El asunto catalán nunca se ha ido, ha estado ahí, está y estará. Nos hemos entretenido, no han entretenido con otros asuntos, no menores (consecuencias del resultado andaluz, enfrentamientos parlamentarios, dimes y diretes con las nuevas derechas o con las izquierdas, exhumación de Franco,…) pero no tan trascendentes como la cuestión catalana. Están en juego entre otras cosas, la estabilidad política del país y la reconciliación entre los catalanes
Lo de “como decíamos ayer…” Volviendo a los clásicos, rememoro la famosa frase de Fray Luis de León en el siglo XVI cuando fue restituido en su cátedra de la Universidad de Salamanca tras ser censurado, apresado y apartado de sus funciones y volvió a las aulas como si no hubiera pasado el tiempo. Siglos más tarde en el XX el gran Miguel de Unamuno recurría a la misma expresión tras ser restituido como Rector en la misma universidad salmantina tras ser cesado en el cargo y sufrir el exilio por la dictadura de Primo de Rivera. Lo de Cataluña siempre ha estado ahí. Es consustancial a su historia y no solo la del siglo XX y este XXI. Si nos centramos en los últimos cuarenta años han sabido hacer de la necesidad histórica reivindicativa, virtud. Han servido de garantes y apoyo para los gobiernos nacionales, ya fueran del PP o del PSOE. Han conseguido prebendas, financiación, competencias. Siempre les ha parecido poco. Cierto es que ha habido torpeza política por parte de los gobiernos centrales y eso que en política se llama tener cintura y el don de la oportunidad. Los recursos ante el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto, las políticas erróneas de José Luis Rodríguez Zapatero, la desaparición prácticamente del Estado en Cataluña durante el mandato de Mariano Rajoy han dejado pudrir el asunto hasta que ha estallado en su crudeza y ahora tiene difícil solución.
Pedro Sánchez obligado a tomar decisiones si no quiere que se le escape de las manos. Se juegan varios partidos al mismo tiempo y los errores en política se pagan tarde o temprano. El diálogo, política auspiciada por el Gobierno socialista no ha dado resultado. Ya le ocurrió a Mariano Rajoy y a su delegada para Cataluña Soraya Sáenz de Santamaría que tampoco consiguió nada. Estamos otra vez en un punto de no retorno. Los independentistas capitaneados por Quim Torra y el cada vez menos influyente Carles Puigdemont no cejan, insisten, persisten… Sánchez se afana ahora por apartarse de la supuesta entente cordiale mantenida con los dirigentes catalanes. Ocurre que en estos momentos el tablero político está muy agitado. Las recientes elecciones en Andalucía y su sorprendente resultado han movido piezas. Las urgencias del Presidente del Gobierno son muchas. El análisis andaluz con la división de las derechas, pero que suman, la caída de la izquierda y la elevada abstención hacen peligrar su futuro en la Moncloa. Esas urgencias han descuidado el asunto trascendente. Los analistas afirman que la política en Cataluña ha sido factor determinante para que se produjese el resultado andaluz. Habrá o no habrá 155, pero Sánchez tiene que actuar. La decisión de celebrar el Consejo de Ministros el día 21 en Cataluña no sé si es oportuna o no, pero será un nuevo tour de forcé para medir la situación.
Rentabilidad electoral. Pero no solo Sánchez juega su partido, el más importante porque es el Presidente del Gobierno, la oposición también lo hace. El calendario electoral está encima con las consultas ya prefijadas para el 26 de mayo y con las generales en el alero a la espera de acontecimientos. Tanto Pablo Casado como Albert Rivera, lo saben e intentan sacar rédito político. En una extraña alianza, ellos compartiendo la petición del 155 y convocatoria de generales, con Pablo Iglesias pidiendo a Sánchez más dialogo para Cataluña, han convergido en un a modo de acorralamiento al Presidente del que le va a ser difícil de salir. Sánchez intenta despegarse de los independentistas con los que ha contemporizado para ocupar desesperadamente el centro tras la aparición sorpresiva de Vox y los nuevos aires de derecha-derecha de populares y Ciudadanos. Estamos metidos en un carrusel en el que puede pasar cualquier cosa y da la sensación de que la baza ganadora no la tiene Sánchez, a no ser que se invente algún sortilegio.
Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno: “No hace falta decir más para que se me entienda. Todo lo que está fuera de la Constitución o el Estatuto contará con una respuesta firme, pero severa del ejecutivo, proporcional pero contundente” ¡Otra vez situación de no retorno, difícil enmendar errores!
Pablo Casado, Presidente del PP a Sánchez: “Ponga orden Cataluña o lo ponemos nosotros. Esto no da más de sí, aplique el 155 y convoque elecciones” ¡Urgencias para liderar la derecha!
Albert Rivera, Presidente de Ciudadanos también a Sánchez: “Andalucía es el aperitivo de lo que le espera” ¡Ay la impaciencia!
Pablo Iglesias, Secretario General Podemos: “No incendie Cataluña. No lo haga, no es bueno para España ni para Cataluña” ¡Descolocado, no acierta con el discurso!
José Borrell, Ministro de Exteriores: “La política del ibuprofeno con Cataluña del PSOE ha tenido poco éxito” `¡Para estar en el Gobierno, no está mal la autocrítica!
José M.ª Barreda diputado socialista ex Presidente de Castilla La Mancha: “Para que el terremoto de Andalucía no tenga réplicas en el resto de territorios el partido ha de hacer un buen diagnóstico de la debacle para que no suceda un desastre en seis meses” ¡Miedo escénico a la incertidumbre!
Isabel Bonig, Presidenta del PPCV sobre el candidato/a a la alcaldía de València: “Causará expectación” ¡A la espera de novedades, más de uno/a no duerme!
Pep Guardiola, entrenador del Manchester City: “Mis hijos van a la escuela con gente india, gente negra y gente normal” ¡El que mucho habla, mucho yerra!
José Mourinho, entrenador del Manchester United: “Peter Lim es un hombre sabio. Es mi amigo y el fútbol merece gente como él” ¡Gato encerrado,…¿está pensando en algo Mou?!
Marcelino, el de momento técnico del Valencia: “La palabra rendición no está en mi vocabulario” ¡Cuando uno da tantas explicaciones…!
Xavier Gabriel, dueño en Sort (Lleida) de la Bruixa d’Or, la administración de lotería que más vende: “Pese al doble tumor y los dos ictus que he sufrido en los últimos doce meses, soy un hombre afortunado. Mi premio gordo será superarlo” ¡El premio de la vida!