La Conselleria aplaza las entrevistas a los candidatos a gerente y no aclara cómo ni cuándo se elegirá al nuevo director artístico, dejando a la adjunta Sonia Martínez como máxima autoridad del centro
VALÈNCIA. La dimisión de Nuria Enguita al frente del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) tiene efectos directos en la gestión de una institución cultural que ha quedado totalmente descabezada. Cabe recordar que, tal y como fija la Ley del IVAM, la gestión del museo recae en dos figuras clave: la dirección artística y la gerencia. El primer cargo lo ocupaba hasta este miércoles Enguita, pero el segundo lleva desde verano de 2023 sin nadie al frente.
Fue en ese momento cuando, con un gobierno autonómico en transición, Cultura optó por no renovar el contrato del entonces gerente, tras lo que se inició un proceso de selección abierto con el que se preveía solventar la cuestión en apenas unas semanas. Sin embargo, pasaron los meses y el concurso no se terminaba de resolver, lo que obligó a Enguita a asumir la ‘firma’ del gerente para evitar un bloqueo administrativo en la institución. Ya en noviembre se confirmaba la razón del retraso: el proceso quedaba desierto al considerar que “ninguno de los candidatos resulta idóneo para ocupar el puesto". Y vuelta a empezar.
En enero se reiniciaba el proceso con la publicación delas bases, con alguna modificación con respecto al proceso de verano, una segunda convocatoria todavía en marcha y a la que la salida de Nuria Enguita ha afectado directamente. Tal y como ha podido saber este diario, estaba previsto que en los próximos días se llevaran a cabo las entrevistas a los candidatos, citas que desde la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Cultura, liderada por Vicente Barrera (Vox), se han estado cancelando en las últimas horas tras la marcha de Enguita, a la espera de ser reubicadas más adelante.
Y es que, tal y como se refleja en las bases, la comisión de valoración para la selección del nuevo gerente del museo está formada por una representante de la Secretaría Autonómica de Cultura y Deporte, la Dirección General de Patrimonio Cultural y la Dirección del IVAM. La salida de la directora artística obliga, pues, a echar el freno en un proceso de selección que suma un nuevo retraso tras más de medio año a la espera de que se resuelva.
Será, por el momento y hasta nuevo aviso, Sonia Martínez, directora adjunta del museo, la máxima autoridad del organismo cultural, siendo la encargada provisional de su gestión, tal y como confirmaron a este diario desde Cultura. Sobre cómo y cuándo se resolverá la plaza de dirección artística del museo, en cualquier caso, desde Conselleria dan pocas pistas. “Ahora, de forma inmediata, tenemos que finalizar el proceso de selección del gerente y estudiar la fórmula para el nombramiento del futuro director o directora de la institución que cumple 35 años. El IVAM sigue funcionando con total normalidad”, expresaban horas después de la dimisión.
Licenciada en Bellas Artes y especializada en mediación y construcción de contextos de relación entre las artes y otras esferas sociales, Martínez fue nombrada como directora adjunta del IVAM en febrero de 2021, un 'viaje' que, como Enguita, hacía desde Bombas Gens, donde fue coordinadora de actividades y educación. Las funciones de la dirección adjunta consisten en supervisar las tareas de Colección y Exposiciones y Actividades y Programas Culturales; impulsar el perfil investigador, la Biblioteca y el Centro de Documentación del IVAM; desarrollar una estrategia de mediación para la institución y sustituir cuando sea necesario a la dirección en los ámbitos relacionados con las funciones descritas.
La dimisión de Enguita ha provocado numerosas reacciones, tanto en el ámbito cultural como política. Entre ellas, la Asociación de Directores y Directoras de Arte Contemporáneo de España (Adace), que ha emitido un comunicado en el que denuncia la “terrible deriva” de la gestión cultural en algunas comunidades autónomas “mediante campañas públicas de difamación, fundamentadas en el desconocimiento de los procesos, cuando no en ficciones”. Sobre el proceso de selección de Enguita, que tuvo lugar en 2020, y su vinculación con Todolí, desde Adace apuntan que el jurado fue “íntegro, transparente y justo” al tiempo que señalan que las conexiones entre profesionales no solo son habituales sino que “a mayor trayectoria y prestigio, más posibilidades hay de conocer a miembros en los jurados”.
En el ámbito político, PSPV y Compromís han enmarcado la dimisión de Nuria Enguita en "una purga" iniciada por PP y Vox, tanto en este museo como en el resto de instituciones culturales valencianas. Así, el portavoz adjunto del PSPV José Chulvi ha señalado que la salida de Enguita supone una muestra del "desprestigio continuado del Consell a las instituciones culturales desde el primer momento”. "Nadie puede poner en duda la valía profesional de Nuria Enguita y su gran trabajo en el IVAM al posicionarlo como un museo de referencia internacional", ha expresado antes de la comisión de Cultura, en declaraciones recogidas por Europa Press.
Desde Compromís, su portavoz de Cultura en Les Corts, Verònica Ruiz, ha subrayado que el anterior gobierno del Botànic encontró este museo en 2015 "con un desprestigio más que notable víctima de escándalos y mala gestión”. Respecto al proceso de selección de Enguita, la diputada de Compromís ha señalado que "habría que preguntar qué piensa la directora general que eligió a dos personas de esa comisión como presidenta de la Associació Valenciana de Crítics d’Art".
Por su parte, la portavoz adjunta del PP Laura Chuliá ha sostenido que "esta mujer [Enguita] ha decidido libremente que prefiere dejar el cargo", lo que según ella "de alguna manera permite una situación más ventajosa para defender su posición”. "Siempre estamos por la libre elección de las personas", ha subrayado, y ha rechazado "aventurarse" a pedir responsabilidades al anterior gobierno del Botànic como hizo este miércoles Barrera porque "estamos en medio de una investigación y hay que atender a sus conclusiones".