VALENCIA. La Generalitat valenciana ha roto las negociaciones que mantenía con un fondo de inversión para construir un Parque Ferrari junto al circuito de Cheste después de que el empresario pusiese como condición que el Gobierno valenciano entrase en el capital de la empresa, según ha podido saber ValenciaPlaza.com de fuentes conocedoras del proceso.
Esta exigencia chocó con la de la Generalitat, que se mostró partidaria de facilitar todo el proceso de construcción del parque siempre que tuviese un coste cero para el Gobierno valenciano, una situación que no se dio tras meses de negociaciones con un inversor, Castro Khatib, quien, supuestamente, estaba dispuesto a invertir hasta 1.000 millones de euros e incluso tenía el esquema de financiación cerrado.

Fuentes del Consell confirmaron la ruptura pero evitaron adentrarse en los motivos de la misma. Sí aseguraron, no obstante que en la negativa a participar en este proyecto no invalida la posibilidad de que se instale un parque con la franquicia Ferrari en Valencia, ya que la escudería italiana mantiene buenas relaciones con la Generalitat. "Si otro inversor plantea el proyecto bajo la premisa de coste cero para las arcas autonómicas, las puertas están abiertas", aseguraron.
El proyecto suponía una inversión cercana a los 1.000 millones de euros y la creación de unos 2.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, y se había apuntado la posibilidad de ubicación en 400.000 metros cuadrados de suelo público en Cheste, junto al circuito Ricardo Tormo.
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, apuntaba el pasado mes de septiembre que las negociaciones estaban "abiertas" y el ejecutivo valenciano tenía la "mejor voluntad" para la instalación en la Comunitat del Parque Ferrari, si bien reconocía que eran negociaciones "complicadas porque las empresas, lógicamente, quieren obtener todo al mejor precio y hay que defender los intereses de los valencianos y la inversión realizada en muchas ocasiones".
El Consell había insistido desde el momento en que se confirmó la existencia de las negociaciones el pasado mes de mayo en que el proyecto no iba a costar "ni un ero" a las arcas públicas valencianas y que se trataba de una inversión "privada".