VALENCIA. Más de medio centenar de escritores e ilustradores valencianos han dado un paso al frente y han denunciado lo que podía ser una estafa editorial: Carena Editors, empresa que durante el último año se ha visto sometida a diferentes procesos de venta y cambio en sus órganos de dirección, ha dejado de pagar a estos profesionales los derechos económicos y ventas por sus obras en lo correspondiente al año 2014.
La situación, que era conocida desde hacía meses en el sector editorial y que estuvo a punto de estallar durante la pasada Feria del Libro de Valencia, había llevado a los afectados a mantener meses de tensión tratando de ponerse en contacto "por todas las vías posibles (teléfono, email, burofax) con la nueva dirección", tal y como han informado en un comunicado público.
Las excusas para una demora del pago acabaron por convertirse en un caso omiso a los ahora demandantes, que en el caso de los derechos de autor se refieren a cantidades que la editorial ya ha cobrado por la venta de los libros en 2014. Este más de medio centenar de escritores e ilustradores (aunque solo una treintena firma el comunicado de denuncia), algunos de ellos a la cabeza en las ventas en cuanto a la producción editorial local se refiere, aseguran no haber recibido ingreso alguno.
Carena Editors había permanecido durante los últimos 25 años como uno de los referentes de la producción local. Incluso, durante los dos últimos años había sumado un número considerable de publicaciones, incluso en la etapa que ya no estaba dirigida por su fundador Marcos G. Zacarés. La editorial incluía, especialmente, numerosos títulos vinculados a la cultura, la historia y las tradiciones valencianas.
Zacarés se jubiló en 2012 y "vendió la editorial a Enrique Olmos, quien no comercializó el stock y contrató decenas de nuevos libros a sus respectivos autores. La actividad continuó tras la etapa de Zacarés y los autores "han acudido a presentaciones y ferias del libro para promocionar y firmar ejemplares, que además se han vendido en innumerables librerías repartidas por toda la geografía española, destacando la valenciana, como El Cortes Inglés, Paris-Valencia, Fnac, Casa del Libro, Soriano".
Sin embargo, el propio Olmos asegura ser víctima de la actual situación ya que, a finales de 2014, decidió vender Carena Editors a María Angeles Gervilla, empresaria situada en Ontinyent y vinculada al sector a través de su imprenta: "ella era quien me imprimía buena parte de las publicaciones. Carena no tenía problemas económicos, pero cada vez dábamos más cabida a la ficción y queríamos estar presentes en Madrid y Barcelona, donde apenas vendíamos", asegura Olmos en declaraciones Valencia Plaza tras leer el comunicado de los afectados.
"Cualquier editorial salda los derechos en torno al mes de marzo o abril y Carena Editors se vendió en febrero, cuando llegamos a un acuerdo que se elaboró muy rápido y en el que fui el primer engañado". Olmos asegura no haber recibido el pago por el traspaso "que era una cantidad ridícula", pero se siente afectado ya que "el trato era que iba a estar a nómina de la empresa y a seguir trabajando en la dirección planteada con libertad". Nunca llegó a estar dado de alta en la Seguridad Social, siempre según su versión, y tampoco ha percibido ningún emolumento por su labor.
El anterior propietario trató de averiguar qué sucedía con los pagos que autores "y también proveedores, porque hay más afectados", no recibían. "Me dijo que no había liquidez" y Olmos asegura que trabajó "durante cuatro meses al máximo, hasta conseguir 60.000 euros de facturación en ese periodo de tiempo. Cuando me enteré de que ni aun así había pagado los compromisos, decidí comunicar a los autores a través de un mail la situación y ofrecerles reunirse conmigo, aunque solo tres de los firmantes mostraron su disponibilidad".
A espaldas de la venta que Olmos no comunicó ("ese fue mi gran error, tengo una carga moral por ello", asegura a Valencia Plaza), los autores se dan la voz de alarma entre sí cuando a inicios del presente año la empresa no hace frente a sus obligaciones económicas. Es más, las relaciones se distancian y empieza a complicarse tener el menor contacto con el que fuera director que pasa a contestar -en algún caso- "con absurdas invenciones".
Todas las sospechas se desatan cuando el pasado mes de junio él mismo comunica que meses en febrero de 2015 vendió Carena Editors a Gervilla, la propietaria de Gráficas Barcino. Olmos asegura no tener "ningún compromiso legal ante los impagos" y la propietaria no responde a los pagos. Los autores, en ese momento, se hacen conscientes que Gervilla está detrás de la liquidación del semanario catalán El Triangle.
La situación, hecha pública este miércoles 4 de noviembre de 2015, incluye una declaración de intenciones por parte de los autores que en declaraciones a Valencia Plaza aseguran estar apesadumbrados -más allá de los citados intereses personales- "por perder un referente para los escritores locales, una editorial donde podíamos dar salida a títulos basados en la cultura y la vida de la ciudad y el territorio".
La empresa ha cerrado recientemente el acceso a todas las secciones de su web, así como su página en Facebook.
"Los autores de Carena Editors nos sentimos defraudados y embaucados. Pretendemos hacer llegar a todas las personas que aman y trabajan con libros (lectores, distribuidores, librerías, etc.), la precaria situación en la que nos encontramos, derivada de una nefasta gestión de la empresa que en su día fue un referente en temas relacionados con nuestra cultura, y en definitiva, en el sector editorial".
Los firmantes del comunicado son Ana Botella, Salvador Blanco, Mª Luz Bravo, Emilio Calderón, Monserrat Cano, Alba Capilla, Bel Carrasco, Mercedes Casquero, Joan Castelló, Julio Cob, Kilian Cuerda, Anabel Escribano, Herminia Esparza, Carlos Ferris, José V. García Torrijos, Mariano López, Empar Marco, Eloy Moreno, Roxi Nacher, Mónica Parra, Albert Pitarch, Salvador Raga, Javier Sanchis, Francisco Segura, Rafael Simón, Rafael Solaz y Miguel Tejedor.