VALÈNCIA. Los efectos de la Dana siguen siendo muy visibles en una gran parte del territorio valenciano. Más de tres semanas después de las inundaciones, continúan los trabajos de desescombro y limpieza para intentar recuperar cierta normalidad. Una batalla contra el barro, que se combina con otras labores como la revisión del estado de las construcciones para asegurar la seguridad de los vecinos. Unas inspecciones que también miran al futuro para encarar cuanto antes la reconstrucción de estas zonas y, a su vez, facilitar a los afectados la obtención de ayudas. No obstante, para que se agilicen estas actuaciones, los arquitectos técnicos tienen claro que es clave que la Administración lidere este proceso y se apoye en el sector privado. Asimismo, hacen un llamamiento a la necesidad de contar con más mano de obra en este momento tan crítico.
Así se puso de manifiesto en un desayuno organizado por Valencia Plaza y el Colegio Oficial de la Arquitectura Técnica de Valencia (COAT Valencia) en el que se abordaron los efectos de la riada en el parque edificado y el papel que tendrán estos profesionales en la futura reconstrucción. Una jornada en la que participaron Vicente Terol, presidente de COAT Valencia; Fernando Sayas, coordinador del departamento de producción de AT4; Borja Nebot, director gerente de COAT Valencia; Francisco Verdoy, director general y fundador de Edicover; Emiliano Martínez, administrador y socio de Premea; y Antonio Urbano, propietario y fundador de AC Urmi.
El debate arrancó con la intervención de Vicente Terol, presidente de COAT Valencia, quien explicó cómo el colegio desde el primer momento se puso a disposición de la Generalitat. A partir de ahí, se activó la Unidad de Evaluación de Daños en Edificios, impulsada por la Conselleria de Vivienda de la Generalitat Valenciana y gestionada por el Instituto Valenciano de la Edificación (IVE). Como aliado estratégico, COAT Valencia organizó una bolsa de arquitectos técnicos voluntarios para desempeñar estas labores de inspección de edificios en la Unidad de Evaluación. "
Nuestro papel, como colegio profesional, es ser un aliado estratégico, pero siempre respetando los canales oficiales. La respuesta de los colegiados está siendo ejemplar y merece todo nuestro reconocimiento, porque son ellos quienes están en primera línea, dedicando su tiempo y conocimientos para ayudar a la sociedad en un momento tan delicado. Las inspecciones, además de garantizar la seguridad y aportar tranquilidad a los afectados, generan unos informes de evaluación de daños que son fundamentales para evaluar las incidencias y dotar posteriormente las ayudas", expresó.
En este sentido, Terol destacó que en este tipo de catástrofes es la Administración la que debe liderar, algo que compartieron todas las empresas. "Es fundamental su coordinación", incidió para señalar que, por el momento, de las revisiones acometidas se ha llegado a la conclusión de que las consecuencias de la Dana son "devastadoras"
Por parte de las empresas, también se coincidió en señalar la importancia de que sea la Administración la que capitanee esa reconstrucción, colaborando con las empresas y los profesionales colegiados, pero bajo su mando. "Nosotros podemos aportar mucho, pero hay que estar coordinados para que la ayuda sea efectiva", remarcó Fernando Sayas, coordinador del departamento de producción de AT4. Y más teniendo en cuenta, como expuso, que las propias empresas se han ofrecido a ayudar, pese a que el propio tejido industrial también está sufriendo en su negocio el impacto de la Dana. En este sentido, Sayas detalló que el propio sector de la construcción se ha visto afectado, ya que la destrucción por la riada ha alcanzado empresas suministradoras, proveedores de material, u oficios de construcción. "Hay mucha empresa que tiene la nave arrasada", lamentó.
Sobre esta cuestión y las necesidades de la construcción, Francisco Verdoy, director general y fundador de Edicover, señaló que precisamente uno de los problemas que arrastra el sector de la construcción desde hace años es la falta de mano de obra, una escasez que ahora que se va a agudizar por la necesidad de acometer más actuaciones para la reconstrucción. "Tenemos que ver cómo se facilita la incorporaron de profesionales, porque los primeros efectos de la tragedia ya los empezamos a sufrir: se ha encarecido el transporte y se han subido precios", lamentó.
Y, de igual modo, comentó que los estragos en las pymes también pueden afectar al funcionamiento del sector porque muchas son proveedores. "Estamos produciendo por debajo del 50% y veremos qué pasa cuando se recupere el nivel de producción porque dependemos de micro empresas y pymes. Hay contratos con penalizaciones, fechas de entrega…”. Y al tiempo es imprescindible abordar la reconstrucción, puntualizó.
