VALENCIA. María José Catalá (Valencia, 1981) entra en 2003 en la lista local del PP de Torrent como independiente –a propuesta del presidente local, pues no se encontraba afiliada al partido–, cuatro años más tarde se convierte en alcaldesa del municipio y, posteriormente, en diputada nacional por la provincia de Valencia tras las elecciones generales de 2008, aunque dejó su escaño en octubre de ese mismo año para dedicarse a su labor municipal.
Una cadena de ascensos que culminaron el 30 de diciembre de 2011 cuando salta a la política autonómica. Alberto Fabra le 'ficha' para que forme parte de su nuevo Consell y le otorga la cartera de Educación. En la recta final de la legislatura, es ascendida a portavoz del Gobierno valenciano.
Ocupó en el puesto número cuatro en la lista de las pasadas elecciones autonómicas y, actualmente, es portavoz adjunta de su grupo en Les Corts y responsable del área de Política Social. Haber pertenecido al anterior Consell le concede una perspectiva "más amplia" a la hora de analizar -y a menudo reprobar- la labor del actual Ejecutivo en manos de PSPV y Compromís.
-Como portavoz de política social ¿cómo valora que se trasladara al anciano de la residencia de Carlet a un centro público de gestión privada?
-Entiendo que es romper el discurso de Compromís de muchos años en la gestión de las residencias de mayores. Es una ruptura porque siempre se ha demonizado el sistema de las residencias de titularidad pública pero de gestión concertada. Pero no solo en la política social, todo servicio público que se haga a través de una gestión privada se ha demonizado por parte de la izquierda valenciana. Y, por tanto, es la primera crisis real de gestión a la que se enfrenta Mónica Oltra y a la que se le puede poner cara -la de esta persona mayor cuyos familiares confiaron en una residencia de gestión pública-. Que ella lo haya abordado trasladándole a una residencia concertada, no deja de ser desconcertante.
-¿Por qué piden la comparecencia de Oltra en pleno si desde 2007 existe un 'pacto' para que se haga en comisión?
-Pensamos que ha ocultado información a los miembros de la comisión. El día 20 no informó sobre el traslado de la persona mayor, tampoco lo hizo sobre cómo se había realizado: si se había dado una prioridad a esta persona por encima de una lista de espera –que existe y es de cuatro o cinco meses– en la que hay personas en una situación compleja que tienen una prioridad en una lista que se supone única. Tampoco explicó quién solicitó el traslado -si hubo una solicitud formal o verbal de la familia para hacerlo-, quién lo ha costeado... en definitiva, creo que Oltra no está asumiendo su responsabilidad política en todo esto. Desde hace nueve meses Oltra tiene constancia de que la situación en el periodo estival iba a ser gravosa hasta tal punto que los mayores no iban a estar bien atendidos y sabiéndolo no lo ha evitado. Solo ha actuado cuando ha visto publicada una foto en un medio de comunicación. Tendrá que demostrar que no existía una lista de espera con personas inscritas de forma previa a esta solicitud.
¿Sabe si la hay y si es susceptible de tomar algún tipo de medidas?
-Sí. La hay. Es una lista de espera única que tiene un período de unos cuatro o cinco meses y que evidentemente no se ha respetado para otorgar la plaza. Veremos la documentación que nos aportan porque la situación está cogida con pinzas. Queremos constancia documental porque de ser cierto sería muy grave.
-La vicepresidenta del Consell aseguraba hace unos días que no iba a dimitir por "gestionar mejor" que el Partido Popular. Lo decía haciendo referencia a los mayores ingresos por tasas de usuarios de residencias que usted denunciaba momentos antes a la rueda de prensa del Consell. ¿Seguirá el PP pidiendo la dimisión de la vicepresidenta?
-Cuando contestó a lo que yo trasladé hizo lo que le caracteriza: decir lo primero que le pasó por la cabeza. Ella dijo que esos 3 millones se debían a que habían concertado más plazas en residencias municipales, y eso es incierto porque lo que llega de las residencias concertadas de los municipios entra por el capítulo IV de transferencias corrientes y no por el capítulo III, que es el de ingresos y tasas públicas. Este capítulo son los ingresos derivados de la aportación de los usuarios, aportación que presupuestariamente se cifró en 75.000 euros y que en mitad del ejercicio ya supera los 3 millones de euros. Y lo supera porque es mentira que haya eliminado el copago a las residencias, ha eliminado el copago en los centros de día, eso es un 10% de los usuarios que acuden a estos centros. Así que si no quedamos satisfechos con su comparecencia, pediremos su dimisión.
-Como exconsellera de Educación, ¿cómo valora la acción de Vicent Marzà en un año?
