Sandra Gómez sale al rescate de un Ribó con problemas para contrarrestar a Catalá

VALÈNCIA. Tercer debate electoral con los candidatos a la alcaldía del Ayuntamiento de València, esta vez organizado por RTVE, en un encuentro en el que se vieron las caras de nuevo los cinco cabezas de lista de los partidos políticos que cuentan con representación en el consistorio: Joan Ribó (Compromís), María José  Catalá (PP), Sandra Gómez (PSPV), Fernando Giner (Cs) y Juan Manuel Badenas (Vox).

Este encuentro fue el primero con un intenso ambiente de debate y discusión entre los candidatos, tras el  menor dinamismo de los anteriores. La cita giró en torno a cuatro áreas: movilidad y modelo de ciudad, vivienda y presión turística, impuestos y deuda municipal e infraestructuras. Cada alcaldable contó con cuatro minutos de intervención en cada uno de los bloques, que pudo usar sin turnos de intervención, excepto para el inicio y el cierre del bloque. 

Fue, desde el primer minuto, un debate enérgico, con una confrontación patente entre bloques ideológicos, en especial entre Joan Ribó, Sandra Gómez y María José Catalá. Esta última jugó la guerra por su cuenta, y obvió al candidato de Vox durante todo el encuentro, a pesar de que podría necesitar de su apoyo para conseguir una mayoría parlamentaria si obtiene la alcaldía tras el 28M. 

María José Catalá, como ya ocurrió en el primer debate, buscó de inicio a Ribó, pero esta vez encontró al alcalde dispuesto a entrar al trapo con réplicas inmediatas. El problema del candidato de Compromís no estuvo tanto en la capacidad de interpelar a la líder popular, sino en la falta de reflejos para aportar argumentos certeros que contrarrestaran las cuestiones planteadas por la candidata del PP. Una situación que se mantuvo a lo largo de todo el debate, con un Ribó que, especialmente en la primera parte de la cita, perdió el cara a cara con su principal rival.

Sin embargo, la socialista Sandra Gómez supo jugar desde el inicio sus bazas para destacarse en la contienda dialéctica: salió al rescate de Ribó con la intención de defender el actual modelo de ciudad y postularse como alternativa. La candidata socialista fue de nuevo socia de Ribó, esta vez en un debate, y con un objetivo común: frenar y contraponer los argumentos de María José Catalá. A pesar de ello, Gómez supo crear una imagen propia e independiente de la del alcalde y reivindicarse así como candidata. "El PSPV sale a ganar", remarcó la alcaldable socialista al final del encuentro. 

Por su parte, Fernando Giner y Juan Manuel Badenas jugaron en otra liga. El primero aprovechó el tiempo y lanzó propuestas que no encontraron réplica, una situación que se repitió en la mayoría del encuentro. Además, en la poca confrontación en la que estuvo presente, se deshizo en reproches y alabanzas a izquierda y derecha a partes iguales. El segundo fue de más a menos y encontró en Giner su principal interlocutor, al ser generalmente el único que entró en debate respecto a las medidas que propuso.

En el primer minuto, Sandra Gómez y Joan Ribó aprovecharon para criticar la anterior gestión del PP en la ciudad de València, y contraponerla con la reducción de la deuda del consistorio y la bajada del paro, entre otras cuestiones. "Hemos acabado definitivamente con la corrupción", expuso Ribó en este primer minuto. "València se juega el continuismo o la transformación para ser la segunda ciudad de España, que es en lo que quiero convertir esta ciudad", empezó su intervención Catalá. La candidata del PP propuso mejoras en vivienda, seguridad ciudadana y una mejor limpieza de las ciudades. Por su parte, Giner consideró ser "el mejor gestor para hacer de València la ciudad líder del Mediterráneo" en una intervención en la que criticó tanto a Gómez como a Catalá.

La EMT, en el punto de mira

El primer bloque fue iniciado por Sandra Gómez, que apostó por un modelo de ciudad en materia de movilidad en línea de lo ya anunciado por la candidata, que esgrimió su apuesta por la experta María Pérez como concejal para liderar este área. A su intervención le siguió la de Ribó, que quizá pecó de atrevido buscando la confrontación con el PP en esta materia. No tardó en encontrarla. La EMT se puso en el centro del debate y a la reacción de Catalá se sumó la de Badenas. "València merece un movilidad sostenible pero segura y que cuide el peatón", consideró la candidata del PP. La derecha recriminó a Ribó la bajada de usuarios de la empresa municipal y recordó el aumento de la deuda. El alcalde se defendió apelando a la compra de 368 autobuses en su etapa y sacando pecho sobre el número de tickets que vende la empresa pública.

