VALENCIA. Antonio Marín Segovia, vecino de la localidad de Sueca, ha presentado un escrito dirigido a la Conselleria de Cultura y a la Diputación de Valencia exigiendo que se reabra la casa del "egregio y heterodoxo pensador" Joan Fuster. En caso de que no se atienda su petición, expone en un escrito dirigido a la administración, recurrirá al Defensor del Pueblo o al Síndic de Greuges.
Según recuerda Marín Segovia, en 1995 el Ayuntamiento de Sueca y la Generalitat Vaelnciana suscribieron un acuerdo para convertir el hogar del autor de Nosaltres, el valencians en un centro cultural. El proyecto nunca se llevó a cabo. Además, señala que la Generalitat invirtió en su día 600.000 euros en rehabilitar la Casa Museo, que previamente había adquirido el consistorio local. Además, se llegó incluso a comprar el edificio adyacente para poder ampliarlo.
El convenio de 1995 establecía, en principio, que el inmueble fuera la sede de la Biblioteca Valenciana y que albergara, además, la colección personal del autor que incluye unos 25.5000 volúmenes así como sus documentos y obras de arte que coleccionó a lo largo de su vida (varios cuadros de Miró, Tàpies, Josep Renau y esculturas de Alfaro).
Marín, en su escrito, denuncia que el Ayuntamiento de Sueca recibió la gestión de la Casa Museo en marzo de 2011 pero, desde entonces, no ha obtenido ayuda económica alguna para poder materializar el proyecto. Insiste, además, en que el consistorio se comprometió a que empezar a funcionar en 2014, algo que no ha ocurrido. De hecho, en enero de este año todavía no se habían licitado los contratos del servicio de gestión del control y de atención al público.
Así, en su escrito, pide a la Generalitat, al Ayuntamiento de Sueca y a la Diputación de Valencia que adopten "urgentemente" las medidas necesarias para que el centro pueda abrir sus puertas en 2016 como muy tarde y que tanto el inmueble como su contenido sean declarados Bien de Interés Cultural (BIC). En el caso de no obtener respuesta en los próximos tres meses, Marin anuncia que acudirá al Defensor del Pueblo y al Síndic de Greuges.
AGOTADORA "ORGÍA DE PETICIONES"
"Después del ajustado triunfo de la progresía valenciana en mayo -liderada y rentabilizada por Ximo Puig y Mónica Oltra-", aseguró Marin, "asistimos a una interminable y agotadora orgía de peticiones para que toda actividad festiva, musical, deportiva, casa, piedra, trasto, gesto u organización se declare Bien de Interés Cultural por parte de la Generalitat".
"Pero los que llevamos toda la vida luchando", añade, "desde el rigor y la eficiencia, por la defensa y difusión del Patrimonio Cultural de los Valencianos, sabemos muy bien que ser declarado Bien de Interés Cultural no sirve de nada si no va acompañado de una serie de medidas paralelas, que permitan que el bien incluido en el Inventario General de la Generalitat Valenciana pueda ser rehabilitado y reutilizado en función de sus características singulares".