VALÈNCIA (VP). El fabricante de salsas valenciano ha lanzado al mercado un nuevo producto, un Allioli Extra Suave que pretende conquistar los palares de aquellos que disfrutan de salsas menos intensas, mediante el concepto ‘El primer Allioli que no necesita ser fuerte para seguir siendo Allioli’.
La razón de este lanzamiento tiene su origen en el consumo de salsas que realizan los españoles. Como regla general, el estudio desarrollado por la compañía valenciana desvela que casi 6 de cada 10 encuestados prefieren las salsas más suaves. Es más, el 35% afirma que le gustaría que hubiese salsas de menor intensidad y el 32% indica que una salsa fuerte no tiene por qué serlo siempre y sería bueno que existiesen variedades de una misma salsa. Incluso, más de la mitad de los españoles (55%) señala que echa de menos que se experimente con los sabores tradicionales.
Los datos de consumo revelan que 1 de cada 5 consumidores españoles ha aumentado el empleo de salsas desde la pandemia, siendo el fin de semana el momento más idóneo para degustar este tipo de aderezo. Asimismo, más de la mitad de los encuestados (57%) reconoce que añade salsa a los alimentos para potenciar el sabor, mientras que el 35% lo hace para experimentar con nuevos sabores.
Si se tiene en cuenta el punto de vista social a la hora de consumir salsas, 3 de cada 10 (28%) encuestados aseguran haber tomado una salsa fuerte simplemente por hacerse los valientes ante el resto de comensales. Y, para más de la mitad de los españoles el contexto es determinante para consumir un tipo de aderezo intenso: el 56% no tomaría una salsa fuerte antes de una reunión bien porque quiera dar buena impresión después (28%) o bien porque no le dé tiempo a lavarse los dientes (28%).
Sin embargo, cuando se les da a elegir entre salsas suaves o fuertes, se ve la verdadera realidad del paladar español. Los andaluces (46%), canarios (41%) y catalanes (39%) son los españoles a los que más se identifica como aquellos que consumen más salsas fuertes, en contraposición con los gallegos (33%), asturianos (23%) y cántabros (23%) que son los que menos tiran de este tipo de salsas.
“Sin duda alguna, este estudio pone de manifiesto algo que no es distinto a los hábitos generales de alimentación que, por costumbres o región, optamos por aquello que se espera de nosotros (o lo que pensamos que se espera de nosotros) aunque no sea necesariamente lo que preferimos”, ha señalado Agustín Martiño, gerente de Negocio de Grupo Choví.
Por todo ello, para que los consumidores puedan disfrutar con la intensidad que deseen en el momento que decidan, Choví ha lanzado una salsa Allioli Extra Suave, con la que propone una alternativa con personalidad, pero más consensual. De esta manera, se acerca a todos los paladares, y facilita el consumo de esta salsa, tan asociada al entorno Mediterráneo, en cualquier situación.
El objetivo de Choví es crear productos para todos los paladares, que entren en más momentos de consumo con el fin de conseguir que aquellos que no consumen ahora Allioli porque el sabor es demasiado fuerte encuentren en este producto un aliado para aderezar cualquier plato en diferentes momentos.
Así, el Allioli Extra Suave de Choví se elabora con ingredientes de primera calidad para permitir mantener la receta tradicional del Allioli tradicional, aunque se reduce la intensidad de ajo.
“Queremos abrir las posibilidades para que más personas puedan disfrutar del Allioli, bien porque hay varios momentos, bien porque hay preferencias de intensidad o tolerancias. Nuestra intención es hacer accesible a todos los paladares una salsa anclada culturalmente en el Mediterráneo, o a determinados platos, o a las vacaciones. Por ello, y como líder del segmento, teníamos que trabajar sobre los mitos y barreras, sin renunciar a nuestra esencia”, asevera Martiño.
Para dar a conocer este nuevo producto, Choví ha puesto en marcha una campaña que tiene como protagonista a la humorista Patricia Conde, con la que pretende conquistar a los consumidores mediante mensajes alineados con el disfrute, la contraposición de sabor y el humor.
Bajo el lema ‘El primer Allioli que no necesita ser fuerte para seguir siendo Allioli’, la campaña consta de un spot de 70” de duración (con piezas también de 45”, 20” y 10”) y se difundirá en televisión, digital y exteriores. El concepto realiza un paralelismo entre acciones de la vida real en las que nos hacemos los fuertes, y el producto; acciones incómodas como chocarse con una puerta de cristal, pagar una cuenta elevada o hacerse un tatuaje sin estar convencido, son algunas de las situaciones reflejadas en este spot que muestra el peso de las apariencias en nuestras situaciones.