A ello se sumó Giner, quien incidió en la "quiebra" de la EMT y en los 30 millones invertidos por el consistorio para subsanarla. Después trató de reconducir el debate sin éxito al proponer "una auditoría de movilidad en la ciudad de València lejos de la riña de la EMT" con el objetivo de hacer una ciudad adaptada a personas con movilidad reducida, además de proponer parkings disuasorios y el aumento de los cargadores para vehículos eléctricos, donde encontró el apoyo de Vox. "Hay sólo 14 enchufes para vehículos pero muchos más enchufados en el Ayuntamiento", espetó Badenas a un Ribó que no entró en réplica. 

En este bloque al alcalde llegó a vérsele acorralado, especialmente cuando defendió las bajas cifras de accidentes en el carril bici de Gran Vía, pero admitiendo que no dejaría circular a niños pequeños "porque pasa cerca de los coches", lo que le valió el reproche de Catalá: "¿Si usted no lo recomienda a su nieto por qué lo tenemos que recomendar a cualquier valenciano?", se preguntó.

La candidata del PP se dedicó en este primer bloque a reclamar "normalidad, sensatez y seguridad". "Ellos no quisieron hacer un informe del accidente del metro después de accidente, así que lecciones las justas", reprochó Gómez a la candidata popular, uno de los primeros dardos al que le sucederían muchos. Ribó, tras un intercambio de golpes del que no había salido bien parado, decidió cerrar el bloque tirando de manual con la propuesta de un nuevo Plan de ordenación urbana, la apuesta por el litoral verde, la eliminación de las vías Serrería, y apostar por una visión metropolitana.

Vivienda: entre lo social y los pisos turísticos

En materia de vivienda, Giner dio inicio al debate poniendo el foco en los más jóvenes, y propuso un gran pacto entre todos los partidos y el apoyo en la colaboración público-privada. Gómez se apoyó en la muletilla de los jóvenes y recordó propuestas del PSPV como la tasa AirBnb o la aplicación de la ley de Vivienda aprobada por el Gobierno central. Catalá recriminó al gobierno municipal haber construido sólo "14 viviendas públicas" y propuso como solución a la problemática impulsar 1.032 Viviendas de Protección Oficial (VPO) con el suelo con el que cuenta el Ayuntamiento de València en la actualidad. También apostó por desarrollar el PAI de Benimaclet y del Grao con 800 viviendas de VPO y triplicar ayudas a los jóvenes. Vox denunció la de existencia de "un atasco de suelo para construir tanto vivienda social como viviendas de renta libre". 

El alcalde sorprendió -y arriesgó- con una frase lapidaria: "El tiempo de comprar viviendas ya pasó", para recordar que el Ayuntamiento cuenta con viviendas adquiridas en los últimos años para destinar al alquiler social. También apostó por perseguir los apartamentos turísticos ilegales y destinar las viviendas de la Sareb al alquiler social.  En este bloque Badenas y Giner volvieron a coincidir en algunas cuestiones y se conformaron con interpelarse entre ellos. Catalá decidió ir a la guerra por su cuenta sabiendo que contaba con el apoyo de Badenas, mientras que Ribó y Gómez se dedicaron a buscar y contrarrestar a la candidata del PP.

Gómez salió al rescate de un Ribó al que por momentos se le vio algo bloqueado por las críticas de las fuerzas conservadoras y lanzó un embate a Catalá: "El Partido Popular se escribe con P de pufo y nos dejó unos regalitos a los actuales gobiernos. Aunque usted lo oculte, fue consellera y dejaron un pufo de 60.000 ayudas pendientes de pagar que tuvo que resolver el gobierno de Ximo Puig". La candidata socialista, además, sacó a colación la etapa de Catalá como alcaldesa de Torrent: "La mejor garantía de que la vivienda pública que se construye vaya a los jóvenes es que Catalá no tenga ninguna responsabilidad, porque cuando fue alcaldesa de Torrent heredó la vivienda pública que el PSPV había dejado en marcha y la desvío para destinarla a personas afines al PP", expuso, mostrando un titular de El País.

