De arte en la copa

Cuadrando vinos

El viernes de beber vino, pero con genio e ingenio, que nos vamos de museos, de noche o de día, pero con mucha maestría, tía

| 15/10/2021 | 3 min, 36 seg

Abriremos botellas sala a sala, cuadro a cuadro. Un variadito bien bonito sin ton ni son, porque a veces apetece simplemente sentir un poco de ilusión. La que nos llena al probar algunas botellas sin pretensiones, pero desbordantes de emociones. De lugares, colores y estilos tan diferentes como como los de las obras que desfilarán con cada brindis. Las que muestran viandas de ayer, hoy y siempre. Desde panes surrealistas a frutas redondas y sin aristas. Y así empezamos, artistas. 

Con el Sobajanera 2018 (Callejuela). Vino de pasto que recadea hacia el sur a por sus mandados. Que crece bajo velo sin necesidad de cabeceo. Mandamás con dorados estilosos. Grande tanto en volumen como en cariño, niño. Que las cosas bien queridas son las más sentidas. Y lo sentimos en su sitio cuando nos plantamos  ante las ‘Latas de sopa Campbell’ de Andy Warhol y le ponemos eso, de tomate, por ejemplo.

El Domaine Bernard-Bonin, Meursault Vieille Vignes Blanc 2016 (Domaine Bernard-Bonin) viene desde Borgoña como flecha directa a convencernos de que no, no somos eternos como él.  Chardonnay de ahumados, mantequilla y dos vidas por delante para darnos alegrías. Con su gusto pedregoso de cantos que a veces ruedan, mandan y no defraudan ante la visión de ‘El almuerzo de los remeros’ de Renoir y con un lenguado menier.

El Bimbache Blanco 2020 (Bimbache Vinícola) es ensamblaje herreño de verijadiego blanco, listán blanco, baboso blanco, gual y pedro ximénez. Fruta capaz de abrirse paso entre volcanes. Suelos oscuros que se llenan de luz con la mañana. Milimétricos lugares comunes en paisajes descomunales. Vida que se aparece con la ‘Naturaleza muerta con fruta, nueces y quesos’ de Floris Van Dijck y unas lapas con mojo verde y brisa marina. 

El Robert Moncuit Gran Cru (Robert Moncuit) son gurbujis  de clásica finura. Blanco de blancas para el que siempre tenemos sitio. Momentos de descanso y saberse mimar en modo disfrutez  sin más historias. Y nos las cuenta despacito, con detalle y sorbo a sorbo mientras observamos con maravilla ‘La cesta de pan’ de Salvador Dalí con una de mejillones, bien de salsa bearnesa y a mojar. 

Colores para gustos

Nos ponemos en modo naranjismo con el Orange Wine Quinto Quarto 2019 (Franco Terpin). Italia trazada en pinot grigio de bonita textura y pulcritud repensada. Frescura longitudinal y tal. Que tal cual nos resulta encantador cuando nos agarra con cuidado para llevarnos a su lado a contemplar la ‘Naturaleza muerta con limones, naranjas y taza’ de Zurbarán, mientras en la mesa nos esperan unos espaguetis a la puttanesca.

Desde la mismísima Provenza viene el Château de Berne Romance 2020 (Château de Berne) para darnos una vuelta. Mezcolanza de grenache noir, cinsault, syrah y merlot que nos regala rosas rosadas y muy saladas. Porque es frutilla frescales y saludos cordiales. La delicadeza de unas fresitas recién cogidas y el enorme agrado de ponerlo al lado de ‘El mago. Autorretrato con cuatro brazos’ de Magritte, al tiempo que se cocina una cassoulet a fuego lento.

Seguimos flotando entre bellezas con el Mecoso Espadeiro 2019 (Casa Monte Pío). Gallego revoltoso que fluye desmedido con esa brisa que despeina. Ritmo de baile acompasado descalzos sobre césped recién cortado. Bayitas simpáticas que vuelan livianas, porque nada les pesa cuando las sonrisas discurren. Como lo hacen de continuo al conocer a la ‘Vieja friendo huevos’ de Velázquez. Y nos los zampamos con muchas patatas fritas y jamón del bueno. 

Nos despedimos en tono serio con el Occhipinti Siccagno 2018 (Arianna Occhipinti). De nuevo Italia, ahora de nero d’avola. Balsámica madurez que recorre montes bajos y sube alguna colina. Metas alcanzadas con objetivos siempre pendientes. La experiencia que aporta placidez y pensamiento. Y pasamos del ímpetu al reposo con un ossobuco al horno y la percepción del ‘Baco’ de Caravaggio. Ni pintado para la ocasión. Despedida con trazo firme en lienzo que pide retratos de buenos ratos. Los compartidos en este rincón hedonista. Hasta la vista.

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