VALÈNCIA. La alcaldesa de València, María José Catalá, aprovechó este viernes para definir todas las competencias municipales que tendrán cada uno de sus concejales. Al menos, de forma provisional, puesto que la configuración definitiva de su gobierno está prevista que se resuelva a lo largo del mes de julio, y más probablemente después de las elecciones generales del día 23.
Pero esta no fue la única resolución adoptada por la primera Junta de Gobierno Local ordinaria del recién estrenado ejecutivo local. Catalá también aprobó un cambio significativo en la organización interna del equipo asesor de Alcaldía. Una medida que reformula el esquema dibujado en su día por su predecesor, Joan Ribó, y que sirve, a la postre, para marcar distancias con el gobierno de Compromís y PSPV, pero también para dejar su sello en el que será su mandato.
Así, la Junta de Gobierno Local aprobó este viernes a instancias de la primera edil una reestructuración del servicio de Alcaldía por la que el puesto de "Coordinación de Alcaldía", creado en 2015 por Ribó y cuya provisión era por libre designación -es decir, a dedo-, desaparecería y pasaría a ser una Jefatura de Servicio más.
El movimiento no es baladí. Esta plaza fue creada en su día por el exalcalde y en ella podía situar a alguien de su completa confianza, siempre que fuera funcionario. Así, unos días después de configurar su equipo de colaboradores directos, Ribó puso al frente de esta coordinación al abogado y ex concejal de EU en la oposición en el primer gobierno municipal de Rita Barberá, Feliciano Albadalejo.
Funcionario de la entidad metropolitana de Valencia, tras la escisión en 2008 de Esquerra Unida pasó a las filas de Compromís apoyando el proyecto entonces dirigido por Mónica Oltra. En las elecciones de 2015, figuró como suplente en la lista de Ribó y al hacerse este con la vara de mando, el exalcalde lo repescó para que le asesorara en materia jurídica. En el momento de su fichaje, Albaladejo ocupaba una plaza como funcionario en la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi).
Para este puesto, inexistente hasta ese momento, Ribó fijó unas retribuciones de 77.000 euros anuales. Sin embargo, la resolución firmada este viernes por Catalá señala que el sueldo asignado a este puesto "no se ajusta al baremo retributivo que se estima correcto". Esto es porque para poder fichar a un alto funcionario para esta plaza, el empleado público en cuestión debería tener categoría de Técnico de Administración General, cuya escala salarial se encuentra en torno a los 70.000 euros. Es decir, 7.000 euros menos de lo aprobado en su momento.
Con estos mimbres, Catalá no solo le cambió la designación al cargo (ahora pasará a llamarse "Servicio de Alcaldía"), sino que además el puesto pasará a ser ocupado por un funcionario de carrera del subgrupo A1 y su retribución máxima será de 70.000 euros. El puesto, conviene apuntar, se encuentra vacante desde hace meses, puesto que en 2020 Albadalejo fue propuesto por el Ayuntamiento como nuevo consejero general de Caixa Ontinyent.