VALÈNCIA (Efe). El gobierno de Mariano Rajoy está dispuesto a renovar la concesión del hotel Sidi Saler al BBVA y Caixabank un mínimo de 30 años, avalado por un informe de la Demarcación de Costas con el que se pretende legalizar la reapertura del hotel. Pese a las peticiones del Ayuntamiento de València y de diferentes entidades ecologistas, Madrid está dipuesta a que el establecimiento vuelva a estar a pleno funcionamiento en pleno corazón de la Albufera.
Frente a este comportamiento, la asociación AE-Agró califica el informe de la Demarcación de Costas de Valencia favorable a la renovación como un "fraude al ordenamiento jurídico" y han presentado alegaciones contra este. Igualmente exige "la expropiación y el derribo de este hotel, conocido también como el Algarrobico valenciano", para completar así la "imprescindible regeneración del cordón dunar de la Dehesa".
Según informó esta semana la organización en un comunicado recogido por la agencia Efe, existen varios motivos por los que no se puede renovar la concesión. Así, recuerdan que la disposición transitoria primera de la Ley de Costas dictamina que los bancos propietarios del hotel tenían hasta 2008 para formular esta petición, "que finalmente realizaron en 2016, ocho años después de expirar el plazo legal".
Asimismo, en el expediente favorable de la Demarcación de Costas, que aún necesita el visto bueno definitivo del Ministerio de Medio Ambiente, "falta el informe medioambiental de la comunidad autónoma, tal y como establece el articulo 146.6 del Reglamento General de la Ley de Costas". La asociación explicó que esta indisposición se debe a un error de Costas, que en lugar de pedir el informe a la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural, lo solicitó a la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, "que no lo ha redactado al ser una administración incompetente para tal efecto", explicaron.
El colectivo ecologista expresó que "la falta del informe medioambiental constituye un defecto de nulidad del pleno derecho para infringir una norma de rango superior, concretamente, el mencionado artículo 146 del Reglamento de Costas". Por lo tanto, "obliga a la retracción de las actuaciones antes de la resolución del expediente, con solicitud de informe al órgano medioambiental competente".
Tal y como recordó Acció Ecologista, el Ayuntamiento de València "sí que emitió un informe medioambiental negativo, el contenido del cual Costas ha ignorado en el trámite de la petición de renovación de la concesión del hotel". El expediente de Costas "también ha omitido cualquier reflexión sobre las alternativas a la concesión, estudio necesario para la valoración del impacto de cualquier medida que influya en el medio ambiente".
"La declaración de Parque Natural, como es el caso de la Albufera, comporta la declaración de utilidad pública y en cualquier momento se puede optar por la expropiación". Del mismo modo, "la ubicación del Algarrobico valenciano en terrenos del dominio público marítimo-terrestre también permite desde el punto de vista legal su expropiación".
Tal y como advierte el Servicio Devesa-Albufera del Ayuntamiento, destacó Acció Ecologista, la concesión planteada por Costas "no ha considerado que la actividad del hotel se paralizó en enero de 2011 y que, por lo tanto, la concesión se encuentra extinguida desde entonces". Así que "renovarla ahora implicaría rehabilitar el derecho de los bancos a la explotación económica del inmueble, aumentando el valor de expropiación del Sidi Saler, con perjuicio para el erario público y dificultando así la ejecución de esta medida alternativa a la renovación de la concesión".