Lo que nació como una ingenua muestra de cine se ha ido enriqueciendo con subgéneros, premios y celebra durante los próximos días su décimocuarta edición convertida en festival
VALENCIA. El próximo jueves día 10 de noviembre, a las 20 horas y en el Cine Capitolio de Godella, se inaugurará la XIV edición del Catacumba Film Festival. El encuentro cinematográfico que surgió en la población de l'Horta Nord y que itineró en Burjassot y Quart de Poblet, alcanza así la sala de exhibición renovada, erigido como un reducto de placer cinematográfico para los amantes de géneros como el terror, el fantástico, la ciencia ficción, el cine experimental o el bizarro. Un encuentro que tendrá por primera vez entrada y que da muestras de haber madurado su propuesta, que se desarrollará durante ocho jornadas con actuaciones, ciclos y hasta su popular concurso de gritos.
Los subgéneros fueron llegando en la edad adulta del festival, cuando tras la citada peripecia de sobrevivir en Burjassot y Quart -sustituidos en tiempo y espacio por una muestra de belenes-, su impulsor Javi Llorens unió a su equipo a Sergio Inclán y Montse Mateo, con quien finalmente ha ido explorando la profesionalización del encuentro. Apareció el concurso de cortometrajes que en apenas unos años fue acogiendo más cantidad y mejor calidad, como recuerda el propio Llorens a Valencia Plaza, todavía sorprendido por la presencia de cortometrajes tan importantes para el fantástico como El ataque de los robots Nebulosa-5, de Chema García Ibarra, ganador de la edición de 2010.
Los promotores del festival tenían 20 años cuando, el año 2000, decidieron poner en marcha una muestra de cine de terror por Navidad. "Parece impensable ahora, pero en aquellos tiempos internet no estaba extendido con líneas ADSL y nosotros intercambiábamos películas de aquel tipo casi de una manera clandestina", apunta Llorens. El videoclub todavía era una base fundamental para aproximarse al cine, más allá de la gran pantalla, pero el formato rey seguía siendo "el VHS. Las proyecciones durante años en el salón de actos de Servicios Sociales de Godella fueron en VHS". Inclán proyectaba desde una sala anexa a las 110 butacas en las que ni siquiera podía monitorizar la proyección. Así empezó todo, con dos géneros -a menudo entrelazados- como protagonistas: el terror y el fantástico.
"Cuando tienes esa edad, lo más inmediato es que vengan tus amigos". Ese público original ha ido entrando y saliendo del festival, aunque tras el empujón sucedido entre los años 2007 y 2010 el público "se ha rejuvenecido". Sigue siendo un público próximo, de Godella "o de los pueblos más cercanos", pero la oferta se ha especializado: "si podemos definir qué aportamos al disfrute del cine es precisamente eso, disfrute, y una serie de películas exclusivas, que solo vas a poder ver aquí". El festival de cortometrajes FICCA't ha ido acogiendo desde esa nueva etapa cortometrajes llegados de todo el mundo, con tres premios posibles en el festival: el del jurado, el del público y el entrañable.
Este último también habla de un síntoma del propio festival: la proximidad a los creadores. Fue un cortometraje de los más recordados por sus organizadores, Barcelona Venencia (David Muñoz, 2009) el que inspiró este galardón. "Veíamos que, como Muñoz, había gente con buenas ideas, con todos los resortes activados para poner en marcha una cinta aunque no tuviera todos los recursos suficientes. Y es Barcelona Venecia el que nos hace pensar en este tipo de galardón, en el que Muñoz rodó en exteriores de las dos ciudades porque encontró billetes a cinco céntimos en Ryanair y a partir de ahí monta toda una historia de saltos espacio temporales, etcétera". El premio con el que se condecora al creador de esos cortos 'entrañables' es la genial Muñeca Rota.
Esa proximidad también se encuentra en el citado concurso de gritos, una ocurrencia en mitad de un festival de manga al que fueron a presentar este encuentro de cine de terror, fantástico y sus subgéneros. Una idea más lúdica que no esconde que hayan pasado por el festival cineastas como los ya citados García Ibarra o Muñoz (autor con Adrián Cardona del multipremiado Fist of Jesus), pero también . Lo que nació como una muestra, con una primera edición que proyectó La matanza de Texas (Tobe Hopper, 1974), Plan 9 del espacio exterior (Ed Wood, 1959) o Braindead (Peter Jackson, 1992), proyectará hasta el próximo día 20 de noviembre 67 películas de 19 nacionalidades.
La propuesta abre la mente de los participantes más allá de los géneros, utilizando estos cánones para hablar de emociones y de relaciones humanas: "desde que nos hemos ido abriendo a subgéneros hemos ido comprobando que ninguno se impone o es más interesante que otro. Desde las distopías más extremas, desde lo experimental, desde lo bizarro, ningún género es mejor que otro para abordar un tema concreto. Todos aportan cosas buenas y lo más interesante es que a lo largo de estos años, con la llegada de un mejor acceso a métodos de grabación de calidad más masificados, hemos visionado grandes películas en Catacumba", apunta Llorens. El historial del festival está lleno de ejemplos.