NUEVOS PROYECTOS MUSICALES

Chaval y Paz SS, los dos nuevos símbolos del underground valenciano

Dos supergrupos que están llamados a sonar con fuerza en la escena local se presentan durante estas semanas en la ciudad

3/04/2019 - 

VALÈNCIA. El underground valenciano es una gran familia que se renueva constantemente. No hace falta que sean las personas las que vayan cambiando, pero los proyectos nacen, crecen (lo que pueden o lo que quieren) y mueren o se transforman, lo que demuestra cierta madurez de la escena. Lo demuestran dos nuevos grupos con gente de sobra conocida por los parroquianos del circuito alternativo de música en directo, Chaval y Paz SS. Los primeros, presentaron el pasado sábado en la sala Magazine su proyecto por primera vez en València, vendiendo todas las entradas disponibles; los segundos, que ya han tocado varias veces en la ciudad, volverán a hacerlo este domingo junto con los estadounidenses Cave y los compañeros de escena Sufre.

Chaval, de las cenizas de Betunizer surge el groove

Betunizer es uno de los grupos con una trayectoria más solida de la última década en el underground valenciano, superando de lejos las fronteras autonómicas. Hace unas semanas se cumplió un año desde el anuncio de la disolución del grupo, y sin querer, este aniversario ha coincidido con una larga gira por una quincena de ciudades para presentar un nuevo proyecto que involucra a dos tercios de la antigua banda: Chaval, en la que Jussi Folch completa el dúo Jose Guerrero y Marcos Junquera, ahora sin Pablo Peiró

Esta nueva banda ha sido, en palabras del propio Jussi Folch, "como volver a tener 16 años": "hemos querido que nuestras canciones nazcan y se desarrollen sobre todo en el local, sin dejar que se contaminen, aunque sí perfilando, de puertas para afuera". Jose Guerrero deja la guitarra eléctrica y coge el bajo, uniéndose al bajo de Folch, miembro de otras bandas bien conocidas por la escena como Aullido Atómico y Retraseres. La percusión de Marcos Junquera completa la formación y deja fuera guitarras y teclados, facilitando así un sonido "mucho más groove, no tan rápido como Betunizer pero con más intensidad rítimica, con un sonido masivo y melodías amables", según explica el grupo a Culturplaza.

La idea del trío no es desmarcarse del sonido Betunizer, sino seguir manteniendo los conocimientos musicales y potenciar la rítmica además de dejarse influenciar por otros géneros como el afrobeat, el techno, el rap o el hardcore.

Durante estos 20 días de gira, el grupo se ha sentido muy arropado acudiendo a sitios que ya conocían de los diferentes proyectos en los que han estado o están involucrados: "el hecho de no tener aún nada grabado ha despertado más curiosidad aún, y si a la gente le extrañaba que hubiera dos bajos, al segundo tema se han acostumbrado y la respuesta ha sido muy buena". 

En València, donde cerraron esta gira, hicieron sold out, y los planes de futuro pasan por graban un LP en mayo en los Estudios Ultramarinos de Santi García. Previsiblemente, lo lanzarán antes de que acabe el año y, cuando sus otros proyectos lo permitan, lo podrán presentar también en directo. 

Paz SS, el supergrupo como refugio punk

La Plata o Wild Ripple son algunas referencias musicales que de sobra han trascendido la escena underground. Son proyectos que han salido de noches largas de conciertos y visitas a locales de ensayo que, de alguna forma u otra, cayeron en gracia de mucha gente. Pero la escena los cría y ellos se juntan: ha nacido un supergrupo. Es el caso de Paz SS, formado por Jacobo Amador a las voces, Oliver Val (Finale, Sonic Angels) al bajo, Manolete Blanco (Wild Ripple) a la guitarra y Miguel J. Carmona (La Plata) a la batería. ¿Su propuesta sonora? "Punk para hippies y letras en español directas y para abrir los chakras". 

Cada uno de sus componentes ha puesto sus referencias musicales (música de los 70, hardcore o punk) en común y entonces ha salido la rabia y la energía que querían trasladar al escenario. Así lo demuestra el primer adelanto del que será su primer disco, que saldrá a finales de abril, aún pendientes de saber bajo qué sello. El proyecto quiere tener puesta de largo y aspiran a sonar, no solo fuerte, sino lejos, así que programan poder girar con su debut después de verano.

Por una parte, este proyecto tan arraigado al sonido punk es "una liberación personal para desarrollar un sonido que nos faltaba en otros grupos" -cuenta Manolete Blanco-, pero por otra parte, aspiran a dejarse escuchar: "el punk está vivo y quiere ser oído; no queremos escondernos en el underground". 

La acogida de este nuevo proyecto no está siendo para ponerse modesto. Tal vez Paz SS adquiera la fuerza que algunos de sus miembros ya han cosechado en otras bandas. Por ahora, solo se puede confirmar que ha nacido una nueva banda de punk con expectativas (que no es poco).

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