Diseño e ilustración

el pintor ha ubicado su carrera en barcelona y el extranjero

Chidy Wayne, el castellonense que ilustró para Harvard y ahora expone en Nueva York

CASTELLÓ. Es muy posible que el nombre de Chidy Wayne no sea muy conocido en Castelló, porque el artista visual lleva más de veinte años instalado en Barcelona y es aquí, pero también en el extranjero, donde ha ubicado su carrera. Una carrera que no ha dejado en realidad de crecer. La última exposición que el castellonense protagonizó este pasado mes diciembre tuvo lugar en la ciudad de Nueva York. Una muestra individual que copó las salas de la tienda ÁWET. Pero, meses antes, ya trasladó sus pinturas hasta Miami, Bruselas, París y Madrid. Con todo, el creador fue incluido en la lista 'Best of España' 2023 de la revista de arquitectura AD. 

Chidy Wayne se ha abierto un hueco en el mundo del arte con unas obras que resaltan por su ausencia de color y, en ocasiones, de recursos. Pinturas, que como definen quienes más le conocen, "están despojadas de trazos gratuitos". Son minimalistas y gestuales y cuentan con su propio código de signos y mensajes. Un estilo propio que ha conseguido desarrollar, además, en no mucho tiempo.

Cuando el castellonense se trasladó a Barcelona hace dos décadas fue, más bien, para formarse en diseño de moda. Aunque terminó dedicándose a la ilustración comercial. En este sector, Wayne ha trabajado para clientes tan distintos como la Escuela de Diseño de Harvard, Nike, Mango o Yoko Ono. "Cada encargo lo tomaba como una oportunidad para sacar lo mejor de mí. Fue mi mejor entrenamiento", cuenta a este diario el creador, quien al cabo de un tiempo decidió dejar los encargos para focalizarse en las Bellas Artes y ahí sigue hasta día de hoy.

"Con la ilustración aprendí a exigirme mucho tanto técnica como artísticamente. En mi cabeza cualquier trabajo podía ser aquel que me abriera las puertas a otro trabajo de mayor calado. Así que aprendí a la fuerza a ser constante y a no dejar de dibujar. Gracias a la ilustración ahora soy artista", manifiesta Wayne. 

"Estoy perdido si dependo del gusto de las marcas"


Siempre le había fascinado la pintura. Con cinco años sus padres le regalaron el cartel de El Futbolista de Picasso, el cual se convirtió, junto a Dalí, Francisco Ibáñez y Akira Toriyama, en uno de sus principales referentes a la hora de dibujar. 

"Ahora todo encaja", cree el castellonense, quien no duda en reconocer que siempre había tenido la espinita de crear su propia obra. 

"El arte supone un mayor reto a todos los niveles y es el reto al que siempre me quise enfrentar. Siempre he buscado la libertad y crear lejos del encargo me hace más libre y a la vez más comprometido con lo que creo. Dejé la ilustración cuando fui consciente que ya podía 'caminar sin muletas', cuando me vi fuerte y coherente artísticamente hablando. También, cuando me di cuenta de que estoy perdido si dependo del gusto de las marcas", reitera.

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