Declaran causa compleja la pieza del caso IVEX por los conciertos de Julio Iglesias

VALENCIA. En la causa abierta contra el exdiretor del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX) José María Tabares, y contra el exdirector de la oficina de Shangai, en la que se investigan posibles indicios de falsedad documental y malversación de fondos públicos en la forma en la que el instituto pagó al artista Julio Iglesias por desarrollar una labor de representación de la Comunidad Valenciana ha sido declarada como causa compleja, lo que permitirá al Juzgado de Instrucción Número 19 de Valencia contar con 18 más para seguir investigando.

El problema es que una vez termine ese periodo deberán decidir si archivan la causa o bien van a juicio con lo que tienen, pero no podrán mientras Tabares siga fugado. Otra opción sería la de archivar y reabrir si detienen al prófugo.

Un caso abierto 17 años

La causa está abierta desde el año 1999 y hasta ahora, las pesquisas para tratar de esclarecer lo sucedido permanecen en vía muerta ya que Tabares se encuentra en busca y captura desde hace años. Su paradero es una incógnita aunque muchos lo sitúan en Japón, un país sin tratado de extradición con España.

Esta pieza investiga los seis millones de dólares que el cantante Julio Iglesias cobró por dar varios concierto en los años que Eduardo Zaplana era presidente de la Generalitat y, cuyos contratos podrían ser fraudulentos.

Cuando Zaplana acudió a declarar aseveró ante el magistrado que “el coste de los conciertos había sido de 375 millones y no hay nada más”. Sin embargo, cuando Julio Iglesias declaró explicó que había cobrado seis millones de dólares, más del doble de lo que decía Zaplana.

Julio Iglesias declaró que "Yo entiendo que a la gente seis millones de dólares, que fue lo que cobré y de los que pagué impuestos, le parezca mucho dinero, pero que valoren también que la labor de promoción fue muy importante. Viajé con empresarios de la Comunidad Valenciana a Estados Unidos, Japón, China y México... lo hice todo con cariño y lo pasé muy bien".

Primera prescripción

Tabares ya fue condenado por la otra pieza de este caso pero se había ido de España antes de la sentencia. Se estableció en Tokio y nunca más se ha vuelto a saber de él.  José María Tabares fue condenado a cinco años de prisión por un delito continuado de estafa y falsedad al utilizar esta entidad pública como avalista en operaciones privadas.

Pero en diciembre de 2012, la Sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia declaró prescrita la pena, ya que habían transcurrido más de cinco años desde que la sentencia fue declarada firme, en octubre del año 2006.

La sentencia consideró probado que Lagier, titular de hecho o de derecho de las sociedades sin solvencia económica Sonotube y de Graficom, y Tabares, desde el año 1995, estaban llevando a cabo unas operaciones para que la compañía Ford obtuviera derechos de compensación para exportar vehículos a Túnez. 

Estas operaciones habían provocado una deuda en el Arab Bank por un importe de 3.198.739,87 euros que había percibido Lagier contra una cuenta del IVEX en la citada entidad, sin conocimiento ni autorización del consejo de administración del IVEX porque les urgía “pagar y ocultar”. Según la sentencia idearon la operación “sin conocimiento ni autorización” del IVEX.