valenciana, una región donde el paciente “va a recibir una buena atención independientemente de su código postal; una suerte que en muchos países no tienen”. “Estamos bien cubiertos y prácticamente todas las opciones terapéuticas están disponibles en la Comunitat Valenciana”, añadió este profesional.

El doctor Francisco Celada. Foto: KIKE TABERNER

Unas palabras que fueron suscritas por el doctor Casanova, que incidió en la “situación privilegiada” en la que se encuentra el panorama autonómico: “Lo tenemos todo, se pueden ofrecer todas las opciones a los pacientes y pueden salir de la consulta sabiendo que tiene solución y que la probabilidad de curarse es muy alta”.

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