Cuenta atrás para las PAU: así se preparan la UPV y la UV para prevenir contagios

VALÈNCIA. A menos de dos semanas para las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) las universidades valencianas se preparan para acoger a más de 24.000 estudiantes que se examinarán los días 8, 9 y 10 de junio de las materias impartidas en bachillerato, con un objetivo claro: alcanzar la nota corte requerida para entrar en la carrera que determinará su futuro.

Se trata de la primera convocatoria que tendrá lugar en los campus universitarios desde el inicio de la pandemia, ya que en 2020 la selectividad se celebró en las aulas de los institutos para prevenir contagios. Este año los espacios “están absolutamente preparados porque tienen la experiencia de todo el curso”, según aseguró este miércoles la consellera de Universidades, Carolina Pascual, en una reunión con los departamentos de las instituciones.

Así, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte estableció en abril las líneas generales de protocolo anticovid para las pruebas en todas las autonomías, que comparten condiciones como la separación de 1,5 metros, la ventilación de las clases, el uso correcto de la mascarilla o la imposibilidad de realizar la prueba en caso de que el estudiante presente síntomas o se encuentre en cuarentena, aunque desde la Administración recuerdan que cada universidad cuenta con vías de actuación específicas.

Estas medidas se materializan en la Universitat Politècnica de València (UPV) en un incremento  de aulas habilitadas para garantizar la distancia -con un aforo del 35%- así como en la entrada escalonada de los estudiantes, en horarios distintos y “con el mayor número de accesos posibles” señalizados en las zonas del exterior, con la finalidad de evitar aglomeraciones. Así lo explican a este diario fuentes de la institución, que indican los alumnos recibirán la información antes de las pruebas a través de la web de la UPV.

Cabe recordar que los estudiantes que presenten síntomas compatibles con la covid-19 durante las pruebas serán trasladados a aulas especiales en las que se les realizará un test rápido de antígenos. En caso de dar positivo se comunicará a los familiares y deberán cumplir con un período de cuarentena, por lo que los afectados realizarán los exámenes en una convocatoria extraordinaria, todavía sin fecha asignada.

En este sentido, desde el centro lanzan un mensaje de tranquilidad para que “nadie se preocupe por ello” porque consideran que lo importante “es que se recuperen de la enfermedad”. Los miembros del Servicio Integrado de Prevención y Salud Laboral supervisarán las medidas de desinfección y corroborarán que todos los estudiantes lleven mascarilla, que “será suficiente con que sea quirúrgica”.

Asimismo, dada la elevada cuantía de estudiantes, no se les tomará la temperatura antes de entrar, pero habrá un termómetro para casos excepcionales en cada tribunal de corrección, que en estos momentos están ya casi completos en ambas universidades públicas. De este modo, como ya informó Valencia Plaza, los profesores que quedaron fuera de la convocatoria de febrero y de este último llamamiento para evaluar las PAU, pasarán ahora a una lista de espera para cubrir las posibles bajas.

Por su parte, desde la Universitat de València (UV) aseguran que la convocatoria de la selectividad en sus instalaciones no supondrá un problema con respecto a la gestión del aforo, pues explican que un día de examen “es una tranquilidad en comparación con un día normal de clase” dado que el número de alumnos es superior en horario lectivo, como es el caso de los dos principales aularios del campus de Tarongers, que tienen cabida para “más de 6.000 personas”, según explican desde el centro.

Por ello, recalcan que estas pruebas no se distinguirán de las convocatorias de exámenes universitarios. Explican que, pese a ser la primera vez que se realizan las PAU desde que comenzó la crisis sanitaria, el protocolo de actuación será el mismo que se lleva a cabo desde el comienzo de curso en las evaluaciones del primer y segundo cuatrimestre, en las que, según afirman, no han habido contagios. 

Así pues, partiendo de esta misma base, en las facultades habrá personal de control que guiará a los estudiantes hacia sus aulas y se asegurará de que no permanezcan en las instalaciones tras la realización de la prueba, donde “en ningún caso se podrá superar el aforo del 50%”, por lo que se procurará que esté en torno al 30%. A su vez, los trabajadores del centro elaborarán un listado de personas que hayan pasado por cada aula para facilitar así los rastreos en caso de contagio.

Control aéreo y terrestre durante las pruebas 

Una de las medidas más novedosas para esta convocatoria será el uso de drones para controlar los posibles embotellamientos en las áreas más concurridas, una propuesta que trasladó la Coordinación de Policías Locales de la Comunitat Valenciana a los ayuntamientos que contasen con estos recursos. 

Del mismo modo, la Conselleria asegura que habrá refuerzos de transporte público en la Línea 4 hacia el campus de Burjassot a primera hora de la mañana y al final del día, así como también habrá dispositivos especiales de control en Alcoy, Xàtiva, Alzira y València, dado que en toda la provincia se presentan unos 12.800 jóvenes.

Entre estos, más de 6.700 harán sus exámenes en la Universitat de València en el campus de Burjassot, en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI), antigua Escuela de Magisterio, Aulario Sur del campus de Tarongers y en el campus de Ontinyent. El resto -unas 6.000 personas- acudirán a la Univeristat Politècnica en el campus de Vera, en el polideportivo de Xàtiva, y en la Cotonera de Alzira. 

Por su parte, hay más de 2.800 matriculados en la Universitat Jaume Primer de Castellón y casi 8.400 preuniversitarios en la provincia de Alicante, de los cuales, más de 4.000 harán la prueba en el campus de Sant Vicent del Raspeig de la Universidad de Alicante (UA) y en el campus de la UPV de Alcoi, mientras que la Universidad Miguel Hernández (UMH) examinará más de 4.200 personas.