VALÈNCIA (EP). El equipo de gobierno del Ayuntamiento de València, presidido por la alcaldesa María José Catalá (PP) y formado por PP y Vox, plantea para la reforma de la avenida Pérez Galdós-Giorgeta, impulsada por el anterior ejecutivo local -el Govern del Rialto compuesto por Compromís y PSPV- un proyecto que mantiene la desaparición del túnel pero que cambia respecto a la propuesta inicial al dejar dos carriles para el vehículo privado -y no uno-, un carril bus segregado, y un carril bici segregado y unidireccional en cada sentido -de 1,5 metros de ancho-.
Esta opción modifica algunos aspectos de la iniciativa surgida del concursos de ideas promovido por el Rialto para remodelar esta avenida y apoyada por ese ejecutivo, pero respetando las bases de esa convocatoria, manteniendo la subvención lograda a través de los fondos europeos para acometer la actuación y renaturalizando la vía. La nueva propuesta contempla tres líneas de arbolado, en el centro y en los laterales de Pérez Galdós-Giorgeta.
Así lo han indicado este jueves el edil de Movilidad, Jesús Carbonell, en la rueda de prensa que ha ofrecido para dar a conocer el modelo que el ejecutivo actual defiende para la avenida y el estudio realizado para decantarse por esta opción. El edil ha estado acompañado por la directora de Movilidad, Elena Ayllón, y la jefa de servicio de esta delegación, Cruz López.
Todos han señalado que el estudio hecho, a través de un programa de simulación que ha sondeado todas las opciones para la reforma y sus repercusiones en el tráfico, ha concluido que la propuesta elegida -el escenario uno de este análisis- mantiene "el nivel de servicios" de la vía "como hasta ahora", así como el tiempo que se tarda en cruzarla, entre 4,5 y 5 minutos en hora punta -con la opción anterior se detectaban "demoras y longitudes de cola que se incrementa, un gasto de combustible y del tiempo para cruzar en coche la vía, 7 minutos en un sentido y más de 10 en otro, han concretado- .
Igualmente, han resaltado que se "permite cumplir las bases del concurso", para "evitar tener que volver a licitar" el proyecto elegido; eliminar el paso inferior" -"la reivindicación más importante de los vecinos" de la zona, ha resaltado Carbonell-; "cumplir con el contenido de la memoria enviada a Europa" para contar con fondos europeos en esta intervención, y que la avenida conserve, atendiendo al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de València, su carácter de ronda como "eje prioritario que distribuye el tráfico".
Además, el modelo escogido posibilita la conexión entre los barrios del entorno; segregar el carril bus, "para así mejorar la velocidad comercial" de los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT); y dar continuidad a la red de carriles bici, han agregado. A esto se suman las tres líneas de arbolado que se contemplan y la ampliación de aceras.
De la simulación realizada se desprende que la opción defendida por el anterior gobierno municipal haría que la vía estuviera "congestionada todo el día", que hubiera un mayor consumo de combustible -de 0,73 litros con la idea del Rialto y del 0,42 litros con la de PP-Vox, ha detallado Carbonell- y, que se aumentara el tiempo de cruzarla de lado a lado, que se diera una "mayor afección a los servicios existentes" en el entorno y "mayores plazos de ejecución y costes", ha apuntado Ayllón.
Cruz ha añadido que la opción elegida por el actual ejecutivo contempla también prohibir el giro a la izquierda que desde Pérez Galdós se hace hacia la calle Linares -los coches dejan de usar la avenida para ir del este a la A-3, ha dicho- y habilitar "toda la avenida en doble sentido".
La jefa de servicio ha apostillado que la reducción del tráfico estimada respecto a la actual "es muy pequeña -un menos 2,6%, ha dicho-" y que la vía "se queda más o menos con el mismo" en hora punta -estimada entre las 7.00 y las 8.00 horas-.
Carbonell ha insistido en que la opción defendida por el ejecutivo de PP y Vox cumple, aunque se mantenga el número de carriles para coche actual, con el "objetivo de no perder los fondos europeos -se prevé una inversión total de 9,9 millones con participación de los Next Generation-" para la reforma de Pérez Galdós-Giorgeta, "una premisa repetida por la alcaldesa hasta la saciedad" que se va "a cumplir".
"No se pierden con nuestro planteamiento", ha subrayado el concejal, al tiempo que ha afirmado que además de "renaturalizar" y de mantener "la eliminación del túnel", "no se perjudica el tráfico en el resto de la ciudad".
"Con el proyecto del Rialto, la ciudad colapsaría. El tráfico en la vía bajaría un 26 por ciento, pero se reconduciría por otras y llevaría al colapso del tráfico" en Pérez Galdós-Giorgeta "y en las colindantes", ha insistido el edil. Han manifestado que Fernando El Católico se usaría como alternativa y tendría un aumento de tráfico.
Jesús Carbonell ha añadido que el túnel, como recoge la propuesta ganadora del concurso de ideas para reformar la avenida, se convertirá en "un tanque de tormentas". Las aceras laterales, que se ampliarán, tendrán 3,6 metros -ha apuntado que serán más amplias que en Primado Reig-, mientras que la zona central será ajardinada y no transitable.
"La planta viaria será muy similar a las rondas en la ciudad de València", ha avanzado el concejal, que ha declarado que "eliminar el túnel dará una permeabilidad mayor al barrio" porque "se elimina el muro que supone" ese paso inferior y permitirá que haya "más pasos de cebra", así como "mejorar la vida de los usuarios de la zona".
Preguntado por los plazos para ejecutar la remodelación, el edil ha afirmad que se debe "cumplir lo previsto por la Unión Europea", de modo que ha expuesto que tendrá que estar hecha en junio de 2025. Ha expuesto que a partir de ahora "el equipo ganador -del concurso de ideas- debe comenzar a redactar el proyecto" con las modificaciones hechas.
Jesús Carbonell, que ha destacado que esta tarde se reunirá con los vecinos del entornos para darles a conocer la iniciativa, ha precisado que no habrá que compensar a ese equipo por los cambios hechos.