María José Catalá, durante Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. El Debate de Política General, la cita más importante del año en Les Corts Valencianes junto a la de la aprobación de los Presupuestos, arrancó este lunes con pocos miramientos. Apenas hubo bronca política entre Consell y oposición en lo que a las formas se refiere, pero la agresividad en los ataques directos y la dureza de las palabras sí predominó a lo largo de buena parte de la sesión parlamentaria.
La intensa jornada que da inicio al periodo de sesiones en el Parlamento autonómico suele servir para que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, exponga su gestión de los últimos 12 meses y marque las líneas políticas que seguirá el Gobierno en los próximos. En el año que debe ser el de la recuperación de la pandemia, el discurso que debía pronunciar adquiría especial relevancia, pero en esta ocasión pasó a un segundo plano debido principalmente a otro factor: el debut de María José Catalá como portavoz del PPCV.
Una intervención atinada y dirigida directamente a los puntos más débiles del jefe del Consell que provocó que este último no terminara de llevar la iniciativa al quedarse excesivamente encadenado al discurso que traía previamente trabajado. En él trató de marcar un perfil presidencialista, centrándolo en la salida de la crisis económica con los ya acuñados "ximoanuncios" e incluso eludió menciones a sus socios.
El estreno de Catalá se seguía con atención tras los cambios que han vivido los populares valencianos. La llegada de Carlos Mazón como nuevo líder trajo nombramientos en puestos clave para el partido. Entre ellos, la portavocía en Les Corts.
La síndica, cuya alocución provocó algunos aplausos más efusivos que otros en su grupo, evidenció la diferencia de estilo que siempre ha mantenido en comparación con su antecesora, Isabel Bonig, quien destacó por la vehemencia. De hecho, algunos de sus ataques en el fondo fueron similares a los de esta última, pero el tono resultó mucho más relajado. Incisiva y dura, se centró en varios puntos que hicieron tropezar a Puig.
"No tiene nada nuevo que contar a los valencianos. Apriete el botón, es hora de convocar elecciones anticipadas", le espetó. La popular, inmersa en plena estrategia interna de su formación para generar un permanente estado de precampaña electoral, aseguró que su partido se encuentra "preparado para gobernar" y parafraseó a Vicent Andrés Estellés para decirle al Consell que "es hora de volver a casa" y que "toca renacer de las cenizas con un nuevo gobierno".
Catalá mordió y le dijo a Puig que parecía "agotado", pero el ataque más directo fue aquel que ocupó una parte considerable de su discurso. Para sorpresa de éste, se trató de la gestión de la Generalitat en lo relativo a la condena a Luis Eduardo Ramírez, exmarido de Mónica Oltra, a cinco años de cárcel por abuso sexual a una menor del centro de acogida en el que trabajaba.
Recientemente, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) confirmó la sentencia dictada el pasado marzo por la Audiencia Provincial y criticó los informes vinculados al Gobierno autonómico en este procedimiento, además de la actuación de la Administración en lo que cree que supuso una desprotección de la víctima.
"Es usted el único responsable de que la vicepresidenta siga en su silla, de que no haya habido ni una petición de perdón por parte de la Generalitat. Cuántos silencios en estos escaños de quienes venían a repartir carnets de feministas. La menor tutelada sufre el descrédito del Consell, ha sido una niña ignorada por su Gobierno para salvar a Oltra", afirmó la portavoz popular con la sentencia en la mano. En la bancada del Botànic, un silencio total que daba cuenta de lo incómodo que resulta el asunto.
"La menor tutelada sufre el descrédito del Consell, ha sido una niña ignorada por su Gobierno para salvar a Oltra"
"La izquierda se ha puesto en el bando contrario al de la dignidad, al de la infancia y al de las mujeres. ¿Qué ha pasado con el 'Hermana, yo sí te creo'?, ¿qué ha pasado con el 'Són els nostres fills'? Sólo por este silencio atronador deberían estar todos ustedes en sus casas. ¿Esto es 'orgull valencià'?" señaló.
La síndica del PPCV tildó de "cacareada y aireada" la "ruptura" entre los socios del Botànic y afeó al jefe del Consell que agitara "la banderita de la madrileñofobia, salvo en el fútbol" o que desacredite y rechace la Copa América "por motivos ideológicos". También criticó las medidas para la salida de la crisis de la pandemia, que calificó de "negligentes", y el hecho de que, en su opinión, haya "demonizado" la hostelería y el turismo.
Pese a que las referencias a la investigación judicial a Francis Puig, hermano de Puig, por presunto fraude de subvenciones fueron muy escasas, sí le reservó una contundente frase: "Al único autónomo al que le ha ido bien con su gobierno es a su hermano".
La dureza del discurso de Catalá fue compensada con que tendió una mano al presidente de la Generalitat para llegar a "grandes acuerdos" en materia de agua, financiación e infraestructuras. El guante fue recogido a medias por Puig, quien se mostró dispuesto a ello pero con poco entusiasmo.
En su respuesta, reiteró la petición de perdón por la falta de material sanitario en la pandemia, pero sorteó el relativo a la gestión por la menor abusada y no realizó mención alguna. Como también se 'olvidó' de hacer referencia a la posibilidad de elecciones anticipadas –estas últimas semanas ha negado que entre en sus planes– y de aclarar qué ocurrirá con la implantación de la tasa turística que le reclaman sus socios de Compromís y Unides Podem y si acudirá a la manifestación por la financiación de noviembre.
Así, reprochó a Catalá que esté con la "vía de la Puerta del Sol" frente a la valenciana y que aunque sea nueva síndica pronuncie "viejos discursos" porque "no tienen ninguna confianza de la sociedad".
Tras instarle a posicionarse "en la zona moderada o en la radicalidad", Puig se dedicó a defender los indicadores económicos y su política de impuestos frente a la bajada que ha presentado recientemente el PP. "Es fácil poder comparar. Ustedes recortaron en gasto público y, con ello, en los derechos de la ciudadanía. Mucho lo hemos revertido. El PP, cuando está en la oposición, dice que va a bajar impuestos y, cuando gobierna, los sube. Me remito a su propia historia", señaló. En este sentido, recordó que nadie en la Comunitat paga IRPF por encima del 50% de su renta o que los populares "no tocaron" el impuesto de Patrimonio cuando estaban en la Generalitat.
En cuanto a la división interna, el jefe del Consell tiró de ironía. "Usted estuvo en un Gobierno en el que hablaban mucho y había hasta espionajes. Es la tercera portavoz del PP en esta legislatura, así que lecciones de cohesión las justas", replicó. La defensa de la unidad del Botànic y de su proyecto común parece que quedó para otro debate.
