El economista de Saxo Bank considera que el mayor riesgo para los mercados -"ignorado por los inversores"- es el de una crisis abierta en la institución presidida por Mario Draghi respecto a su política monetaria
MADRID. El consenso de mercado considera que la divergencia de política monetaria entre el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) conducirá a un fortalecimiento del dólar y un debilitamiento del euro.
En el corto plazo, es muy difícil ver qué podría impedir un dólar más fuerte, pero en el medio plazo es dudoso si esta tendencia va a durar. De hecho, la política económica de Trump debería conducir a un aumento de los tipos de interés soberanos, junto con las crecientes presiones inflacionarias. Para superar esto, Estados Unidos no tendrán más remedio que permitir que su país se deprecie para exportar la inflación a sus socios comerciales.
Para la zona euro, esto debería significar un nuevo ciclo de tipos de interés, un euro más fuerte y un aumento de la inflación, lo que penalizará directamente el poder adquisitivo de las familias, especialmente en países de bajo crecimiento como Francia.
En estas condiciones, el BCE se verá obligado a mantener su posición acomodaticia durante más tiempo de lo previsto, lo que podría llevar a tensiones crecientes entre los partidarios de Draghi y Alemania y sus aliados, que están pidiendo medidas de salida.
El riesgo de Trump es real en 2017 pero el mayor riesgo, ignorado por los inversores es el de una crisis abierta en el BCE con respecto a la política monetaria.
Christopher Dembik es economista de Saxo Bank