VALÈNCIA. Comienzan las obras del desdoblamiento de la carretera CV-370 que conecta Manises con Riba-roja de Túria, para completar el proyecto "Vía parque del Turia. Tramo Manises-Riba-roja. Subtramo 4", una reivindicación histórica de los vecinos y las vecinas de Manises, principalmente de la zona de urbanizaciones, y del propio Ayuntamiento.
El alcalde de Manises, Javier Mansilla Bermejo, ha manifestado que “después de la reivindicación histórica del vecindario de Montemayor, el Collado y la Presa, así como de este Ayuntamiento, por fin, se materializan unas obras muy deseadas y necesarias para evitar accidentes en una de las carreteras con más tráfico de nuestra localidad”.
Las obras incluyen la duplicación de la calzada de la CV-370 en un tramo de dos kilómetros entre una de las dos rotondas de enlace con la A-7 (bypass) y la primera glorieta del término municipal de Riba-roja de Túria, con control total de accesos para segregar el tráfico vecinal y el de paso mediante vías de servicio. De esta manera, se espera subsanar los puntos negros de accidentes.
Además, para mejorar los accesos de las urbanizaciones Montemayor, el Collado y la Presa, se construirán dos glorietas unidas mediante una nueva estructura bajo la cual discurrirá el tronco principal de la vía.
El tramo de la CV-370 comprendido entre las poblaciones de Manises y Riba-roja de Túria se ha caracterizado por su elevada intensidad de tráfico, superior a los 21.000 vehículos diarios, y por su alta concentración de accidentes, motivos por los que el Ayuntamiento de Manises lleva varios años solicitando a la Diputación de València, institución que tiene las competencias en esta carretera, mejorar la capacidad de la vía y, por tanto, su seguridad, con la duplicación de la calzada y el control de accesos.
El presupuesto de esta inversión supone más de 12,5 millones de euros y se prevé que las obras tengan una duración de 18 meses, realizadas por la Diputación de València. Con su finalización, concluirán así las actuaciones de mejora de la CV-370 que se iniciaron en 2013 y se han llevado a cabo en cuatro fases.
En cuanto al orden de las operaciones, primero se ejecutarán las vías de servicio y, posteriormente, el desdoblamiento en dos carriles en cada sentido del tramo de la calzada que todavía no se ha ampliado, lo que supondrá una desviación del tráfico a las nuevas vías de servicio.