Los resultados podrían funcionar con la distrofia muscular de Duchenne (DMD), una enfermedad que afecta a uno de cada 3.500 hombres
MADRID, (EP). Tres grupos independientes de investigadores han conseguido mejorar las funciones musculares de la distrofia muscular de Duchenne (DMD), en ensayos realizados en ratones, a través de técnicas que permiten la modificación genética.
Se trata de una enfermedad genética debilitadora que afecta a uno de cada 3.500 hombres y provoca degeneración muscular, pérdida de movilidad y muerte prematura. Las mutaciones de la DMD implican a menudo la supresión de uno o más exones del gen de la distrofia, hecho que ocasiona un cambio en el código del ADN, el cual que conduce a la pérdida completa de la distrofina, una proteína esencial para el funcionamiento muscular.
En este sentido, según la investigación publicada en 'Science', para recuperar la expresión de las proteínas distrofinas, expertos liderados por Christopher Nelson utilizaron el sistema de modificación del gen 'CRISPR-Cas9' para eliminar el exón 23, el causante de un cambio adicional en el código genético que permite que las proteínas distrofinas sean expresadas. Para ello, utilizaron virus adenoasociado 8 (AAV8) para hacer llegar el sistema de modificación genética a las células musculares de los ratones.
Así, consiguieron eliminar el exón 23 en, aproximadamente, un 2 por ciento de todas las células musculares de las zonas que recibieron una inyección y se recuperaron los niveles de la proteína distrofina en, aproximadamente, un 8 por ciento del nivel normal.
Otros tests que usaban ratones de seis semanas descubrieron mejoras en los músculos responsables de la salud cardiaca y pulmonar, los cuales están "seriamente" debilitados y asociados con la muerte prematura en pacientes con DMD.
Por otra parte, en un segundo estudio, el equipo de Chengzu Long utilizó el virus adenoasociado 9 (AAV9), que muestra una alta afinidad con el músculo, para entregar los componentes de modificación 'CRISPR-Cas9' para el mismo modelo de ratón con DMD.
Primero perfeccionaron su estrategia de modificación genética en el entorno de la modificación de la línea germinal y descubrieron que el 80 por ciento de los ratones descendientes mostraron una supresión del exón 23, hecho que favoreció una expresión de la proteína distrofina.
A continuación, el equipo aplicó su estrategia al entorno más relevante clínicamente de modificación genética en células somáticas. Así, utilizaron AAV9 para entregar el sistema de modificación a los ratones unos días antes del nacimiento mediante inyecciones en el abdomen, en los músculos o en la parte trasera de los ojos.
Mientras que cada método de entrega presentó sus beneficios exclusivos y mejoró la función muscular, los investigadores descubrieron que los niveles de proteína distrofina fueron los más altos cuando el tratamiento fue inyectado directamente en los músculos.
Finalmente, un tercer estudio, liderado por Mohammadsharif Tabebordbar, también utilizó 'CRISPR' y AAV9 para suprimir el exón 23, y detectó una recuperación beneficiosa similar del funcionamiento muscular. De hecho, mediante el uso de marcadores fluorescentes, el equipo analizó los efectos del sistema de modificación genética en células satélite situadas lejos de los puntos de inyección.
Estos investigadores descubrieron que algunos miotubos satélite, una fase joven de las células musculares, habían recuperado la expresión de la distrofina. Por lo tanto, los autores indican que el AAV-CRISPR puede facilitar reparación genética continuada in vivo.