VALÈNCIA (EP). La Comunitat Valenciana y Baleares han acordado elaborar una estrategia conjunta de adaptación al cambio climático, especialmente en la costa, y fomentar la descarbonización de la movilidad de los puertos, sobre todo en el transporte marítimo de mercancías y viajeros, para contribuir a la reducción de emisiones contaminantes.
Esta son algunas de las conclusiones en materia de transición ecológica, que se han extraído durante la I cumbre bilateral entre la Comunitat Valenciana y Baleares que ha tenido lugar entre este lunes y este martes en Palma.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, han clausurado este martes la cumbre en la Llotja de Palma y han expuesto las conclusiones que han surgido fruto de este encuentro.
Armengol ha recordado que ambas comunidades tienen "un camino común" que es la sostenibilidad. "Hemos demostrado cómo la periferia puede ir por delante la centralidad, como hicimos con leyes de residuos y contra el cambio climático, y con políticas de vivienda o de protección de la diversidad que más tarde han replicado en el conjunto de España", ha señalado.
En materia de medio ambiente, los dos gobiernos han planteado poner en marcha planes autonómicos de eficiencia energética y descarbonización de sus instalaciones y edificios públicos. También fomentarán foros de intercambio de experiencias públicas y privadas para mejorar la implementación de renovables respetando el territorio y el paisaje.
En el documento de conclusiones de la cumbre, además, se expone la posibilidad de coordinar los sistemas y los equipos de limpieza del litoral, así como el aumento de protección de las reservas marinas para garantizar la sostenibilidad de los ecosistemas y los recursos pesqueros. En este sentido, se apuesta por la protección del Mar Mediterráneo y se impulsarán líneas de investigación conjuntas, un proyecto de seguimiento específico del Corredor de Cetáceos y uno para la protección de la posidonia.
Las dos comunidades se han comprometido también a cooperar para crear entornos favorables para la atracción de inversiones ecológicamente sostenibles y a colaborar en materia de hidrógeno, aprovechando el impulso de la planta de Lloseta y la puesta en funcionamiento del proyecto GreenHysland.
Asimismo, en la cumbre, ambas comunidades han acordado priorizar las energías renovables, fomentar la protección de la atmósfera y reducir las emisiones contaminantes y de gases de efecto invernadero del sector de la construcción. También quieren subvencionar proyectos, obras e investigación aplicada de impulso a la transición ecológica, a la innovación, la economía circular y la adaptación del territorio al cambio climático.
Además, los gobiernos autonómicos pretenden seguir avanzando hacia la implantación de impuestos que gravan las actividades contaminantes e impulsar la economía y el consumo de proximidad.
En cuanto a las mejoras en materia de vivienda, los dos territorios se han comprometido a llegar a acuerdos con los agentes sociales para establecer más conexión entre las políticas urbanísticas, de vivienda y de suelo y conformar "una gestión pública más racional de la organización de el espacio".
En este sentido, han planteado abordar una estrategia pública de rehabilitación de vivienda y entornos urbanos, enmarcada dentro del fondo Next Generation EU, con criterios de sostenibilidad, resiliencia y biohabitabilidad.
Asimismo, el Govern balear y la Generalitat Valenciana defenderán de forma conjunta ante el Estado la inclusión en la ley estatal de vivienda de mecanismos legales por los que las comunidades puedan controlar los precios en los mercados tensionados, así como el hecho de establecer mecanismos de cooperación para garantizar la función social de la vivienda ante los usos especulativos.
También proponen avanzar en la elaboración de un código de buenas prácticas conjunto en el que se recojan las mejores iniciativas en cuanto al diseño y la construcción de viviendas de alquiler social sostenibles y su posterior gestión pública.
Finalmente, Baleares y la Comunitat se han comprometido a impulsar modelos de transporte urbano sostenible y descarbonizado, a elaborar estrategias conjuntas para la creación de zonas de bajas emisiones en zonas urbanas e insulares, y avanzar en la limitación de los combustibles fósiles.