Crece el malestar en el PSPV por las concesiones de Puig a Oltra

VALENCIA. Los dos socios de gobierno en el Consell, PSPV y Compromís, atraviesan una etapa delicada en el ámbito orgánico en sus respectivas formaciones. Las elecciones generales han implicado un nuevo test de estrés ambos partidos, que se han visto sometidos a fuertes y constantes exigencias desde la precampaña de los comicios europeos de 2014. Así, mientras la coalición que lidera Mónica Oltra se enfrenta a la resaca de su alianza fallida con Podemos y, además, el Bloc afronta al tiempo un importantísimo congreso de partido, el PSPV también viene acusando el desmantelamiento de Blanquerías camino del Palau de la Generalitat que se produjo tras las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo.

Precisamente entre los socialistas valencianos, viene creciendo en los últimos tiempos el malestar en el partido por lo que muchos dirigentes consideran "excesivas concesiones" por parte del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y su equipo, a la número dos del Consell, Mónica Oltra, y, por tanto, a Compromís.

Así, el resultado en las elecciones generales del pasado 20 de diciembre ha hecho saltar las alarmas en el PSPV, aunque a juzgar por las reacciones, más en las bases y en algunos cuadros intermedios -aparte de los sectores críticos habituales- que en la propia dirección del partido o en el Palau de la Generalitat.

Dentro del Consell, una de las últimas medidas que ha generado ciertas disensiones es la creación de la Comisión Delegada del Consell de Inclusión y Derechos Sociales, una herramienta que le otorga a Oltra autonomía y poderes casi absolutos sobre la gestión de todo lo relacionado con estas políticas, que incluso puede solaparse con ciertas competencias que atañen a la conselleria de Sanidad, Carmen Montón.

Curiosamente, otro motivo de crispación en las bases del partido y algunos cuadros intermedios fue la tensión acaecida a raíz del nombramiento frustrado del economista Alberto Hernández Campa, marido además de Montón, como gerente de Egevasa. Una designación que Oltra criticó públicamente y que, tras días de tensión, desembocó en la renuncia al puesto por parte del nombrado

Si bien no son pocos los que en el PSPV creen que fue desacertado no calibrar las consecuencias de la maniobra, el enfado por la respuesta pública de la vicepresidenta en la rueda de prensa del Consell y las críticas por otras decisiones y nombramientos que ha realizado Compromís han corrido como un reguero de pólvora en el seno de la formación socialista.

No son los únicos rifirrafes internos que han circulado. Para algunos miembros del Consell, la independencia y autonomía de la que hace gala Oltra contrasta con los intentos de mantener en todo momento una línea conciliadora desde el Palau. En este sentido, hay quien en el Ejecutivo pone como ejemplo que fue la vicepresidenta la que anunció la revisión del Pacto del Botánico en una entrevista sin que la hubiera comunicado previamente. 

Bien es cierto, y en esto coinciden todos las fuentes consultadas del Ejecutivo, que la relación personal entre Puig y Oltra es "muy buena", si bien distintas fuentes del partido consideran que las concesiones son "excesivas" a Compromís y debería, cuando fuera procedente, producirse algún golpe de autoridad aunque fuera desde la formación socialista. La sensación generalizada en el PSPV es que la líder de la coalición es la que principalmente está rentabilizando las iniciativas del Consell, un hecho que se ha demostrado en los resultados de las elecciones generales, donde la alianza Compromís-Podemos-És el moment ha superado al PSPV situándose como segunda fuerza.

En este sentido, algunos dirigentes del PSPV también opinan que debería darse juego a la presencia de consellers en la rueda de prensa del Ejecutivo los viernes en la que Oltra casi siempre acapara el protagonismo en solitario. De hecho, y en momentos puntuales como ocurrió semanas atrás cuando se ofreció el balance de los primeros seis meses del Consell, fuentes socialistas opinan que Puig también podría comparecer en la citada rueda. Una estrategia que adoptó el popular Alberto Fabra en la recta final de la pasada legislatura.

Un contrapeso desde el partido

Por otro lado, las diferentes fuentes consultadas también señalan la necesidad de que desde el partido debería ofrecerse un contrapunto de mayor peso a la actualidad y agenda política del Consell. Ir introduciendo una figura desde la sede que pudiera en determinados momentos de ejercer de contrapeso -incluso crítico- a Compromís y a la propia Oltra evitando así la intervención directa del presidente Ximo Puig y salvaguardando su figura de posibles tensiones en el Ejecutivo.