Carlos Gil, en un acto de la pasada campaña electoral.VALÈNCIA. Carlos Gil Santiago ha logrado escaño para el Congreso. Ocupaba el número cinco en la candidatura por la circunscripción provincial de Valencia, por la que el PP ha conseguido seis escaños. En el estruendo del debate sobre quién podrá formar gobierno, entra, de manera sigilosa, en la escena nacional el alcalde de Benavites, un municipio que se acerca a los 700 habitantes ubicado muy cerca de Sagunto, en la comarca de Camp de Morvedre.
Gil Santiago gobierna con una apretada y repetida mayoría absoluta de cuatro sobre siete concejales en su población. Ya lo hacía con esa misma distribución en el pasado mandato, el de la penitencia del PP a escala nacional por la caída electoral de la marca. Realmente, el primer acceso de Carlos Gil a la vara de mando local se produjo en 1999, durante un efímero cuatrienio que culminó en 2003.
Tras ocho años de dirección socialista en Benavites, el candidato del PP retomó el poder local en 2011 para ya no dejarlo desde entonces. Ahora lo combinará con su escaño nacional, pues compaginará ambos cargos.
E intentará hacerlo igualmente con la docencia universitaria, uno de los frutos de sus múltiples titulaciones (licenciado en Derecho, graduado en Estudios Jurídicos, diploma de Estudios Avanzados, diploma de Especialización Universitaria en Dirección de Empresas..., según va desgranando en su currículum). Ejerce de profesor asociado en el Departamento de Economía y Ciencias Sociales de la Universitat de València.
Se avecina una legislatura compleja, aunque Carlos Gil ya ha vivido, en el tramo cronológico 2019-2023, un convulso periodo como diputado provincial que empezó con una inusual votación entre concejales de su formación en el partido judicial de Sagunto entre él y la alcaldesa de Puçol, Paz Carceller, y siguió con un escabroso tema personal que desembocó en un juzgado que dictaminó su absolución. Mientras, fue puesto en ´barbecho´ por su grupo en la Diputación durante el largo periodo hasta la resolución del conflicto judicial.
No obstante, su presidente provincial, Vicent Mompó, siempre ha mantenido plena confianza en Gil. De hecho, ocupa la coordinación general en la ejecutiva provincial y se encargó de elaborar el programa electoral en la provincia de Valencia de cara al pasado 28 de mayo.
También fue escogido para ese número cinco en la candidatura al Congreso por insistencia de Mompó, por detrás de nombres con una larga carrera consolidada a escala como Esteban González Pons, Belén Hoyo o Fernando de Rosa. El recientemente proclamado presidente de la Diputación provincial decidió otorgarle un papel protagonista, al señalarle como coordinador del programa, meses atrás para compensarle de unos años turbulentos.
Ahora va a dar un salto cualitativo y geográfico de alto nivel. La gestión en su municipio la tiene controlada, ya que, como indicaba en una reciente entrevista en El Periódico de Aquí, "Benavites precisa de una mejora continua en la que no se dejen de hacer las actividades que han tenido ya éxito y que, al mismo tiempo, pongamos en marcha nuevas actuaciones. No hay necesidades perentorias a corto plazo".
Gil Santiago representará a las localidades pequeñas de la provincia en el Congreso, mientras que Juan Antonio Sagredo, primer edil de Paterna, lo hará con las grandes en el Senado. Serán los dos principales portavoces en el parlamento nacional, en su rol de alcaldes, del municipalismo procedente de la provincia de Valencia.
En su localidad, Paterna, Sagredo ha demostrado de nuevo el tirón que le valió en mayo la mayoría absoluta y ha obtenido 15.221 votos; alrededor de 2.000 más que Cristina Moreno, la número dos en la candidatura socialista a la Cámara Álta, y unos 3.000 por encima de Mario Sánchez, el exalcalde de Requena que iba de tres en el elenco del PSOE. Ha sacado, además, unos 4.000 de ventaja en el término municipal de Paterna a la cabeza de lista del PP al Senado, la ex máxima concejal de Navarrés, Estela Darocas.
