VALÈNCIA (EFE). Las colas de compradores guardando la distancia social para adquirir la lotería de Navidad ya se ven en las administraciones más concurridas en las primeras semanas de diciembre, donde las ventas en ventanilla son "pausadas" pero no cesan y suben en internet, aunque en general han bajado por el menor movimiento y las restricciones en la hostelería.
"La gente no ha perdido la ilusión con la pandemia" de comprar lotería para el sorteo del Gordo de Navidad y las colas se han doblado este año al tener que guardar la distancia entre un comprador y otro y al reducirse el aforo de los despachos, según relata el gerente de la Administración número 3 de Manises, Rafael Sanchis.
En su despacho se han reducido de seis a tres las ventanillas abiertas al público por la limitación de aforo al 50 % y se han organizado en dos equipos de trabajo para evitar contagios y ampliar el horario de apertura.
De hecho, este año de la covid no cierra al mediodía y desde mitad de noviembre mantiene horario ininterrumpido de nueve de la mañana a ocho de la tarde.
Para esta campaña, esta administración, que lleva once años consecutivos repartiendo premios importantes y en los últimos ocho ha repartido el Gordo de Navidad en tres ocasiones, casi ha triplicado su plantilla de las seis personas habituales durante el año a 17 entre atención en ventanilla, telefónica y por internet, y ha contratado a personal para el control del acceso.
Unas medidas anticovid que ha establecido este despacho de Manises, el tercero en ventas a nivel nacional, por detrás de Doña Manolita y La Bruixa d'Or, y que este año va "a por el cuarto" premio del Gordo, ha manifestado Rafael Sanchis a EFE.
La venta por internet está funcionando mejor que el año pasado, según Sanchis, y, unida a la de ventanilla, permite compensar "el bajón" de la lotería que se vende a través de asociaciones y colectivos, que es donde más se nota la reducción del negocio este año de pandemia por la suspensión de fiestas tradicionales, como las Fallas o fiestas patronales de los pueblos.
"El no tener las Fallas y las fiestas de los pueblos se ha notado, la ausencia de turistas se ha notado, el menor consumo de la hostelería se ha notado", señala el gerente de la administración número 11, conocida como Lotería Bello y situada en la plaza del Ayuntamiento, Fernando Bustamante.
En cuanto a la gente de la propia ciudad que suele ir a comprar al despacho, "ha respondido bien" y este año continúa con la tradición, al igual que las ventas por internet, que se han disparado alrededor de un 30 o un 35 % en esta céntrica administración, si bien por este canal las ventas son "de un décimo, dos o tres", asegura Bustamante.
En general las ventas están sufriendo "una merma importante" este año en todas las administraciones españolas, que todavía no se puede cuantificar pero que la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Loterías (Anapal) ha estimado en un 25 o 30 % inferior a la de otros años hasta noviembre.
Unas expectativas que al menos el despacho 3 de Manises no piensa cumplir y espera aumentar "un poco" las ventas respecto al año pasado gracias a "la ilusión de la gente en busca de la suerte".