-Marzà lo que está haciendo es poner la educación al servicio de la ideología. Comete un grave error que se puede cometer en política educativa y es gestionar de forma adaptada a lo que piensan los gestores y no de forma adaptada a las personas que van a recibir esa educación. Es una gestión muy improvisada en muchos aspectos, que tiene por objetivo fundamental establecer políticas que satisfagan a su electorado, olvidando es solo un 19% de los votantes y que el otro 80% piensa de forma distinta y merece ser gobernado de forma responsable. A mi no me gusta tener un conseller que no gobierna para todos.
-La semana pasada Marzà presentaba un borrador del decreto de plurilingüismo. ¿Qué peros le pone?-Se está fomentando una política multilingüe que no lo es tal. La única prioridad de ese decreto es el valenciano, no es el aprendizaje compensado y equilibrado de las dos lenguas cooficiales y no lo es la introducción del inglés. El decreto prevé un crecimiento del inglés muy pobre, prácticamente similar al que tenemos actualmente. Cuando las administraciones educativas abordamos un proyecto de plurilingüismo, lo hacemos porque la sociedad nos traslada una carencia fundamental del sistema educativo que es que los niños españoles y valencianos no salen con un buen nivel de inglés. No abordarlo desde el punto de vista de la introducción de las lenguas extranjeras, sino desde una reivindicación de que en las zonas castellanohablantes deben hablar valenciano. Es una política muy antigua.
-¿No considera necesario que se refuerce el aprendizaje del valenciano y el inglés al ser éstas dos lenguas con una presencia escasa en los medios de comunicación, sobre todo de la primera desde el cierre de RTVV?
-Pero es que hacer presente el valenciano en los medios de comunicación no se hace a través de un decreto de plurilingüismo. Se hace a través de otras vías. Se fomenta la lengua incentivando el valenciano en los medios de comunicación propios de nuestra comunidad. Y el inglés que ha establecido Marzà en esas seis modalidades plantea que la línea de valenciano sean tres asignaturas, en la de castellano dos. ¿Eso es fomentar el aprendizaje del inglés?
-¿Se arrepiente de que el Consell al que pertenecía cerrara RTVV? ¿Cometió un error el PP?
-Ojalá hubiéramos encontrado otra solución. Nuestro gobierno no tenía más opciones en ese momento: había una negativa de los sindicatos y principales partidos de la oposición para consensuar una opción viable para la Generalitat. Cuando no hay consenso, se provoca una situación triste para todos.
-¿Por qué sigue existiendo conflicto lingüístico en una comunidad autónoma con dos lenguas oficiales y en otras con la misma situación este tema está ya superado?
-El conflicto lingüístico sólo existe en política. La sociedad tiene claro que sus lenguas oficiales son el valenciano y el castellano. Valora el correcto aprendizaje de ambas y está tremendamente preocupada por que sus hijos tengan un buen conocimiento de una lengua extranjera. Todo lo demás es política.
-¿Qué opina de las recientes aproximaciones a Cataluña?
-Yo quiero una relación con Cataluña que sea de igual a igual. No quiero una relación de subordinación, de sentirnos acomplejados. Y este Gobierno transmite complejo respecto a Cataluña. Eso de que venga el presidente de Cataluña y hagamos un recibimiento como si fuera el 9 de octubre, no. Fue un poco bienvenido Mr. Marshall.
-Hace unos días se convocó la comisión de Ciegsa. PSPV, Compromís, Podemos y Ciudadanos estudian llamar a comparecer a algunos exconsellers entre los que se encuentra usted como anterior responsable de Educación… ¿Cómo afrontará su citación si finalmente es llamada a comparecer?
-Bueno, yo no licité ningún colegio a través de Ciegsa. Cuando yo llegué a la conselleria estaba en marcha la ley de reestructuración del sector público empresarial; Ciegsa estaba en liquidación y, por tanto, todas las licitaciones las tenía que asumir la Entidad de Infraestructuras de la Generalitat (Eige). Así que yo no pude licitar ningún colegio a través de Ciegsa. Cuando yo llegué se tuvo que hacer un ERE, por desgracia, y los pasos pertinentes para su disolución.
-¿Nunca le dio la sensación de que pasaba algo raro en Ciegsa?
-Nunca puse un solo pie en Ciegsa. No estuve ni un sólo día allí, porque para mí era una sociedad en liquidación. Por tanto, no podía construir colegios y licitarlos a través de Ciegsa. Puse al frente a una persona que me generaba mucha confianza para hacer el proceso de disolución y poco más.
-¿Cuál cree que es el mayor problema del actual Consell?
-Yo le detecto dos problemas al Govern del Botànic y es que tiene que satisfacer tres proyectos políticos con sus propias aspiraciones y tres liderazgos con sus propios idearios políticos, y eso es imposible. Tiene que satisfacer el ideario de Ximo Puig, Mónica Oltra y el de Antonio Montiel. Eso desde una única línea de acción es muy difícil, sobre todo porque se genera mucha desconfianza que paraliza la Administración.