VALÈNCIA (EFE). El año pasado se denunciaron en España un total de 374.737 ciberdelitos, un 22 % más que el año anterior, 34.005 de ellos en la Comunitat Valenciana, la cuarta región de España por cantidad de este tipo de delitos, por detrás de Cataluña (63.877), Madrid (63.758) y Andalucía (56.908).
Las provincias más afectadas son Madrid (63.758), Barcelona (46.513) y Valencia (18.354), con Alicante en quinto lugar (13.075), según el último Informe sobre Cibercriminalidad del Ministerio del Interior.
Del total de delitos denunciados, nueve de cada diez fueron estafas, que suben un 26 % respecto al año anterior.
El balance, hecho público este viernes, confirma que se acelera el ritmo de crecimiento de este tipo de delitos, que en 2018 suponían el 7,5 % de toda la delincuencia y el año pasado eran ya el 16 %.
A mucha distancia de los fraudes informáticos se situaron las amenazas y coacciones cometidas a través de internet (15.982 casos, el 4,2 % del total), que se redujeron casi un 8 % respecto al ejercicio previo.
También descendieron los delitos contra el honor, la propiedad industrial e intelectual y la interferencia de datos y en sistema (ciberataques).
Las infraestructuras críticas recibieron un total de 546 ciberataques, casi un 20 % menos que el año previo. Fueron sobre todo ataques contra los sistemas (60 %), seguidos de robos de información (21 %) y, en menor medida, fraudes, intrusiones y uso de malware.
Según el informe, el perfil del ciberdelincuente es un hombre (el 72 % de todos los detenidos o investigados), de entre 26 y 40 años y de nacionalidad española. En total fueron detenidas o investigadas 15.097 personas, un 9,4 % más que en 2021.
Bajó sin embargo ligeramente el porcentaje de delitos esclarecidos: solo el 14,6 % de los hechos conocidos.
El mes con más incidencias registradas fue septiembre y, por ámbito territorial, encabezan la lista de denuncias Cataluña y Madrid, que superan los 63.000 hechos en ambos casos.
El número de víctimas se disparó en 2022: 298.319 20 (un 24 % más), con prácticamente la misma presencia de hombres que de mujeres. La mayoría tenían entre 26 y 40 años.
El fraude informático es el principal delito en todas la franjas de edad, pero en el caso de los menores no se sigue ese patrón, ya que son más vulnerables a amenazas, coacciones y delitos sexuales.
El informe recoge casi 4.000 delitos con víctimas menores de edad (1.685 que afectaron a chicos y 2.238 a chicas). En 1.400 casos se trató de amenazas y coacciones y en 954, delitos sexuales.
El Ministerio del Interior lanzó en febrero una campaña de sensibilización antes el incremento progresivo de este tipo de delitos desde 2016 y destaca las decisiones operativas que se han adoptado para mejorar las capacidades y los recursos policiales destinados a prevenir y perseguir la cibercriminalidad.
Por primera vez, destaca Interior, la Secretaría de Estado de Seguridad ha contado con una dotación presupuestaria específica de 5 millones de euros para mejorar las capacidades tecnológicas de la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad y de las unidades de Policía Nacional y Guardia Civil especializadas en la prevención y persecución de los ciberdelitos.