Badenas, ante la ausencia de interpelaciones, decidió sacar la tasa turística a la palestra, donde volvió a encontrar el apoyo de Giner. Ambos estuvieron de acuerdo con no implantarla en la ciudad. El resto de candidatos obviaron el tema, y Gómez buscó de nuevo la confrontación con la candidata del PP, recordando la etapa de la dirigente como consellera de Educación y los recortes en becas de comedor y tasas universitarias que se llevaron a cabo entonces.

Ante ello, Catalá trató de recurrir al ámbito nacional para repeler las críticas: "La estrategia de la provocación no va a funcionar conmigo. Pedro Sánchez ha institucionalizado la mentira y parece que sus delegados comerciales han tomado buena nota de ello", apostilló, para ser replicada por Gómez: "Usted cita más a Pedro Sánchez que a la ciudad de València. Vino como una paracaidista hace cuatro años pero ya ha tenido tiempo suficiente de salir de Torrent y visitar un poco nuestros barrios no sólo como turista para hacerse fotos".

Ribó regresó de nuevo a la tasa turística, de la que su partido ha sido firme impulsor: "Es habitual en toda Europa y nos puede ayudar también a controlar los apartamentos turísticos. Es fundamental que los turistas paguen por una mejora de los servicios que utilizan", lo que derivó en un debate en torno al modelo turístico. Desde Ciudadanos, Giner criticó la ausencia de "estrategia turística": "Se ha ido a por el volumen", afirmó, para lamentar que en el centro histórico de la ciudad "ya no sea para los valencianos" y se parezca más "a un parque temático". Badenas añadió a esta visión las "manadas de ciclistas" que a su juicio invaden la ciudad, mientras que Catalá calificó de "barcelonización" del turismo en el Cap i Casal y el auge del "low cost" en la capital, además de criticar las bajas inspecciones de alojamientos turísticos y reprochar al Gobierno del Rialto no haber puesto en funcionamiento "una ordenanza de pisos turísticos en ocho años". 

Ribó, por su parte, defendió que revistas internacionales sitúan a València como una de las mejores ciudades para vivir y Gómez aseguró que Exceltur había puesto la capital del Túria como ejemplo de gestión en políticas de turismo, mientras que situaba a Alicante, gobernada por el PP, como "el peor ejemplo".

Críticas a las cargas impositivas

Este bloque fue iniciado por Juan Manuel Badenas, que dejó su postura clara en la primera frase: "El dinero donde mejor está es en el bolsillo de los ciudadanos". El candidato de Vox planteó "reducir gastos" a partir de "quitar todo lo superfluo y reducir la presión fiscal" con bonificaciones de impuestos como el IBI o el de circulación. Por su parte, Giner, que no pronunció el nombre de su formación en ninguna de sus intervenciones, habló como "Fernando Giner" y expuso: "Me cargaré la plusvalía municipal, que es el impuesto más injusto que se puede tener". 

"Todo aquel euro que el Ayuntamiento haya obtenido y no haya usado se lo devuelvo a los valencianos", añadió el candidato de Ciudadanos al respecto. "Si yo les prometo una inversión y luego no la hago, no me lo quedo yo. Es que Ribó parece el Tío Gilito", terminó Giner en su exposición de ideas.  Ribó en este bloque criticó de nuevo la situación "heredada del Partido Popular" para buscar la confrontación con la candidata de esta formación. Catalá, en línea de lo propuesto por el bloque de la derecha, tanto a nivel local como autonómico prometió "bajar los impuestos a todos y cada uno de los valencianos con fecha de 1 de enero de 2024" con el objetivo de "ser empática" con las necesidades de la ciudadanía. 

Y Gómez, también de nuevo, salió al debate a defender el modelo de gestión del actual consistorio al contraponer el modelo de la izquierda y de la derecha y sintetizar: "Como siempre, el PP no propone una reforma fiscal, sino un timo fiscal. Siempre dicen que van a bajar los impuestos cuando están en la oposición y cuando llegan al gobierno, los suben. Suben todos menos el del patrimonio, claro", recalcó.

Giner aprovechó el hilo para mantener la crítica a la candidata del Partido Popular por subidas impuestas pasadas, lo que animó el debate en torno a esta cuestión. Catalá, quien insistió en varias ocasiones por alusiones que la izquierda lleva 8 años ya en el gobierno, acorraló a Ribó para que se comprometiera a no realizar una revisión catastral en la ciudad. "No tenemos ninguna intención de hacer una revisión catastral en la ciudad de València, aunque no depende de nosotros. Si se produce, trabajaremos para mantener el nivel de impuestos", prometió Ribó. 

