Ciudadanos y el problema de las expectativas

VALENCIA. De las cuatro fuerzas políticas que en la recta final de la campaña electoral se situaban en la cabeza, Ciudadanos (C's) fue la que peores resultados obtuvo el 20D. Así, pese a que el partido que lidera Albert Rivera ha pasado de cero escaños (no se presentó en 2011) a 40 diputados, la sensación es la de que perdió fuelle mientras que el PP supo retener más votantes de los esperados en el sprint a meta. Una impresión que también se produce entre los dirigentes de la Comunitat Valencia, si bien en el ámbito regional se han situado por encima de la media nacional e incrementando su resultado de las elecciones autonómicas.

En este sentido, no se puede decir que una formación política que ha pasado de no tener representación a situarse como cuarta fuerza con 40 escaños y 3,5 millones de votos haya fracasado. No obstante, lo ocurrido con Ciudadanos ha sido, precisamente, un problema de expectativas: los reiterados sondeos publicados en diversos medios de comunicación en los últimos meses apuntaban al ascenso vertiginoso de esta formación, llegando incluso a sobrepasar al PSOE como segundo partido y acechando al PP de Mariano Rajoy como primera fuerza.

Ya sea por la creación de una burbuja premeditada -como no pocos piensan- o, como señala Adolfo López en su artículo en Valencia Plaza de días atrás, porque los electores veían como una respuesta "elegante" decir que votarían a Ciudadanos, la realidad es que el partido de Rivera ha estado por debajo de las expectativas, lo cual siempre deja un poso de cierta decepción pese a que, en este caso, los resultados hayan sido más que aceptables.

Comunitat Valenciana, cuarta autonomía con mejor porcentaje

Como ya han informado varios diarios, desde la dirección estatal de Ciudadanos se han puesto en marcha estudios internos para conocer los motivos de ese desinflamiento final. No obstante, en la Comunitat Valenciana, una vez reposado el resultado, los dirigentes consultados por este diario dan por bueno en general los datos obtenidos en el ámbito autonómico.

Si bien admiten que podía esperarse mayor representación, recuerdan que los resultados valencianos se sitúan casi dos puntos por encima de la media: 13,9% en España, 15,8% en la Comunitat, y también por encima de las elecciones autonómicas de mayo, un 12,7%. En número de votos, C's obtuvo 309.000 sufragios en las regionales y, ahora, ha acumulado 423.000, un ascenso relevante pese a que es lógico que en esta cita una formación como Ciudadanos aumente sus prestaciones.

Así, los dirigentes valencianos de C's esgrimen que la Comunitat ha sido la cuarta de España en rendimiento, solo por detrás de Madrid, Murcia y Aragón. Buen resultado autonómico, también en Valencia ciudad y, con el hito de haber logrado un escaño por Castellón, el más complicado para C's, a los representantes del partido en las instituciones estar contentos.

De hecho, desde Valencia apuntan en cierta manera a la capital sobre la relativa decepción del resultado final: "Se puede decir que tanto todo lo bueno como lo malo, aciertos y errores, ha venido principalmente de allí", comenta un diputado de C's a este diario. "A la campaña nacional le sobró la última semana", señala otro de los dirigentes consultados.

En esta línea, se considera como posibles lastres a la proyección final el haber adoptado la posición abstencionista a muy pocos días de la votación así como algunos fallos amplificados durante la campaña, además del llamado "juego sucio" argumentado por Albert Rivera.

El día después valenciano

Por otro lado, como ya ha informado este diario, tras el 20D se abre una nueva etapa para C's en la Comunitat. Aparte de que la formación en el ámbito regional coincide con el deseo de evitar que se repitan las elecciones generales porque consideran que el PP tiene más opciones de verse beneficiado, el panorama valenciano tiene por delante una probable reestructuración de líderes si se confirma la marcha de la actual portavoz en Les Corts, Carolina Punset, a Bruselas como eurodiputada.

A día de hoy, el partido se encuentra dividido en dos sensibilidades: una formada, en su mayoría, compuesta por el grupo de exdirigentes del PP que han recalado en C's, y otra en la que se agrupan activos que proceden de fuera de los grandes partidos como la propia Punset o que han llegado a la formación naranja procedentes de UPyD, como el síndico adjunto Alexis Marí.