VALENCIA. Denunciada por algunos como delirio pseudo-místico con ambición religioso-teologal, admirada por otros como obra maestra que camina en busca de lo trascendente, la nueva película de Terrence Malick (La delgada línea roja) llega a nuestras pantallas con el aval que supone haber ganado la Palma de
Oro a la mejor película en el último festival de Cannes. Dos elementos configuran la estructura de este film. Por un lado, unas secuencias de imágenes nos retrotraen a los orígenes y configuración del universo.
Por otro, el relato de la dramática historia de la familia O'Brien, cuya convivencia se ve trastornada por la pérdida prematura de uno de los hijos del matrimonio. Jack, el hijo pequeño de la pareja, recordará años después cómo era la convivencia con sus padres. En la conjunción o mutua influencia de estas imágenes, Malick pretende acercarnos a algo así como el sentido mismo de la vida, o al menos, hacer que nos preguntemos sobre él. En cualquier caso, y críticas aparte, una sugerente apuesta estética para el comienzo del curso. Para ver en pantalla grande. Cuanto más grande... mejor. G. LEÓN
Viernes 16/9. Terrence Malick · USA · 2011 · Guión: Terrence Malick · Intérpretes: Brad Pitt, Sean Penn, Jessica Chastain.
Más información, aquí