VALÈNCIA (EFE). La portavoz del PP en València, María José Catalá, ve "acreditada la necesidad" de la ampliación del puerto con "respeto medioambiental" y admite la vigencia de la DIA de 2006, aunque defiende que el acceso norte es un proyecto diferente que requiere "hablar largo y tendido" por su impacto ambiental.
Así lo ha indicado a EFE Catalá, quien ha acusado de "oportunismo" al alcalde de València, Joan Ribó, por negarse ahora a la ampliación y defender la necesidad de una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA) mientras en toda la anterior legislatura "no manifestó su disconformidad y permitió la licitación de la obra".
"La política esnob ambiental de postureo máximo me parece muy irresponsable", ha sostenido Catalá, quien ha incidido en que el gobierno valenciano ha tenido la misma postura que Ribó entonces y ahora.
Sobre la Empresa Municipal de Transportes (EMT), para Catalá es "un ejemplo de nefasta gestión de un servicio público esencial como el transporte público colectivo" y en vez de ser "referencia", es "el ejemplo del fracaso de las políticas de movilidad sostenible de Grezzi y Ribó".
"El fraude de la EMT no ha dañado la imagen del servicio, ha dañado la imagen de los gestores", apunta para lamentar que esta estafa "le va a costar dinero de los valencianos y al actual gobierno le va a costar levantar su imagen con una reputación de malos gestores que se han generado ellos solitos".
Para Catalá, la situación del Palau de la Música es una de las "cuestiones más dramáticas" de la actualidad municipal porque un cierre tan prolongado como el que se prevé para su remodelación "puede dañar mucho la riqueza y el patrimonio musical que ha prestigiado a la principal institución artística de la ciudad".
"Veo descoordinación y un gobierno absolutamente desafinado, y lo más doloroso es que veo absoluta apatía e ignorancia por parte del alcalde", apunta para admitir que "sufre" porque el gobierno local "es totalmente indolente al daño en el prestigio que le puede ocasionar este proceso tan largo y tan opaco".
Según la edil popular, el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, "tiene que dimitir, y ya", una vez se ha confirmado su procesamiento por la muerte de un operario en el montaje de los conciertos de Viveros de la Feria de Julio.
"El caso es tremendo porque el auto refleja una relación de causalidad más que acreditada entre la actuación de la administración, a la que se acusa de prevaricación administrativa, con el triste desenlace del fallecimiento de una persona", señala.
Critica la actitud del PSPV, socio de gobierno de Compromís, que define como "el silencio de los corderos" porque ve que "Sandra Gómez y los suyos no están a la altura de una gran ciudad", pues están "como corderos silenciados y absolutamente sometidos a los pactos de la Generalitat".
A su juicio, las políticas de movilidad de València "no protegen al peatón" porque se han hecho carriles bici y peatonalizaciones "sin tener en cuenta que hay personas con movilidad reducida o personas mayores que necesitan acceder a su casa".
"Me preocupa el 'silencio de los corderos' del PSPV, que deja que -el concejal de Movilidad- Grezzi haga los proyectos que deberían depender de Urbanismo" como las peatonalizaciones, afirma para insistir: "No entiendo el papel de Sandra Gómez, que deja todos los días que tome decisiones en una materia que es de su competencia".
Para la portavoz del PP, "València debería hacer una estrategia de turismo que pivotara en nuestras principales fortalezas: patrimonio cultural y artístico -y ahí incluyo las Fallas-, el turismo de playas y atractivo de costa y la música y disciplinas artísticas".
"No entiendo cómo Valencia no tiene un proyecto turístico basado en nuestra potencia musical y otras disciplinas artísticas. La ciudad de la música no tiene proyecto de atractivo turístico musical", critica y añade: "Este gobierno no tiene especial sensibilidad por la música".
María José Catalá ve "interesante" que se hagan estudios y balances sobre el impacto de las Fallas porque esta fiesta "tiene que demostrarle a los valencianos en muchas ocasiones que son muy interesantes para el empleo de la ciudad, el turismo y la economía".
Sin embargo, advierte de que para tener un buen turismo en Fallas, hay que tener la ciudad más limpia, cuidar de los lugares de especial interés patrimonial como la Lonja y regular correctamente la oferta turística y perseguir los apartamentos turísticos ilegales, "y esas patas fallan".
Asegura que, según los expertos, la Albufera "precisa un dragado experimental que acredite que es una buena solución para limpiar el fondo" y lamenta que el gobierno local apenas haya invertido 64.900 euros y haya rechazado sus peticiones para aumentar el presupuesto a un millón y reclamar fondos europeos.
"No lo digo yo, sino catedráticos de la Universidad Politécnica de Valencia, a cuya opinión le doy más credibilidad que a la demagogia de Sergi Campillo", asegura la edil popular, que insta a "tomarse en serio" el problema de este enclave e incide en que "no" pueden "negar la evidencia e ir contra criterios bien fundados".
Reconoce que "no" piensa "en otra cosa" que no sea llegar a ser alcaldesa ni se plantea otro escenario político porque cree que "el mejor servicio" que le puede prestar a su partido es "la ciudad de València", esencial para el PP de la provincia y de la Comunitat por los votos que ha recuperado.
"No valoro ese escenario (presidir el PPCV) porque estoy muy contenta con ser presidenta de la gestora de la ciudad. Quiero presentarme al congreso de la ciudad y tener unos buenos resultados y quiero hacer un partido muy fuerte en València", concluye.