VALÈNCIA. La Dana ha causado graves destrozos en más de 70 municipios de la provincia de Valencia, con miles de inmuebles dañados y un buen número de redes viarias destruidas. Las diferentes administraciones han puesto en marcha en los últimos días una serie de medidas para tratar de mitigar esta situación, tales como ayudas económicas, reparaciones de urgencia o autobuses lanzadera para que los damnificados puedan trasladarse hasta su lugar de trabajo.
Se trata de un escenario que da un nuevo impulso a un viejo conocido: el teletrabajo. Esta modalidad laboral ya se estaba aplicando antes de la llegada de la pandemia por covid-19, aunque fue en dicho momento cuando despegó. El confinamiento provocó que miles de personas tuvieran que desarrollar su oficio desde casa: "Llegamos a casi un 30%, pero eran cifras irreales. Era gente que estaba obligada a teletrabajar porque no se podía salir a la calle ni a las oficinas", valora el profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universitat de València, Adrián Todolí.
No obstante, añade: "Gran parte de los que se fueron al teletrabajo por pandemia, se quedaron". En este sentido, un buen número de las personas que se vieron obligadas a trabajar desde casa, siguieron haciéndolo una vez terminadas las restricciones causadas por la crisis sanitaria. Un escenario que ha provocado que actualmente haya casi el triple de teletrabajadores que antes de marzo de 2020, tal y como explica Todolí en declaraciones a Valencia Plaza.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística recogidos por el CES-CV, alrededor de 300.000 valencianos teletrabajaron en 2023, lo que supone en torno al 13,3% de los empleados totales a nivel autonómico. Esta estadística muestra, además, un crecimiento respecto al ejercicio anterior, sobre todo por lo que atañe a aquellas personas que trabajan fuera de la oficina la mayoría de los días de la semana.
Más allá de ello, la Cátedra de Economía Colaborativa y Transformación Digital de la Universitat de València realiza un informe anual sobre el estado del teletrabajo en la Comunitat Valenciana. Este documento, financiado por Labora, analizó en su actualización de 2023 todas las aristas de esta modalidad de empleo a partir de encuestas a 2.005 personas. Elaborado por José M. Peiró y el propio Adrián Todolí, el estudio revela que más del 60% de las personas entrevistadas comenzaron a teletrabajar con motivo de la pandemia, porcentaje que asciende hasta el 70% en el caso de los profesionales por cuenta ajena. Además, se detecta una mayor incidencia del teletrabajo por imposición de la empresa en aquellos que se incorporaron a ello una vez terminada la pandemia.
Tras el paso de la Dana y las inundaciones acaecidas en decenas de localidades valencianas, el Gobierno recomendó habilitar el teletrabajo para las personas afectadas. "Para que esta posibilidad sea real debe darse un acuerdo entre empresario y trabajador, por lo que hace un llamamiento a ambas partes para poder ponerla en práctica", señalaba en un comunicado la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo.
En este sentido, el departamento que dirige José Antonio Rovira planteaba esta opción "en tanto que las personas afectadas tengan dificultades para desplazarse a sus puestos y para evitar riesgos en los mismos". Un mensaje que contrasta con las acciones adoptadas por el Consell en lo que va de legislatura, que ha ido reculando de forma progresiva en la apuesta por el teletrabajo.
Cabe recordar que varios de los planes impulsados durante la pandemia se han ido eliminando tras la llegada del Partido Popular al Consell. El Ejecutivo del Botànic creó en 2021 un marco general para estos programas, que tendrían que ser diseñados por cada organismo y cuya duración máxima sería de un año prorrogable por periodos de la misma duración. Una normativa que deberá de revisarse durante el actual mandato de Mazón, tras incluirlo en el acuerdo de legislatura negociado con los sindicatos.
