Los periodistas internacionales no daban crédito a las imágenes de ancianas con la cabeza abierta o llevadas en volandas por la Guardia Civil mientras la policía no se atrevía a entrar en el mayor colegio electoral de Cataluña
BARCELONA. La jornada más histórica que ha vivido Cataluña en los últimos años ha sido portada mundial. Pero, para desgracia de los españoles, la imagen que ha dado la vuelta al mundo, pues hay más de 400 medios internacionales acreditados, ha sido la de una mujer mayor sangrando por la cabeza tras recibir un porrazo por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado al ejercer una 'resistencia pacífica'.
Valencia Plaza ha estado desde las cuatro de la madrugada del sábado en el mayor punto de votación de toda Cataluña, La Escola Industrial. Desde primera hora, las consignas eran las de resistencia pacífica, "Nada de violencia, ni un insulto", se podía escuchar en plena madrugada por un altavoz. Y así ha sido durante más de 20 horas.
Hasta este punto se han desplazado medios de todo el mundo, desde la conocida Al Jazzira, a las dos televisiones públicas francesas, medios rusos, radios latinoamericanas, o periodistas venidos desde puntos tan dispares como Estados Unidos, el fotógrafo del New York Times entre ellos, Dinamarca, Ucrania o Kurdistán. Eso por no hablar de los medios nacionales.
La madrugada se ha desarrollado entre consignas de "resistencia pacífica". Todos esperaban a los Mossos d'Escuadra sobre las seis, pero no ha sido hasta cerca de las siete de la mañana que una pareja de agentes han llegado al centro. No han entrado, más de 500 personas hacían guardia. Han levantado acta desde fuera y han informado.
Los votantes se iban agolpando en el centro escolar, los medios iban llegando, y los gritos de "votaremos" despertaban a los pocos vecinos que no habían bajado al colegio. No ha sido hasta pasadas las ocho de la mañana que un coche a toda velocidad ha parado en la puerta. Cientos de personas formaban una cadena humana para garantizar que las urnas y las papeletas entraran. Así ha sido. Mientras unos hacían de barrera, el resto aplaudía. A todo correr han entrado con el material en el colegio. Empezaba la caza del ratón.
Ha sido a partir de ahí que ha comenzado el esperpento. Mientras que en la Escola Industrial la gente formaba colas interminables cediendo el puesto 'als avis', y se trataba de conformar las mesas electorales, comenzaban a llegar vídeos de las entradas 'brutales' de policía y Guardia Civil en otros centros. Fue en ese momento, con el retraso que llevaba todo en el mayor colegio electoral de Cataluña, cuando la prensa internacional tanto vía Twitter, como con los teléfonos móviles de sus compañeros españoles, empezaban a ver imágenes de lo que ellos mismos han definido como "brutalidad policial".
Las caras eran un poema. Una periodista ucraniana le pedía a la redactora de este medio que, por favor, le explicara qué pasaba. Los observadores internacionales cogían sus móviles para informar de lo que veían. Ha habido varios políticos europeos que han hecho incluso comunicados oficiales. Las imágenes eran brutales. Mujeres mayores llevadas el volandas por tres guardias civiles. Otra anciana con la cabeza rota, o un agente de la Benemérita dando un empujón a un señor de más de 70 años. Nadie daba crédito.
Pero la cosa no ha ido a mejor. A lo largo de la jornada iban llegando los vídeos de una joven empujada escaleras abajo que, además, contaba como la Guardia Civil le ha roto los dedos de una mano, uno a uno, para luego tocarle los pecho. Noticias de un alcalde ingresado en un hospital por los golpes. Otra persona que ha tenido que ser operada tras recibir un pelotazo en un ojo.
La tensión en el mayor punto de votación de Cataluña aumentaba minuto a minuto. Hasta que a media mañana, ocho 'lecheras' llenas de agentes antidisturbios han estacionado a 30 metros de la puerta del centro. Era tarde, a esa hora más de 2.000 personas se agolpaban en el colegio. La imagen ha rozado el ridículo. Primero han bajado de los vehículos para, acto seguido y tras ver la gente que había, volver a subir y avanzar unos metros. En ese momento la gente se ha puesto de escudo humano y el convoy ha decidido irse para no volver.
El resto de la jornada se ha desarrollado con absoluta normalidad. El tono festivo ha sido la tónica dominante durante todo el día. De hecho, y debido a las imágenes de mujeres mayores agredidas, cada vez que entraba una 'iaia' la gente le abría paso entre aplausos, lo que ha provocado más un lloro entre las mujeres homenajeadas. Valencia Plaza ha acompañado a votar a una señora de 96 años.
Entre lágrimas de emoción, la mujer llevaba en su mano la papeleta del 'sí', mientras decía "llevo toda mi vida esperando este momento".