VALENCIA. Aumenta la ruptura interna en el Colegio de Economistas de Valencia (COEV). El decano, Juan Manuel Pérez Mira, ha presentado dos querellas por injurias y calumnias contra el vicedecano Juan José Enríquez, con quien está enfrentado desde hace dos años por el control del colegio. El bloque crítico con la gestión del actual decano considera que la denuncia supone un "intolerable medio de presión" contra el ejercicio de las funciones del vicedecano y, por extensión, del resto de la junta de gobierno.
Según critica el sector encabezado por Enríquez en un comunicado, el decano persigue "evitar y entorpecer el cumplimiento de sus obligaciones, como es la de informar al resto de colegiados sobre situaciones que pueden afectar al normal desenvolvimiento de la vida colegial, y en particular del desarrollo de las elecciones de renovación de la junta".
El último episodio de esta bronca se vivió el martes por la noche, cuando siete miembros de la Junta Directiva del Colegio de Economistas encabezados por el vicedecano abandonaron la reunión tras leer un escrito en el que denuncian "incumplimientos estatutarios, intentos de presión al vicedecano y negativa constante y obcecada al normal funcionamiento del Colegio".
El motivo de sus quejas es, según su versión, la omisión en el orden del día de unos escritos presentados para que se adoptasen medidas contra "el uso partidista de los medios de comunicación propios del Colegio por parte del decano" y a otras cuestiones "decisivas" como un informe "sobre los cambios de gestión necesarios tras el rechazo de la junta general a las cuentas anuales" o para "corregir la difícil situación creada tras el rechazo al proceso de unión con el Colegio de Titulares Mercantiles".
Preguntado al respecto, el decano explicó a este periódico que el sector crítico solicitó la celebración de una junta con una serie de puntos, pero que la solicitud la suscribieron cuatro personas cuando los estatutos fijan que han de ser un mínimo de cinco. Pese a ello, Pérez Mira destaca que decidió convocar la reunión e incluir en el orden del día aquellos asuntos "que no habían sido debatidos" en otras sesiones de la junta de gobierno.
El decano lamentó que este asunto "hace daño al colegio" y reiteró su intención de poner en marcha tras el verano el proceso electoral que desembocará en comicios en el colegio a finales de año.
La última junta general, celebrada a finales de mayo, volvió a tumbar las cuentas anuales del Colegio y rechazó dar comienzo al proceso de unificación con el Colegio de Titulados Mercantiles y Empresariales de Valencia por 183 votos en contra y 126 a favor. Ese proceso de fusión ha quedado en suspenso a la espera de que se resuelvan las disputas internas entre los economistas.
La polémica se vio acrecentada este año por la inadmisión de 75 delegaciones de voto a favor de los defensores de Enríquez por estar presentadas en fotocopias.
La unión de los dos colegios implica iniciar un proceso legislativo que incluiría una disposición transitoria para suspender cualquier periodo electoral hasta que culminase la integración, que podría prolongarse más de tres años y medio. El sector de Enríquez acusa al decano de utilizar ese hecho para no convocar las elecciones previstas para final de este año.