VALENCIA. La Generalitat Valenciana llegó a tener más de 300 cajas fijas distribuidas por toda la administración autonómica. Una cantidad "completamente desproporcionada", según fuentes consultadas por este periódico. La caja fija es un instrumento del Consell (y de todas las administraciones) que permite atender pequeños pagos extrapresupuestarios imprevistos.
El problema es que este mecanismo se instaló en la Generalitat de forma constante hasta alcanzar límites absurdos. Tal y como adelantó ValenciaPlaza.com, en 2008 la Generalitat llegó a pagar 190 millones de euros en facturas por esta vía. De la escasa decena de cajas fijas que tenía el Gobierno valenciano en sus inicios -poco más de una por conselleria- se escaló hasta las 304 a principios de la década actual (2011), según consta en los informes de la Sindicatura de Comptes. En el último de los informes, correspondiente al ejercicio 2012, aparecen reflejadas 283 cajas fijas.
Cada una de estas cajas tienen un habilitado, es decir, un funcionario o empleado público que se encarga de su gestión. Están repartidas por consellerias, direcciones generales, organismos públicos, hospitales... Este periódico intentó este lunes saber al detalle la situación actual, si bien desde la Conselleria de Hacienda se aseguró únicamente que el número actual de cajas fijas es de 263 distribuidas en la administración general, organismos autónomos, hospitales, colegios...
FUERA DE CONTROL
Las cajas fijas están dotadas con una cantidad económica concreta. Cuando el departamento en cuestión se lo gasta, el habilitado hace un arqueo que debe ser visado por la Intervención de la Generalitat. En ese momento, se repone la cantidad en la cuenta por parte de Hacienda.
La cuestión es que esos gastos son opacos casi por definición. Por su supuesto carácter imprevisto no están sujetos a autorización y, una vez realizados, aunque deben pasar el control de la Intervención, la magnitud de las facturas -más de 1.000 diarias, según los cálculos del propio Consell- hacen el pago por caja fija una vía para realizar pagos fuera de control.
A esa característica se une la propia voluntad de la Generalitat Valenciana de no facilitar detalles sobre los gastos concretos, tal y como consta en los informes de la Sindicatura de Comptes. "Para llevar a cabo la fiscalización, se solicitaron los ficheros informáticos de todas las cajas fijas, pero en la información recibida se omitieron los datos referentes a los perceptores, por lo que no ha sido posible efectuar una revisión global de la misma al faltar ese dato esencial", señala uno de los informes anuales.
EL PSPSV PIDE LOS GASTOS DE PRESIDENCIA
En este contexto, el diputado socialista en Les Corts Rafael Rubio recordó este lunes que su grupo ha solicitado al Consell el detalle del gasto realizado con la caja fija en la conselleria de Presidencia desde enero de 2013 a la actualidad. Rubio aseguró que esta petición de documentación ya está en manos del Gobierno autonómico aunque se mostró escéptico sobre la posibilidad de que cumplan con su obligación de tramitarla en el plazo de 20 días que marca la ley.
Rubio, además, pidió a la Generalitat que explique con detalle el gasto realizado por la caja fija, que, según sus cálculos, podría haber alcanzado los 2.189 millones de euros entre 2006 y 2013. Esa cifra se corresponde con el 12% del capítulo II del presupuesto, el de gasto corriente. Es el máximo que, según el decreto que regula esta práctica, se puede gastar por esta vía.
