VALENCIA. En busca de la mejor universidad española, así se encuentra la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). El cometido puede parecer alejado de sus funciones, pero el organismo público justifica su “gran importancia" y su participación en el análisis. “Hay muchos elementos interesantes desde el punto de vista de la competencia y la regulación económica eficiente”, argumenta. Y con este propósito, se suma a la moda de las evaluaciones para fomentar la competitividad de estas instituciones.
“¿Cómo valoras el sistema universitario español?” o “¿Se deberían reducir las barreras de acceso a la creación de nuevas entidades?”. Son algunas de las preguntas que forman parte de la consulta pública abierta por la CNMC y que se puede responder hasta el día 25 de julio a través de su página web. Los participantes valoran los campos de manera numérica, atendiendo a una escala del 1 al 5, pero también hay preguntas de respuesta abierta, como aquellas en las que se pide el nombre de una universidad de excelencia a criterio personal.
Cabe pensar que finalmente se acabará elaborando un listado. De ser así, atendería a los dos ejes fundamentales en torno a los que pilota el cuestionario: la actividad investigadora y las condiciones del profesorado. En el caso de los docentes, se hace hincapié tanto en las barreras de acceso a los puestos, como en la retribución recibida. Todo ello da que pensar que, pese a estar abierta a todo el mundo, cobra relevancia entre la comunidad educativa.
Argumenta la CNMC que los centros más destacados en el plano internacional “están inmersos en una carrera de excelencia para atraer a los estudiantes y profesores más preparados”, de manera que se mejoren sus resultados docentes e investigadores. Sin embargo, en España se produce “una falta de incentivos a la eficiencia y la competencia entre universidades”, lo que acaba constituyendo un escollo para caminar hacia la excelencia. En base a ello el organismo incide en que existen motivos “para la intervención pública” y considera que su propia experiencia puede servir de aportación. Un análisis “particularmente adecuado” tras las reformas emprendidas por el Plan Bolonia.
Finalmente, establece una relación directa entre el ámbito universitario y el mundo de la empresa. "La universidad debe aportar a la sociedad capital humano, innovación y espíritu emprendedor. Estos son inputs esenciales que se utilizan en todos los sectores económicos", expone el texto que introduce el cuestionario. Además, lanza un mensaje inquietante: "Las administraciones públicas, tanto a nivel normativo como en sus actos administrativos específicos, deben motivar adecuadamente cualquier restricción al acceso o al ejercicio en este sector que pueda erosionar las ventajas estáticas y dinámicas de la competencia".
Las últimas palabras dejan entrever que los resultados podrían tener repercusiones. Tanto como su justificación sobre la pertinencia de este análisis, en lo que parece un alegato desmedido. "Es lógico que la CNMC se interese", concluye su anuncio.