Hoy es 15 de octubre
VALÈNCIA. Los candidatos a la alcaldía del Ayuntamiento de València se vieron de nuevo las caras en el último debate antes de las elecciones del próximo domingo. Todos los aspirantes con representación menos uno, Joan Ribó, alcalde y candidato a la reelección por Compromís, acudieron a la cita organizada por Las Provincias y la Cope. El primer edil emuló así a los aspirantes autonómicos -su compañero Joan Baldoví y Ximo Puig (PSPV)- y decidió no asistir tampoco a este encuentro argumentando al gran número de debates -cinco- propuestos para esta campaña.
Un debate en el que la derecha partía con una clara ventaja numérica respecto al resto: en el bloque conservador se alineaban María José Catalá (PP), Fernando Giner (Cs) y Juan Manuel Badenas (Vox), mientras que en la izquierda sólo figuraba la socialista Sandra Gómez. No obstante, fue un encuentro sin prácticamente confrontación ni réplica entre la candidata socialista y el resto de contendientes, como sí ocurrió en encuentros anteriores, especialmente en el de la Cadena SER y en el de RTVE. En esta ocasión, Gómez salió a defender la gestión de los últimos cuatro años sin Ribó, dejando a un lado a su socio de Gobierno para tratar de mostrarse como "la más preparada para liderar este futuro", mientras que María José Catalá puso sobre la mesa sus credenciales para convertirse en la nueva alcaldesa si los números así lo dictan este domingo.
El debate fue dividido en cuatro bloques, con un tiempo de intervención para cada candidato más un minuto de réplica en cada uno de ellos. Los temas a debatir fueron: modelo de ciudad y turismo, movilidad, vivienda y hacienda, y puerto. Además, cada candidato contó con dos minutos 'de oro' para cerrar su intervención. Un modelo de debate que permitió a cada uno de los alcaldables exponer sus propuestas y visiones de la ciudad sin réplica ni cortes en su intervención, lo que redujo el grado de confrontación respecto a otros encuentros.
Las respuestas fueron las esperadas. Los cuatro candidatos allí presentes expusieron una serie de medidas en cada bloque similares a las ya planteadas en los encuentros anteriores, sin grandes novedades. La que más aprovechó el encuentro en este sentido fue la candidata socialista. Sandra Gómez sacó tajada de la ausencia de Ribó y defendió la gestión del PSPV en València: "Buena parte de los hitos conseguidos en esta ciudad llevan los hitos del Partido Socialista y de una mujer". Ni una sola vez nombró a Compromís o a Joan Ribó, cosa que si hicieron Fernando Giner (Cs) y Juan Manuel Badenas (Vox).
Gómez siguió en la línea de contraponer el modelo de ciudad actual al de antes de 2015, cuando la alcaldía estaba en manos del Partido Popular, por ejemplo en movilidad, donde consideró un éxito de su gestión "destascar el pufo del PP" con la finalización de las obras de la línea 10 de Metrovalencia. Esta fue una de las materias con un debate más intenso entre ambas. Catalá consideró: "La L10 no fue pensada para unir la calle Alicante con Nazaret, sino para unir la fachada marítima con la ciudad". Por su parte, Gómez, en el turno de réplica expuso que el candidato para el área de Movilidad propuesto por el PPCV ha sido funcionario en la Conselleria de Transporte y por tanto, "ha formado parte" del "gran desarrollo" de esta línea de Metrovalencia.
En general, la cita fue una contraposición de programas entre la candidata popular y la socialista con un minuto más dedicado a acabar la exposición de medidas o a criticar actuaciones del Gobierno actual o del anterior al 2015 que a los propios candidatos en sí. Tiempo hubo para que Gómez criticara el "despilfarro y corrupción" del PP citando una publicación del Financial Times, y para que saliera a relucir el urbanismo de la avenida de Giorgeta, sobre el que Badenas criticó la coincidencia de "una acera, un carril peatón y un carril bici". Nada diferente a lo de los cuatro debates anteriores.