Por ello, para agilizar todo lo que está por venir se incidió en la necesidad de conceder permisos de forma más ágil. En este sentido, Emiliano Martínez, administrador y socio de Premea, afirmó que es necesario mejorar el sistema para la concesión de licencias porque, aunque admitió que "algo ha mejorado", aseguró que sigue existiendo "un cuello de botella" en ciudades como València, un tapón que no se puede mantener y extender en una situación como la actual en la que hay que correr para recuperar cuanto antes la normalidad.
En estas labores de revisión de expedientes, el colegio mantiene desde hace años su ofrecimiento a colaborar con los ayuntamientos en la agilización de los trámites de expedición de licencias. "Es imposible que ahora en localidades arrasadas se cuente únicamente con los técnicos municipales para llevar a cabo este trabajo que será ingente, por lo que sería más que conveniente que se apoyaran en nosotros para desatascar licencias", puntualizó Borja Nebot, director gerente de COAT Valencia.
Además, Martínez incidió en que el principal problema es la mano de obra y la falta de equipos, algunos destruidos. "Parece una obviedad pero la reconstrucción la debe liderar la Administración porque es grave el desastre: hay mucha gente afectada y se necesita mucho personal. Pero, además, en paralelo se deben acometer las obras pendientes para que si algo así vuelve a pasar, los daños sean menores", remarcó.
También Antonio Urbano, propietario y fundador de AC Urmi, expresó que en su caso tiene obras paradas y es algo que ahora se entiende, pero no será así dentro de unos meses cuando haya que cumplir con unos plazos y un contrato. Por ello, apeló a la necesidad de que se pueda fomentar la movilidad y que empresas de otras regiones ayuden con recursos, aunque admitió que el problema en la construcción es a nivel nacional.
Por otro lado, respecto a las inspecciones realizadas sobre el terreno, el grueso de los daños detectados por los arquitectos técnicos son humedades y filtraciones, aunque también hay otras más graves como la degradación de revestimientos, lesiones en cubiertas o daños en cerramientos. No obstante, desde COAT Valencia remarcaron que el número de inmuebles con afecciones en estructuras es "mínimo porcentualmente". "En edificios nuevos o recientes no hay tanto problemas como en los que son más antiguos", apostilló Terol, para quien esta tragedia abre el debate sobre las construcciones en zonas inundables.
En cualquier caso, los arquitectos técnicos quisieron hacer un llamamiento a la calma para evitar "el alarmismo". "El hecho de que un sótano lleve dos semanas con agua no quiere decir que vaya a provocar un derrumbamiento de las estructuras. Sí puede ser problemático para tuberías y red de saneamiento”.
Por otro lado, Borja Nebot, director gerente de COAT Valencia, reflexionó sobre el papel esencial de la construcción en un momento crítico en el que su aportación será más necesaria que nunca, a pesar de haber sido, en muchas ocasiones, injustamente infravalorada: “La construcción siempre responde cuando más se necesita, como ahora con la DANA. Necesitamos vivienda, y ahora más que nunca. Es el momento de apoyar realmente al sector. ¿Cuándo vamos a dotarlo de los recursos y el músculo que requiere? Dejemos de demonizarlo y empecemos a reconocer su papel cuando se afrontan problemas graves”, subrayó.
Nebot señaló que el problema del acceso a la vivienda se agravará debido al desequilibrio creciente entre oferta y demanda. “A la falta de oferta que llevamos arrastrando durante años, ahora se suma una nueva demanda derivada de la necesidad de realojar a las personas afectadas por la DANA, además de los problemas que enfrentará el sector para finalizar proyectos en curso”, explicó.
Asimismo, incidió en el papel clave que debe desempeñar la Administración para dirigir el futuro y destacó una propuesta concreta impulsada por el Colegio de Arquitectos Técnicos: la creación de oficinas transversales en las zonas afectadas por la DANA para informar y asesorar a los afectados. Estas oficinas facilitarían a los ciudadanos los pasos a seguir para acceder a las ayudas y tomar decisiones de manera informada. “Nuestra idea es que las personas entren en estas oficinas con problemas y salgan con soluciones”, recalcó, señalando la especial atención que requieren las personas mayores, muchas de las cuales no saben cómo gestionar estos trámites a través de los canales telemáticos oficiales.
Con todo, Vicente Terol destacó el papel de los arquitectos técnicos en la gestión de esta crisis y en el papel que tendrán en el futuro. "Todos nuestros técnicos están a disposición de ayudar, pero ellos también tienen sus propias historias personales y quehaceres profesionales. Y la reconstrucción va a requerir dedicaciones prácticamente plenas. Habrá que crear bolsas para hacer informes, ayudar, gestionar y hacer convenios para que sean retribuidos. Esta reconstrucción va a ser larga", concluyó.