Si dicen que dos noticias juntas se entienden mejor, debe ser que dos acontecimientos casi simultáneos en el tiempo nos hagan comprender mejor el tiempo en que vivimos. Lo acabamos de vivir precisamente en Valencia en la última semana, la que ha ido desde el Debate de Política General hasta el final de la Convención Nacional del Partido Popular. Valencia, siempre Valencia, dispuesta a marcar el signo de los acontecimientos y a ofrecer nuevas glorias de España, como reza nuestro gran himno.
Y la circunstancia actual no es otra que un Partido Popular convertido, no ya en alternativa de gobierno, sino en solución en remedio, como este domingo se ha podido comprobar en el Plaza de Toros, y un PSOE apoyado en radicales y extremistas en retroceso ante una realidad que les ha sobrepasado desde hace dos años.
No es casualidad que haya sido en esta tierra donde se ha podido ver dónde estamos y hacia dónde tenemos que ir. Con el Partido Popular al frente de España y de la autonomía, la Comunitat Valenciana ha liderado siempre los estándares de prosperidad, empleo y bienestar social. No resultó sencillo, puesto que hubo que luchar contra un Gobierno de Rodríguez Zapatero del que aún nos dolemos con su infrafinanciación aprobada en 2011.
Pero los populares siempre hemos creído en esta tierra. La Plaza de Toros de Valéncia volvió a convertirse en esperanza de futuro, no solo para nuestra autonomía, sino también para nuestro país. Resurgimos de las cenizas que dejó el puro de Felipe González y también sabremos salir de la desbandada de Pedro Sánchez. Porque creemos en una España fuerte, unida y confiada en sus posibilidades para crear riqueza y empleo que se transforme en un Estado del Bienestar sostenible. Con las autonomías trabajando para sus ciudadanos y en solidaridad unas con otras en un proyecto común sin hipotecas con los nacionalistas ni con sistemas políticos que quedaron desfasados en el siglo XX.
De la mano de Pablo Casado, junto con Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno, Alberto Núñez Feijoó… y Carlos Mazón en la Comunitat Valenciana. Ya les digo que el proyecto del Partido Popular es en conjunto para alcanzar los máximos beneficios. Solo unidos conseguiremos todas nuestras metas antes.
No es solo que todos los miembros del Partido Popular formemos un solo equipo, no. Es que la situación del gobierno en la Comunitat Valenciana es insostenible. Volviendo al inicio de este artículo, hemos visto en la misma semana el haz y en el envés; las luces del Partido Popular y las sombras de los socialistas. Me he querido dedicar a ellas primero por optimista y porque creo siempre en un futuro mejor para mi tierra.
Pero no puedo dejar de referirme a la tristeza con la que vivimos ahora en la Comunitat. No puedo definir yo mejor que Valencia Plaza lo que ocurrió en la primera jornada del Debate de Política General: ‘Catalá eclipsa a Puig’. Si me permiten los compañeros, extraigo partes de su artículo: “Una intervención atinada y dirigida directamente a los puntos más débiles del jefe del Consell que provocó que este último no terminara de llevar la iniciativa al quedarse excesivamente encadenado al discurso que traía”; [Ximo Puig] “trató de marcar un perfil presidencialista, centrándolo en la salida de la crisis económica con los ya acuñados "ximoanuncios" e incluso eludió menciones a sus socios”. En el debate, la nueva portavoz del PPCV, María José Català, hablaba no solo por ella, sino por la inmensa mayoría de valencianos que reclaman un Consell trabajador, eficiente y resolutivo. Con millones de valencianos, detrás, Puig no fue capaz de esconderse ni detrás de sus socios, los que cada vez más le hacen la vida imposible. Ahí está de nuevo el debate de la tasa turística.
Decir que Puig y su experimento de gobierno es un fracaso, que ahora mismo resta a la recuperación en la Comunitat Valenciana, es un clamor. Los socialistas han navegado sin más remos que los que les han aportado Compromís y Podemos. Pero el barco ya no da para más. Agotados y sin ideas en el gobierno solo puede dejarse arrastrar por las olas.
Por eso, es el momento de volver a puerto. Señor Puig; si de verdad estima algo esta Comunitat Valenciana, adelante las elecciones autonómicas, deje un gobierno del Partido Popular que cree riqueza, empleo y bienestar. Abandonemos a quienes desean un País Valencià y comencemos a trabajar los que creemos en la Comunitat Valenciana.