La Mancomunitat Camp de Túria celebra hoy sesión plenaria para debatir los nuevos estatutos. La mayoría los aprobará
VALÈNCIA. De sur a norte de la provincia. De un tema local en la localidad saforeña de Rótova a otro comarcal en Camp de Túria. La aprobación de los nuevos estatutos de las mancomunidades ha pasado de constituir un asunto de puro trámite a convertirse en terreno de batalla para dilucidar enfrentamientos políticos.
El pleno de la Mancomunitat Camp de Túria vota este miércoles la reforma de estatutos, una medida que se lleva a cabo en todas las entidades de esta índole supramunicipal para adaptarlas a la remodelada legislación autonómica. La mayoría (PSPV, Compromís y previsiblemente Ciudadanos) respaldará la medida; no obstante, el PP la rechazará. Lo hará en esta segunda vez que, por un defecto de forma en la primera, se lleva a sesión plenaria.
Los motivos van más allá de los estatutos. "Estamos en contra del actual funcionamiento de la Mancomunitat, que gasta el 65% de su presupuesto en salarios. No vemos seriedad ni voluntad de trabajar", señala Stephan Soriano, concejal de Benaguasil y uno de los tres portavoces del PP en la entidad mancomunal.
"No respaldaremos unos estatutos que limitan la libertad de asociación de una institución que ha cumplido este año su 40 aniversario, que resulta fundamental, pero que requiere ser replanteada con la mirada puesta en las necesidades reales de los municipios y no en hacer de ella una moneda de cambio de cargos que han visto frustradas sus aspiraciones políticas", indicaron la pasada semana en un comunicado desde la dirección provincial del PP. Desde entonces nada ha cambiado.
La postura de esta formación, con siete votos, no impedirá que sean aprobados los nuevos estatutos por el pleno de la institución que dirige la socialista Lola Celda, alcaldesa de Marines. El quid de la cuestión vendrá después, cuando cada consistorio tenga que refrendarlos en pleno. Desde el PP ya anuncian que los dos en los que tiene mayoría absoluta de los 17 que configuran la Mancomunitat: Benaguasil y Domeño, no lo harán.
Esto significará, en la práctica y tal como apuntan desde el organismo mancomunal, "que se quedarán fuera". Por tanto, dejarían de formar parte de la Mancomunitat cuando tenga nuevos estatutos, lo que les privaría del acceso a servicios comarcales. Desde el PP dudan de que se llegue a ese extremo y contemplan su acción como una medida de fuerza que obligaría a entablar una negoción.
Se miran en el espejo de la Safor. En esta comarca del sur de la provincia, todos los plenos municipales excepto el de Rótova han ratificado los nuevos estatutos comarcales. Incluso los representantes de esta localidad lo hicieron en la sesión plenaria previa mancomunal. No obstante, una vez han llegado al consistorio de esta población de apenas 2.000 habitantes han encallado.
El motivo no se basa en una repulsa al nuevo modelo mancomunal, sino en las discrepancias en el seno de la corporación. El alcalde, Jordi Puig, de Compromis, gobierna únicamente con el respaldo de tres ediles. Frente a él tiene a dos ex de su grupo que se marcharon al de no adscritos y a cuatro del PP. Entre ambos tumbaron el punto de los nuevos estatutos en el último pleno. Con anterioridad lo hicieron otras dos veces.
Desde entonces las direcciones de PP y PSPV en la comarca, con la observancia de Compromís, que tiene en la alcaldesa de Potríes, Assumpta Domínguez, a la presidenta de la Mancomunitat, tratan de encontrar una solución, que pasa por convencer a los cuatro ediles locales de votar a favor.
A escala local los grupos popular y de no adscritos han remitido un borrador de acuerdo de mínimos al primer edil, que se basa principalmente en poder acceder a más información municipal, para, a partir de ahí, retomar el tema de los estatutos mancomunales. El alcalde lo ha denegado acogiéndose a criterios de privacidad. El tema municipal no ha avanzado, con lo que bloquea el comarcal.
La Mancomunitat de la Safor, por tanto, sigue sin sacar su nueva normativa adelante y advierte de que esto supone la paralización de subvenciones. Insistirá en la negociación porque no quiere llegar a la situación de excluir a Rótova de la entidad en un futuro próximo.
En Camp de Túria, Benaguasil, Domeño e incluso Bétera (con alcaldía en minoría del PP), podrían verse en la misma situación en breve, aunque por motivos diferentes. En el caso de Rótova la causa la constituye una disputa local; en el de los municipios anteriormente citados, un enfrentamiento comarcal.