VALENCIA. El clima laboral en el Hospital de Dénia es cada día más tenso. La firma privada que lo gestiona, Marina Salud, ha anunciado recortes salariales y un incremento de la jornada laboral para compensar sus pérdidas en pleno debate sobre el futuro de la concesión, una medida que cuenta con la oposición frontal del personal sanitario. El enfado de algunos profesionales es tal que ya se cuentan por decenas los facultativos que han firmado un manifiesto para trasladar a la empresa que abandonarán el hospital si el ajuste sale adelante.
Así lo confirman a Valencia Plaza diversas fuentes sindicales, que concretan que, a mediados de semana, la hoja de firmas que recoge esta advertencia ya contaba con una treintena de nombres. El escrito detalla la voluntad de los firmantes de rechazar formalmente la 'Modificación Sustancial de las Condiciones Laborales' impulsada por la empresa y, en consecuencia, abandonar la mercantil con una indemnización de 20 días por año trabajado.
Las organizaciones consultadas -que subrayan que la iniciativa no parte del comité de empresa- agregan que entre los profesionales más combativos con el proceso se encuentran aquellos perfiles que tienen más demanda en el mercado laboral sanitario, al tiempo que ruegan "serenidad" mientras prosigue la negociación.
Preguntadas al respecto, fuentes oficiales de Marina Salud manifiestan desconocer esta iniciativa, si bien confirman que el procedimiento explicado en la hoja de firmas es el correcto: si un trabajador rechaza formalmente la modificación sale de la empresa con una indemnización de 20 días.
Sin embargo, según agrega la mercantil, la hoja de firmas carece de toda validez legal. En caso de que los empleados quieran cumplir realmente con su amenaza, cuando se apruebe la modificación deberán rechazarla individualmente y por escrito para, en consecuencia, abandonar la firma.
Como informó este diario, el ajuste laboral de Marina Salud ha de ser de al menos 3,2 millones de euros. Así lo ha trasladado la gestora sanitaria del Hospital de Dénia en las dos últimas reuniones mantenidas con los representantes de los trabajadores, según trasladan a este diario fuentes de la negociación.
La empresa privada, que ha impulsado el recorte en pleno verano y en medio de una tensa disputa por el control del hospital entre Ribera Salud y la Conselleria de Sanidad, quiere que sea la plantilla quien asuma las pérdidas de tres millones en las que ha incurrido la mercantil -según la cifras de DKV, dueña del 65% de Marina Salud-.
Según añaden las mismas fuentes, el recorte que más ansía Marina Salud es el de la partida de "incentivos por objetivos", que asciende a alrededor de 2,7 millones de euros. La intención de la gestora es vincular la entrega de estos incentivos "al resultado económico de la empresa" -es decir, que la plantilla no los cobre en caso de que la firma vuelva a tener pérdidas-.