Cine

La 'nueva' Mostra de València mira a la ciudad y a la industria

El Palau de la Música y su nueva subdirectora de Audiovisuales, Sara Mansanet, avanzan que cambiará de fechas en 2026

  • El concejal José Luis Moreno, Sara Mansanet y Vicente Llimerá.
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VALÈNCIA. El Palau de la Música corta la cinta de la nueva etapa del festival internacional de cine La Mostra de València—Cinema del Mediterrani. Sara Mansanet tomará posesión de la nueva subdirección de cinematografía y audiovisuales del organismo el próximo 1 de mayo, aunque, en una presentación con la prensa, ya ha esbozado algunas de las líneas de su propuesta. 

El proyecto de Mansanet se basa en tres pilares básicos: consolidar el festival como referente del cine mediterráneo, fortalecer su presencia durante todo el año y ampliar su vínculo con la ciudad, sin perder su esencia ni su mirada internacional.

“La Mostra de València debe constituirse en un punto de encuentro y en festival referente de la cinematografía del Mediterráneo, así como también de la audiovisual de toda la comunidad valenciana”, afirmó la nueva responsable del festival en su presentación. Para lograrlo, el festival apostará por “originalidad, innovación, calidad y contemporaneidad” —haciendo suyo el lema de esta temporada del Palau, ha titulado el proyecto La teua Mostra

La “conexión con la ciudad” será una de las prioridades de esta nueva etapa con la creación de Mostra 365, una nueva marca bajo la que se articulará la actividad cinematográfica y audiovisual del Palau durante todo el año, ampliando el proyecto de la anterior dirección, Mostra Expandida, que no precisamente por falta de estructura no llegó a desarrollarse: “Confluirán la búsqueda y el acompañamiento y el desarrollo del talento, la formación y la transmisión de conocimientos, la investigación y la divulgación y la cultura accesible e inclusiva”. 

La referencia, salvando las distancias, están en otros festivales de ciudad como San Sebastián “no por la parte de clase A tan espectacular, sino por la implicación que tiene el festival con su ciudad”. En este sentido, se reforzará la colaboración con centros culturales y bibliotecas municipales, y se estudiará la posibilidad de que el festival tenga presencia en citas como la Fira del Llibre.

Ya centrados en el festival, La Mostra mantendrá su foco en el cine producido en la cuenca mediterránea, pero se ampliará progresivamente con nuevas secciones y la incorporación de otras cinematografías. La programación de la 40ª edición, que se celebrará del 23 de octubre al 1 de noviembre, aún está en fase de diseño: Mansanet aún no ha tomado posesión y ha reconocido que el tiempo del que disponemos para diseñar esta próxima edición es ajustado y debemos tomar decisiones rápidas y efectivas”; por otra parte, el ex-responsable de la programación, Eduardo Guillot, dejó cerrados algunos compromisos que el Ayuntamiento quiere mantener y una persona ha ido a Rotterdam y a Berlín para hacer visionados de películas, por lo que el diseño de la programación no empieza de cero.

  • El público entrando a los Cines Babel, una de las sedes de La Mostra. -

¿Será esta una edición de transición? Cualquier cambio en la dirección hace inevitable que así lo sea, pero tanto el Ayuntamiento como el Palau de la Música y Mansanet han remarcado el buen trabajo del equipo anterior y la intención de mantener el foco principal sobre las cinematografías del Mediterráneo, aunque también “ampliar la programación a nuevas cinematografías”. Dos caminos que se van a explorar en este sentido serán las series y los mediometrajes, esta última a través de una nueva sección que heredará La Cabina.

Otra línea estratégica será reforzar la vertiente industrial del festival. La organización aspira a convertir la Mostra en un punto de encuentro para profesionales del sector audiovisual, con vocación nacional e internacional: “La idea es que pueda crecer más y que sea un foco de atracción para los profesionales de la industria”, apuntaba Mansanet. 

Para eso, será clave tanto el crecimiento progresivo del presupuesto como la reubicación de La Mostra en el calendario, actualmente solapado con festivales como la Seminci de Valladolid. En este sentido, el director del Palau de la Música, Vicente Llimerá, confirmó que “ya se está estudiando y bastante avanzado los nuevos calendarios para que no coincidan con otros grandes festivales. Para 2026 habrá una nueva fecha”.

Respecto al vínculo con el tejido local, la nueva dirección tiene claro que la Mostra debe ejercer como escaparate del cine valenciano, con espacios “bien definidos no solamente de encuentro, sino también de exhibición”. Entre líneas, las producciones locales podrían tener una sección diferenciada, además de la competición en la Sección Oficial, como así ha sido otros años. El carácter internacional del festival no quiere distraer también la importancia de citas como La Mostra para el sector —también en sus actividades dirigidas a la industria.

Aunque este año el margen de preparación es muy ajustado, la nueva dirección confía en que los cambios, con la integración en el del Palau y un progresivo aumento de presupuesto (“Sería interesante poder llegar a 700.000 euros con comodidad”; actualmente la partida rondaba los 600.000 euros), refuerce una Mostra que echó a andar de nuevo en 2018 y se ha conseguido posicionar como una referencia para la ciudad, expulsándose todos los fantasmas de los últimos años de su primera era.

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