cortita y al pie / OPINIÓN

Dar la cara

17/01/2025 - 

Dicen que las crisis siempre ponen de manifiesto lo mejor y lo peor de las personas. Así lo hemos comprobado tras el 29 de octubre cuando el agua arrasó nuestros pueblos.  Miles de voluntarios, que ya son el símbolo positivo de esta desgracia, ayudaron y siguen amparando a los damnificados. Por el contrario, también vimos como algunos desalmados aprovechaban la calamidad para hacer su agosto. Lamentable y muy ruin.

Estas dos caras de la moneda, que se suelen dar en casi todo en la vida, también aparecen en la clase política. Lo mejor y lo peor también irrumpe en los políticos y los partidos cuando han de enfrentarse a situaciones difíciles o, como ocurre en el caso de la Dana, inauditas.

Ante la peor catástrofe natural que nos ha tocado vivir en nuestro país, está quedando patente quién trabaja y quién se dedica a hacer ruido para intentar sacar provecho de una tragedia para miles de familias. No seré yo quien nombre a unos y a otros, creo que está claro. Cada cual con su conciencia.

Sí hablaré de lo que estamos haciendo en la Diputación, que no es otra cosa que, como siempre dice el presidente Vicent Mompó, trabajar, trabajar y trabajar. Desde el minuto cero, sin descanso, con altura de miras e intentando llegar a acuerdos con un único objetivo: recuperar nuestros pueblos y devolver a nuestros vecinos y vecinas a su normalidad lo antes posible.

Como diputada de Hacienda, creo que el hito de este consenso en pro de la reconstrucción es la aprobación de los presupuestos para 2025 en tiempo récord. Con la cifra más alta hasta el momento, 784 millones de euros, son la herramienta necesaria para avanzar en la recuperación de los municipios afectados, al tiempo que se siguen llevando a cabo los proyectos necesarios para progresar en la vertebración y el crecimiento del conjunto de la provincia. Lo dije en su momento y no me duelen prendas en reiterar el reconocimiento a la predisposición de los grupos políticos que conforman la corporación provincial, gracias a la que las cuentas se aprobaron sin ningún voto en contra.

Esta unidad de acción ha de ser la senda por la que hemos de caminar para salir de esta complicada situación. Que no quepa duda. Nadie debería desviarse de este camino porque el riesgo para nuestros pueblos es alto. La ciudadanía reclama y espera que estemos a la altura de las complejas circunstancias, y eso no es otra cosa que dedicar todo nuestro tiempo a trabajar y no perder ni un segundo en discusiones estériles.

Así, cuando uno está pendiente de buscar soluciones, de ayudar y trabajar no tiene tiempo para el marketing político o para salir en la foto. Y eso, aunque no se perciba a corto plazo, acabará dando frutos. Y eso es lo que queremos hacer, es lo que nos exige nuestra responsabilidad política. En ello estamos y de esta manera, a pesar de que a veces no se nos vea, es como estamos dando la cara.

Sí, las instituciones valencianas estamos dando la cara trabajando como, probablemente, no se haya hecho antes, pues nunca antes nos habíamos enfrentado a un reto como este. La prueba de ello es el presupuesto de la Diputación, que, insisto, es el más alto de la historia de la corporación.

Del mismo modo, estamos dando la cara apoyando a nuestros pueblos, ejerciendo nuestras competencias y asumiendo en la medida de nuestras posibilidades las que no lo son, como ha hecho la Diputación con la limpieza de garajes. Se trata de responder a las necesidades de los municipios de una manera u otra para ayudarles a avanzar.

Ahora todas nuestras fuerzas han de estar depositadas en la toma de decisiones dirigidas a ese fin. Ahora es tiempo de actuar para que la personas que han perdido tanto, recuperen la esperanza, para levantar la provincia, para superar esta pesadilla. Así es como se da la cara, trabajando, trabajando y trabajando.

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