El festival Polinyà Íntim es pionero en llevar las artes escénicas de vanguardia al interior de las casas y espacios singulares del medio rural, con el objetivo de dinamizar el panorama cultural y poner en valor la riqueza patrimonial
VALÈNCIA. Este fin de semana regresa a los patios, los salones y los jardines de las casas del pequeño municipio de Polinyà del Xúquer el festival de teatro de pequeño formato Polinyà Íntim. La cita, programada los días 6 y 7 de noviembre, arranca mañana en la plaza Mayor con el espectáculo inaugural El desig d’estar junts, de La Finestra Nou Circ. El elenco de esta propuesta que aúna el circo profesional y el circo social está formado por artistas consolidados y jóvenes con diversidad funcional. El espectador los conoce en la intimidad de la espera ante el estreno de un espectáculo que no han ensayado nunca y que se revela como una apuesta multidisciplinar que combina números de rueda Cyr, contact, malabares, aéreos y acrobacias, música en directo, teatro y danza.
Esta primera jornada se han programado un total de cinco experiencias escénicas en espacios singulares del pueblo bajo el lema del tiempo. La Pelaora de Palau acoge tres pases del espectáculo El camino de las cabras, reconocido con una mención al Mejor Uso del Espacio en la última edición del festival Cabanyal Íntim. La pieza de La Teta Calva invita a los espectadores y espectadoras a acceder al camerino de una diva en decadencia. “Entrar a un camerino es entrar de lleno en la intimidad del artista, en sus manías, sus gustos, sus silencios e inseguridades. Donde podemos ver al payaso desnudo y con la nariz roja. Pero por otro lado, no deja de ser un lugar de perchas, luces fundidas y toallitas desmaquillantes. Una especie de guarida temporal sin ningún tipo de mística”, se explaya la dramaturga María Cárdenas, reconocida con el premio MAX a la autoría Revelación 2016.
Durante la tarde se han programado dos espectáculos para todos los públicos, Café cantante y Cuentos y cuentas. En la calle La Pau, Begoña Río instalará su caja escénica de títeres y autómatas para representar el espectáculo musical para una sola persona Café Cantante. La pieza, de escasos tres minutos, toma su nombre de los locales de ocio que complementaban el servicio propio de un café con la puesta en escena de espectáculos populares, en su mayoría de cante, toque y baile. En ellos se profesionalizó el flamenco allá por el año 1860. Al pequeño teatro instalado en Polinyà viene la familia Montoya con una propuesta inspirada en los sueños, la luna y la fuerza del querer. La audiencia decidirá si se les contrata o se les aconseja seguir ensayando.
Por su parte, Miguel Ángel Montilla Domene, de Mam Producciones, escenifica en Enna Espai Cuentos y cuentas, una sesión de narración oral protagonizada por personajes que se arriesgan, no se conforman con su destino. NInguno sabe si el camino que va a seguir es el adecuado, pero prefieren arriesgarse a no intentarlo. Para ponerle punto final a la jornada, la compañía de Bilbao y Barcelona perpetuummobile realizará en Hipólito o la mirada de Hipólito, una revisión contemporánea sobre el mito de Fedra. La acción comienza con la muerte del hijastro de la heroína trágica de la Grecia clásica. Fedra queda sola y aislada en su casa, y la obsesión y el arrepentimiento, la culpabilidad y la inocencia, la vergüenza y el deseo brotan de su alma.