VALÈNCIA (EFE). Casi el 90 por ciento de la juventud valenciana tiene sentimientos negativos respecto a la política, según un estudio del Consell Valencià de la Joventut (CVJ) que señala que los jóvenes también presentan una actitud crítica sobre los partidos políticos, al percibir que "acumulan demasiado poder".
Así lo revela el estudio sociológico 'La cultura política entre la personas jóvenes de la Comunidad Valenciana' realizado por el CVJ con el apoyo del Institut Valencià de la Joventut (IVAJ) y que también indica que casi ocho de cada diez jóvenes aprueban el funcionamiento democrático, mientras que el 23,4 % lo suspende.
Asimismo, el informe señala que la percepción de los jóvenes es que los partidos políticos acumulan demasiado poder y presentan una actitud crítica sobre este tipo de entidades, según un comunicado del CVJ.
Al respecto, el sociólogo al cargo de la investigación, Víctor Pons, destaca que en la fase cualitativa "afloraron discursos que describían a los partidos como organizaciones que están siempre peleándose y, en ese sentido, los jóvenes que participaron los acusaban del hecho de que no servían para nada”.
En relación con este punto, el informe describe una "situación bastante preocupante" en opinión de la presidenta del CVJ, Esther Martínez Ferrando, que indica que los jóvenes "sólo confían en 6 de las 19 instituciones sobre las cuales se les ha consultado".
Entre ellas, destacan en mayor confianza los profesionales docentes, los cuerpos de seguridad del Estado, la Unión Europea, las ONG y las entidades de educación, mientras que es "especialmente baja" la confianza en los partidos políticos, que en una escala de 1 a 10, obtienen un 3.1, la segunda peor valorada, sólo superada por la Iglesia católica con un 2.7.
“Los datos muestran una alta desconfianza hacia las principales instituciones de nuestro sistema político, especialmente las que son percibidas con mayor poder. La falta de inclusión de las preocupaciones de los jóvenes en la agenda política o su infrarrepresentación en las cámaras legislativas o los gobiernos son factores que pueden explicar esta desconfianza”, subraya Martínez.
Entre los problemas más frecuentes entre las personas jóvenes están las cuestiones laborales, seguidas de las de acceso a la vivienda y el coste de la vida, y en menor medida, se encuentran la educación, la convivencia y la salud y el bienestar.
El estudio recoge las percepciones de las personas jóvenes sobre los principales problemas de la juventud y los compara con los problemas propios, mostrándose una plena coincidencia en los tres principales: empleo, vivienda y poder adquisitivo.
“Es más que una cuestión perceptiva, los datos objetivos se corresponden con lo que manifiesta la juventud. Tenemos una tasa de emancipación juvenil del 16.5 %, estamos al frente del paro juvenil en la Unión Europea y un joven con empleo tiene que destinar el 87.9 % de su sueldo para alquilar en solitario", afirma Martínez.
Los "problemas de los jóvenes son reales, no simplemente sentidos”, asegura la presidenta del CVJ, quien pide que se dé "respuesta de manera eficaz a los problemas de la juventud si queremos recuperar su confianza en las instituciones”
Según el estudio, el 30.7 % de la juventud está bastante o muy interesada en la política, mientras que el 33 % lo está poco o nada. Además, los sentimientos predominantes entre la juventud, cuando se habla de política, son la desconfianza y la indignación y casi nueve de cada diez jóvenes declaran sentir sentimientos negativos, ante el 37 % que tiene positivos.
Es una juventud que sí habla de política con familiares y amistades. Más de la mitad de los jóvenes lo hacen, pero sólo 1 de cada 3 se informa de manera frecuente de la actualidad política y lo hacen mayoritariamente mediante los buscadores de internet y las redes sociales -Instagram- según datos del estudio.
El estudio, que combina diferentes técnicas de investigación cuantitativa y cualitativa, cuenta con una encuesta a 555 personas jóvenes de la Comunitat Valenciana y tres grupos de discusión con jóvenes de diferentes tramos de edad (16-20 años; 21-25 años y 26-30 años) de diferentes provincias y con paridad de género, teniendo en cuenta el nivel de estudios, la situación laboral, el tamaño de municipio y la ubicación ideológica.