Catalá, por su parte, capitaneó a los grupos de la oposición: no realizó críticas directas a PSPV y Compromís, pero sí al equipo de Gobierno de la ciudad en su conjunto. Todo ello con el objetivo de plantarse como la candidata capaz de "defender esta ciudad con los dientes" y traer "inversión liderazgo y talento". Tampoco hizo apenas alusiones a la política nacional, excepto en el puerto de València, y casi por una cuestión técnica: "La ampliación norte del puerto de València está pendiente de la luz verde del consejo de ministros con Pedro Sánchez a la cabeza", expresó la candidata popular.
Además, centró su medidas en competitividad fiscal, limpieza, seguridad e infraestructuras y aseguró que, de ser alcaldesa, trabajará por que València sea "la segunda ciudad de España". En este sentido, criticó las 2.500 quejas anuales por falta de limpieza que recibe el Ayuntamiento, así como el aumento de un 25% de la inseguridad en los últimos ocho años. En movilidad apostó por hablar de seguridad, que consideró como "el punto nuclear" de esta materia. Por ello, apostó por una auditoría del tráfico que permita realizar un análisis de cada accidente y evitar así "que vuelva a suceder".
En el bloque destinado a vivienda y hacienda, incidió en la intención de bajar los impuestos en 67,8 millones de euros a partir del próximo año y criticó las cargas impositivas del Gobierno del Rialto: "Ni siquiera en pandemia se bajaron los impuestos a los valencianos". Tiempo tuvo para recordar la propuesta de bonificación del impuesto de sucesiones y transmisiones al 95%: "Una transmisión de un piso en València supone 4.000 euros, mientras que con nuestra medida costaría 200 euros". Catalá también aprovechó para recordar que el Ayuntamiento no ha ejecutado 800 millones de euros de los presupuestados durante su mandato: "El Ayuntamiento recauda nuestro dinero pero no ejecuta las inversiones".
Sandra Gómez, por su parte, dedicó su tiempo a poner en valor la gestión de los últimos años realizada por el Partido Socialista y prometió hacer de València una ciudad "capital del Mediterráneo". En materia de movilidad apostó por que "la polémica" deje de ser "el principal verso de las políticas", y recordó el "gran delta verde" que plantea el PSPV en la desembocadura del cauce del antiguo Río Turia. Gómez también se centró en vender hitos en materia económica, donde reivindicó que Valencia es "una de las ciudades más saneadas de España", tras enjugar la deuda superior a los 1.000 millones de euros "que dejó el PP".
También dedicó espacio al empleo, donde sacó pecho de la reducción del número de parados en 90.000 personas en los últimos ocho años. En la actualidad València tiene 43.300 personas desempleadas. "De ser la ciudad de los grandes eventos, que muchas veces se convirtieron en los grandes pufos, en la ciudad de los grandes proyectos", criticó de nuevo la candidata socialista a la alcaldía.
El último bloque animó algo más a las principales candidatas a la alcaldía presentes en este encuentro. "Sin un puerto como el de la ciudad de València, Volkswagen no habría venido", puso en valor la socialista. Estas palabras tuvieron réplica por parte de Catalá, que se preguntó si "es posible defender la Volkswagen y no la ampliación norte del puerto de València". En este sentido, la líder popular apostó por "evitar injerencias y amilanamientos políticos de Compromís y ERC, y sobre todo del Partido Socialista, que está ya en una nueva DIA y en un retraso de la actuación". Gómez aseguró estar de acuerdo con "apostar por nuestras infraestructuras", aunque no se posicionó al respecto, como sí hizo en otros debates.
Por su parte, el candidato de Ciudadanos a la alcaldía, Fernando Giner, estuvo menos vinculado al bloque de la izquierda que en debates anteriores. De alinearse con políticas socialistas en el debate de la Federación de Asociaciones Vecinales a asegurar: "Compromís y PSOE son antagónicos a mí y a mi forma de ser" durante la puesta en valor del acuerdo presupuestario entre todas estas formaciones con motivo de la pandemia de la Covid-19.
Mientras tanto, Juan Manuel Badenas estuvo en la línea de otros debates. Criticó la "falta de seguridad y limpieza" de "una ciudad más incómoda, donde cada día es más complicado moverse de un lado al otro". El candidato de Vox, además, repitió en dos ocasiones que plantea un modelo de ciudad "orientado a la gestión técnica y profesional del Ayuntamiento". Y para ello, destacó el papel de "las universidades y los colegios profesionales" para que "ayuden a gestionar casi sin coste".