En cualquier caso, la medida planteada por el Consell durante estos días se suma al 'escudo laboral' que el Consejo de Ministros aprobará este lunes previsiblemente. Este paquete de medidas también plantea el teletrabajo "si no se puede acudir físicamente" al puesto. "Pero si hay mecanismos para poder con seguridad, sin riesgos para la vida, claro que se puede ir a trabajar", subrayó la ministra Yolanda Díaz en declaraciones a TVE. Además, el Ejecutivo nacional plantea una serie de permisos retribuidos sin plazos establecidos y que serán no recuperables. En otras palabras, los trabajadores afectados por la Dana no tendrán que devolver las horas o días en los que no hayan ido a trabajar, a diferencia de lo que ocurrió durante la pandemia.
Por tanto, la apuesta por el teletrabajo en un momento como el actual es unánime por parte de ambas administraciones, lo que, previsiblemente supondrá un repunte del mismo. En este sentido, Todolí se refiere al concepto de la potencialidad del teletrabajo, es decir, cuánta gente puede teletrabajar cuando no hay más remedio: "No es ni mucho menos el 100%, pero esos porcentajes aumentan". "Puede que no sea igual de productivo, que a la gente no le guste, pero sí se puede hacer, sobre todo si hablamos de un periodo limitado de tiempo", explica.
No obstante, trabajar fuera de la oficina puede conllevar una serie de perjuicios. Una cuestión sobre la que Todolí matiza que "pueden aparecer a largo plazo", por lo que "no se aplican" para una situación puntual provocada por la Dana, ya que debería durar apenas unas semanas, hasta que las comunicaciones por carreteras y ferrocarril estén restablecidas.
El citado informe de la Universitat de València recoge algunos de los "riesgos asociados al teletrabajo". En esta línea, revela que uno de cada cuatro profesionales asegura que desarrollar la profesión desde casa le produce problemas de salud como dolor de espalda o aumento de peso. Además, se trata de una modalidad que genera más estrés a casi el 20% de los encuestados, mientras que cerca de un 14% dice que les produce un incremento de los riesgos de accidente laboral. "En todos los casos, son los jóvenes quienes perciben estos efectos comparativamente en mayor medida", apunta el estudio.
Las personas participantes en el estudio también ponen de relieve la reducción de la productividad (14%), el deterioro de la relación de confianza con los superiores (27%) y el aumento de la dificultad de coordinación con los compañeros (24%). Además, entre los riesgos de elevada incidencia se incluyen aquellos relacionados con las relaciones sociales y la conciliación. El 41% de los encuestados señala que el teletrabajo les provoca falta de relación y contacto social con otras personas, mientras que cerca del 30% reconoce problemas de desconexión del trabajo fuera de la jornada laboral.
En este sentido, cabe recordar que el informe Salud Mental, Desconexión Digital y Teletrabajo elaborado por la Universitat de València y el sindicato UGT desvelaba que casi el 70% de las personas que teletrabajan aseguran trabajar fuera de su horario laboral con cierta frecuencia. Además, para el 30% de teletrabajadores, esta modalidad suponía un aumento de la carga laboral. Entre otras problemáticas, este estudio también subrayaba que el 74% de los profesionales que realizan sus labores desde casa lo hacen desde su propio ordenador personal.
A pesar de todo ello, la valoración global de los profesionales sobre su satisfacción con el teletrabajo es notable: la media obtenida en 2023 fue de 7,78, una nota muy similar a la del ejercicio anterior. Entre los perfiles que presentan unos niveles más altos de satisfacción, destacan aquellos que tienen un nivel de estudios elevado, los del sector cuaternario (financiero, científico y profesores) y los que tienen "una clara preferencia por teletrabajar".
Sobre aquellos hábitos o acciones que pueden emplear las personas que trabajan desde sus hogares para hacer más llevadera su jornada laboral, Todolí declara: "Se recomienda vestirse y prepararse como si fuera para un día normal. Es cierto que puede parecer muy cómodo trabajar en pijama, pero hay estudios que indican que esto puede ser negativo conforme pasan los días". Además, aboga por estar en contacto con compañeros de trabajo a través de llamadas o videoconferencias: "Ayuda a la cooperación y a evitar el aislamiento", apostilla.