Al hilo el debate, Badenas volvió a buscar protagonismo del debate al considerar que existe una recaudación económica "encubierta" a partir de las multas de la policía local. "Se utilizan las normas de seguridad vial para recaudar", consideró el candidato de Vox. A ello salió Ribó a espetar: "Las personas no pueden ir a más velocidad de la permitida, para respetar la seguridad". Gómez intervino interpelando a Badenas: "Este es un debate serio, es un poco de párvulos hablar de si hay o no que cumplir con los límites de velocidad". El candidato de Vox se revolvió criticando el comentario: "Usted se ofende porque no tiene argumentos para rebatir" y Gómez zanjó: "No me ofende a mí, a los que seguramente está ofendiendo es a las víctimas de accidentes de tráfico que nos estén viendo, porque usted está diciendo que no pasa nada por correr un poquito más". 

Tiempo hubo también para debatir en torno al Puerto de València. Los posicionamientos fueron los ya planteados a lo largo de la legislatura por estas formaciones, aunque el clima preelectoral se mostró en la búsqueda de confrontación del candidato de Ciudadanos con el bloque de la izquierda, que no se negó a la ampliación del puerto si se resuelven cuestiones en materia ambiental y de regresión de las playas. Vías de Serrería, ampliación del puerto y desarrollo del Corredor Mediterráneo fueron los puntos en los que coincidieron el bloque de la derecha y Ciudadanos. 

Primera medida de Gobierno y posibles pactos

En este bloque, la candidata popular prometió bajar la contribución un 20% de la contribución y la bonificación del 95% de la plusvalía en herencias y negocios familiares, con una reducción de recaudación y con una apuesta por la limpieza, la seguridad, la poda y la vivienda. La candidata socialista, por su parte, propuso una moratoria para los pisos turísticos y aplicar la ley de vivienda, así como un pacto por la corresponsabilidad con medidas como la gratuidad de la educación de 0 a 3 años.

Giner volvió a romper una lanza en favor de la candidata socialista: "Estoy a favor de un cheque escolar para la educación de 0 a 3 años". Pero, rápidamente, dio un vuelco a la crítica y pidió acabar con las plagas de ratas en la ciudad y criticó "las paguitas" -término que Gómez le pidió rectificar- del PSOE, Compromís y Podemos. "Los ciudadanos no son unos súbditos, son nuestros clientes y nos dirigimos a ellos, señores del PSOE y de Compromís", zanjó su intervención el candidato de Cs. El candidato también anunció políticas en favor de la dependencia y acabar el nuevo Mestalla a partir de un préstamo entre el Valencia CF y el consistorio. 

El candidato de Vox apostó por que los agentes sociales e instituciones como las universidades tengan mayor colaboración con el Ayuntamiento en materia de informes. También pidió acabar con el catalán como una de las lenguas oficiales del Ayuntamiento de València y que éstas sean "el español y el valenciano". Por su parte, Ribó apostó por declarar València como ciudad tensionada, coincidió con Gómez con impulsar una moratoria para los pisos turísticos, así como duplicar las ayudas a alquiler. 

Badenas pidió acabar con "la lista de enchufados" del Gobierno del Rialto. Y Sandra Gómez recurrió a la VIU para buscar confrontar al bloque de la derecha. "Usted llegó a ir a un notario para que constara en acta las irregularidades del proceso de compraventa que gestionó la candidata del PP", recriminó a Badenas. El candidato de Vox entró al trapo reconociendo el hecho, para tratar de esquivarlo después al verse exigido por la dirigente socialista: "No es cuestión de examinar cosas de hace 10 años", comentó aunque no consiguió salir de lío antes de que acabara su intervención. "No hay más preguntas", replicó Gómez recordando su época de abogada.

En materia de pactos, María José Catalá, usó el eufemismo para explicar que quiere que gobierne la lista más votada, pero obtuvo el reproche de Ribó, que le recriminó "no atreverse a admitir" que debería pactar con Vox para conseguir una mayoría. "El Partido Popular sale a ganar y gestionar, los otros salen en busca de pactos", remarcó Catalá. Ribó apostó por un nuevo pacto entre Compromís y el PSPV, mientras que Ciudadanos aseguró que no formará parte de ningún pacto político tras el 28M.