VALÈNCIA. Así definió a Antonio Llorens Teresa Cebrián, presidenta de la Acadèmia de l'Audiovisual Valencià, en la entrega de su Premio de Honor en 2022: "Obrero del cine". "Hombre del celuloide", titulaba Fernando Miñana en otro reportaje para Plaza en 2020. Es complicado resumir en pocas palabras toda la labor que ha desarrollado durante décadas el cineasta Antonio Llorens, que ha fallecido hoy a los 73 años de vida.
Productor, crítico, programador y director de cine. Llorens estuvo presente en el cine valenciano desde el inicio de su segunda era, formando parte de ese grupo de "malditos" que acuñó Abelardo Muñoz, junto a Pedro Urís, Lluís Rivera, Josep Lluís Seguí o Rafa Gassent.
En su faceta de divulgador y crítico, participó en Cartelera Turia y publicó casi una decena de libros. Pero sobre todo ha formado parte de los equipos de programación de La Mostra de València y de grandes festivales como la Seminci o el Festival de Málaga, como también de los Cines Babel y Albatros.
Hace apenas unas semanas, el Festival Internacional de Cine Infantil de Valencia (FICIV) celebró su figura con un premio de honor, en un acto muy emotivo. Llorens no solo deja un legado concreto, sino también la huella que ha dejado en muchos profesionales de generaciones posteriores y que le deben su educación y su formación profesional. Era un hombre con el que te encontrabas en el cine.